Columna de opinión de Marcela Bravo, Jefe de Proyectos de SalmonChile El domingo vivimos una nueva conmemoración del Día Internacional de la Mujer. Cientos de miles de mujeres salieron a...
Columna de opinión de Marcela Bravo, Jefe de Proyectos de SalmonChile
El domingo vivimos una nueva conmemoración del Día Internacional de la Mujer. Cientos de miles de mujeres salieron a la calle a marchar con múltiples demandas, poniendo en el centro la necesidad de lograr la equidad de género. Este hito nos hace pensar en la situación que vivimos las mujeres salmoneras y los desafíos que tenemos por delante.
Al igual que la salmonicultura, las mujeres de esta industria somos pioneras y aventureras y buscamos que esta sea una actividad cada vez más sustentable e inclusiva y que muestre la mejor cara de Chile. Esta es una industria con rostro de mujer, ya que la instalación de las plantas de proceso, pisciculturas, y otras instalaciones, permitió que muchas pudieran integrarse al mundo laboral y generar una transformación social inédita para la época.
Hoy, más de 10.000 mujeres trabajan en la industria, pero podemos ir mucho más allá. Estamos seguros de que debemos tener un rol más preponderante en todas las líneas de trabajo de esta actividad. El desafío es seguir aumentando la presencia femenina en la industria donde ahora es poco representativa, como son los centros de cultivos y posiciones ejecutivas.
En SalmonChile, hemos buscado propiciar la reducción de brechas entre hombres y mujeres dentro de la salmonicultura. El año pasado impulsamos entre nuestros asociados asumir un compromiso con la Iniciativa de Paridad de Género de Chile, impulsada por el World Economic Forum y el Banco Interamericano de Desarrollo, con el objetivo de generar instancias que permitan integrar a más mujeres en la economía e implementar mejores prácticas para ayudar a cerrar las brechas de género.
De ese impulso nació una mesa de mujeres salmoneras por la equidad de género, donde hemos podido conocer diferentes visiones de quienes día a día hacemos esta industria. En esa instancia, empresas salmoneras se comprometieron a ejecutar un diagnóstico sobre las eventuales brechas de género que existen dentro de la organización, que servirá para elaborar un plan de acción que establezca actividades concretas para avanzar en equidad en este plano.
Todas estas instancias son importantes para concientizar y poner en la agenda los temas de inclusión y políticas de género, pero también han servido para reunirnos y unirnos como mujeres salmoneras. Nadie puede negar que esta es una industria con rostro de mujer. Por lo mismo, hoy es importante avanzar con más fuerza y rapidez en cumplir con los objetivos de inclusión y equidad.