Para esto se realizó observación directa en 22 embarcaciones de pesca con 33 lances a bordo durante los únicos 2 meses de remonte del salmón Chinook en el estuario del río Toltén.
La investigación fue realizada por un equipo interdisciplinario de INVASAL compuesto por el estudiante de biología marina, Matías Sanguinetti; la investigadora principal, Dra. Beatriz Cid Aguayo; el estudiante de postgrado, Marcelo Durán; el director de INVASAL, Dr. Daniel Gómez Uchida; y la investigadora principal, Dra. Maritza Sepúlveda.
¿Cuáles son los impactos de los lobos marinos en la actividad pesquera?, ¿Cómo es la percepción de los pescadores artesanales sobre como impactan su trabajo?, ¿Cómo se pueden proteger a los lobos marinos en esta situación?, ¿Qué opciones existen para poder colaborar en la solución de este conflicto? Fueron algunas de las preguntas que se abordaron en la investigación realizada por el Núcleo Milenio de Salmónidos Invasores Australes (INVASAL).
El estudio, que abordó la relación entre los pescadores artesanales de una especie exótica invasora, como es el salmón Chinook, y los lobos marinos, especie nativa de nuestro país, fue realizada desde una perspectiva biológica y social. Es así como se concluyó en que la percepción de los pescadores artesanales es muy relevante en la comprensión de este problema, y que la única manera de lograr avances es generando propuestas desde la educación y gobernanza participativa.
Para esto se realizó observación directa en 22 embarcaciones de pesca con 33 lances a bordo durante los únicos 2 meses de remonte del salmón Chinook en el estuario del río Toltén. Para poder describir la percepción de los pescadores, se realizaron entrevistas, observación participante y una encuesta a el 50% de los pescadores del lugar.
Antecedentes
La Barra es un pequeño pueblo de pescadores ubicado en la desembocadura del río Toltén en el Sur de Chile. Tradicionalmente, una de las principales fuentes económicas era la pesca de pesca artesanal de peces nativos. Sin embargo, luego de la introducción del salmón Chinook, en la década de los´80, las especies del lugar disminuyeron drásticamente, y ya en el año 2010 la pesca del Salmón Chinook comenzó a ser la principal actividad de las familias del lugar. “El año 2017 los pescadores de La Barra lograron una vía legal para poder regular y reportar las capturas de la especie. No obstante, actualmente existe una gran problemática que se relaciona con el lobo marino sudamericano, especie nativa, depredadora de salmón durante las capturas con redes de enmalle, generando pérdidas económicas para la comunidad”, explicaron los especialistas.
Este mamífero marino, ampliamente distribuido en Sudamérica, está protegido en Chile por diez años desde el año 2021, lo que prohíbe su acoso, captura y recolección. El lobo marino sudamericano tiene una dieta bastante variable y de fácil adaptación. Si bien existe una amplia gama de estudios sobre su dieta, estos se relacionan con su interacción con especies nativas, y no en cómo este mamífero ha incorporado al salmón, especie exótica, en su dieta, algo que es clave en esta investigación.
“El origen de la relación tensa que existe entre los pescadores de la Barra con los lobos marinos se debe no solo a las pérdidas económicas, sino a la percepción de los daños que ocasionan los mamíferos. Es por ello que estudiar la percepción de la comunidad podría llevar a promover una relación más armónica entre humanos, salmones y lobos marinos”.
Investigación
El objetivo entonces de este estudio fue caracterizar la interacción entre los lobos marinos y los pescadores de salmón Chinook en la Barra durante el pico de retorno que esta especie realiza para remontar en el río Toltén. Específicamente, se quiso caracterizar los ataques de los lobos marinos a los salmones Chinook capturados con red de enmalle, evaluar los factores que influyen en estos ataques, describir como perciben los pescadores artesanales esta interacción y documentar la opinión de los pescadores artesanales tomando en cuenta su relación con la naturaleza.
La investigación mostró que las interacciones entre la comunidad de pescadores artesanales y los lobos marinos es variable y depende de factores operacionales, como son la cantidad de botes, y ambientales, como son la luminosidad de la luna durante las actividades.
“Si bien se observaron lobos marinos en más del 90% de las actividades de pesca, solamente en un 35% hubo interacciones. Por otra parte, respecto a los daños causados por estos mamíferos, sólo se reportaron en 4 de los 22 viajes de pesca estudiados, siendo la pérdida un 2,5% del total recolectado”.
Ahora bien, el problema principal es la negativa percepción de los pescadores artesanales hacia esta especie, la que es independiente de las pérdidas concretas; “el 96% de los pescadores afirma que la interacción con los lobos marinos ha aumentado en el último tiempo”.
Sin embargo, es fundamental comprender que esta percepción negativa debe entenderse dentro de un contexto en que la naturaleza ha sido cambiada y alterada drásticamente. “El salmón Chinook colonizó un nuevo hábitat, los pescadores aprendieron a pescar esta nueva especie y los lobos marinos también. Si bien esto ha traído nuevas oportunidades para la actividad humana, también ha avivado el problema”, dijeron los investigadores.
Uno de los factores fundamentales del estudio muestra que la racionalidad sobre el medioambiente es fundamental a la hora de avanzar en alguna solución. “A través de entrevistas, se observó que los pescadores sí valoran la sustentabilidad. Si bien no es una visión conservacionista, tampoco es totalmente utilitaria. Esto se ve sobre todo en los más jóvenes y con estudios más formales, lo que genera posibilidades de generar cambios en la relación actual con los mamíferos marinos”.
Propuestas
Los investigadores proponen en generar propuestas de gobernanza participativas con la comunidad. Por ejemplo, cambiar prácticas de pesca para modificar el comportamiento de los lobos marinos. “Actualmente, el procesamiento de la captura elimina algunos residuos en el río, lo que acerca a los lobos marinos. Por otra parte, los lobos marinos aprendieron que la presencia de embarcaciones significa presencia de alimento, en este caso salmón Chinook. Esto requiere una mejor estrategia para redistribuir los lugares de pesca”.
Por otra parte, la educación es algo fundamental: “Un programa a largo plazo que incluya poder conocer el papel de los lobos marinos y su importancia en la trama trófica del medio ambiente”. Con estas acciones podría pasarse de “defender la pesca de salmón Chinook de los lobos marinos” a generar una mayor comprensión de esta problemática y avanzar en sus soluciones.