Cabe destacar que la paleobiología de la conservación es una disciplina que lleva casi 20 años, pero se ha desarrollado principalmente en organismos terrestres.
Hace algunas semanas, se integró a la Facultad de Ciencias de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC), el Dr. Jaime Villafaña Navea como investigador de planta adjunta e investigador postdoctoral. Biólogo marino de profesión de la Universidad Católica del Norte, posee el grado de Magíster en Ciencias del Mar y además, un Doctorado en Ciencias Naturales de la Universidad de Viena, Austria.
Sus líneas de investigación están enfocadas principalmente en la morfología, biogeografía e historia evolutiva de vertebrados marinos, específicamente en peces. “Además, trabajo en diferentes ámbitos de la paleontología de organismos marinos. Actualmente, estoy enfocado en una subdisciplina de la biología, que es la paleobiología de la conservación”, comentó el Dr. Villafaña.
Sobre su proyecto postdoctoral, el investigador utilizará el registro fósil como una herramienta para poder contribuir a la conservación de las especies en el futuro. “La idea es generar mapas de distribución de especies de peces marinos. Utilizando el registro fósil y actual, voy a modelar cómo sería la distribución potencial de las especies en el futuro, en base a diferentes escenarios de calentamiento global. Los primeras pruebas de estos modelos de distribución están siendo realizadas en el tiburón blanco”, explicó.
El tiburón blanco es uno de los depredadores más emblemáticos e importantes de los océanos, ya que cumple un rol crucial en los ecosistemas marinos. Se le considera un estructurador de comunidades. “Este tiburón tiene la capacidad de mantener el equilibrio de las poblaciones de presas que consume. Si desaparece el tiburón blanco, esto puede causar un colapso del ecosistema. De ahí radica su importancia. La idea es usar grandes bases de datos online y de acceso abierto, las cuales serán utilizadas para generar estos modelos de distribución global y analizar qué pasaría en Chile”, aseguró el investigador.
Respecto a la importancia de la temática estudiada, cabe destacar que la paleobiología de la conservación es una disciplina que lleva casi 20 años, pero se ha desarrollado principalmente en organismos terrestres. “En ambientes marinos no es tan común, mucho menos en peces. Tampoco se usa el registro pasado y actual con proyección hacia el futuro. El valor agregado es que se puede comparar situaciones que ocurrieron en el pasado y predecir un posible efecto similar en el futuro”, complementó, asegurando que el periodo que estudia es el plioceno, el que se denomina como un análogo climático del calentamiento global.
El proyecto postdoctoral culmina en el año 2026, iniciado en la Universidad Austral de Valdivia. Para su segundo año, realizó una transferencia hacia la UCSC. “Me interesa mucho la ecología de los peces marinos. La mayoría de los estudios sobre la historia evolutiva de los peces se han realizado en el norte de Chile. Sin embargo, la Región del Biobío posee un rico registro pasado de peces, el cual podría ser utilizado para impulsar esta disciplina de investigación en nuestro país. Además, uno de mis objetivos es poner en valor el patrimonio paleontológico que tenemos, fomentando su cuidado y conservación”, enfatizó.
El Dr. Villafaña estará ligado a la carrera de Biología Marina UCSC, a través de la asignatura Genética y Evolución. Además, va a colaborar en el Magíster en Ecología Marina en Fundamentos en Ecología Marina, Proyecto de Tesis, Tesis 1 y Tesis 2.
Finalmente, respecto a sus expectativas en la Facultad de Ciencias UCSC, el investigador comentó el potencial de colaboración existente. “Quisiera generar redes y realizar investigaciones colaborativas a futuro con otros investigadores. La paleontología es una ciencia multidisciplinaria. Veo potencial de colaboración con las áreas de química y ecología, para realizar estudios sobre reconstrucción de dieta o temperatura de la fauna de peces que vivió en el pasado y cómo podrían cambiar en el futuro, cerró.