Como un fenómeno absolutamente normal calificó el investigador del Instituto de Ciencias Naturales “Alexander Von Humboldt” de la Universidad de Antofagasta, doctor Pedro Echeveste, la coloración turquesa que presenta el mar en algunos sectores de la bahía “San Jorge”.
Estudios y análisis realizados hasta ahora apuntan a que la microalga que antecedió a la coloración actual del mar no sería tóxica, por lo tanto, no afectaría la salud de las personas ni a la fauna marina.
Como un fenómeno absolutamente normal calificó el investigador del Instituto de Ciencias Naturales “Alexander Von Humboldt” de la Universidad de Antofagasta, doctor Pedro Echeveste, la coloración turquesa que presenta el mar en algunos sectores de la bahía “San Jorge”.
El académico explicó que la causa de tal situación puede deberse a varios factores, principalmente a cómo estaría absorbiéndose o dispersándose la luz en el agua.
“Cuando la luz solar penetra en el agua ocurren varios procesos físicos, como la absorción o la dispersión por parte de las partículas (entre las que se incluyen microorganismos) suspendidos en el agua o de la materia orgánica disuelta. La semana pasada la coloración del mar era café debido a la proliferación de una especie fitoplanctónica, concretamente de un dinoflagelado, que esta semana se encuentra ausente, provocando una mayor claridad en las aguas”, precisó.
Se debe destacar que este es un proceso absolutamente natural que ocurre generalmente en primavera, el cual este año se retrasó algunas semanas debido quizás a la presencia del fenómeno de “La Niña”, que provoca que las aguas tengan una menor temperatura en comparación a otros veranos.
Sin embargo, el investigador de la Facultad de Ciencias del Mar y Recursos Biológicos de la UA, sostiene que lo sorprendente del actual proceso es que la floración previa (que provocó que el mar tuviera un tono marrón) se extendiera por unos pocos días, “cuando en años anteriores dicho evento, relacionado con las Mareas Rojas, se extendió por varias semanas”, acotó.
Personas
Los estudios y análisis realizados hasta ahora apuntan a que la microalga que antecedió a la coloración actual del mar no sería tóxica, por lo tanto, no afectaría la salud de las personas ni a la fauna marina.
“Esta especie se encuentra en forma de quistes la mayor parte del año, pero cuando las condiciones del agua le son propicias (en cuanto a luz, nutrientes, temperatura, pH, etc.), pasan a una fase activa en la que se reproducen masivamente”, explicó el científico de la UA.
No obstante lo anterior, tanto esa especie como otras que pudieran aparecer masivamente debido al cambio de las condiciones de luz o nutrientes, sí podrían afectar a los colectores de las empresas desaladoras de agua de mar “pues sus sistemas de filtrado o de canalización pueden saturarse con mayor velocidad”.
Finalmente el académico e investigador de la UA llama a la calma a la comunidad, señalando que “esta situación es absolutamente natural y obedece a un ciclo natural de sucesión de especies, en este caso, microorganismos marinos”.