Obra, que implicó una inversión pública de $50 millones (recursos ex FAP, hoy Indespa), tendrá un funcionamiento amigable con el medio ambiente, pues operará con energía proveniente de paneles solares...
Obra, que implicó una inversión pública de $50 millones (recursos ex FAP, hoy Indespa), tendrá un funcionamiento amigable con el medio ambiente, pues operará con energía proveniente de paneles solares (Mundo Acuícola).
El subsecretario de Pesca y Acuicultura, Román Zelaya, inauguró el viernes una planta desalinizadora que entregará casi 5 mil litros diarios de agua potable a la caleta Chigualoco en Los Vilos, Región de Coquimbo.
La obra, que implicó una inversión pública de $50 millones (recursos ex FAP, hoy Indespa), tendrá un funcionamiento amigable con el medio ambiente, pues operará con energía proveniente de paneles solares.
De esta manera, los socios del sindicato artesanal de Chigualoco y sus familias están cumpliendo uno de sus mayores anhelos: contar con un suministro estable y seguro del recurso hídrico.
El subsecretario destacó que la desalinizadora mejorará la calidad de vida en la caleta y contribuirá decididamente a su progreso y desarrollo económico.
Tras la inauguración de la planta, la autoridad resaltó que la obra forma parte de un plan de Subpesca que considera seguir construyendo desaladoras a lo largo del país, para llegar a un total de 23.
En los últimos años se han entregado 10 plantas, a las que desde hoy se suma la de Chigualoco. En los próximos meses, se pondrán en marcha otras 12 desaladoras, en momentos en que el país enfrenta una severa contingencia hídrica.
En conjunto, las 23 plantas “tendrán una capacidad de producción de casi 200 mil litros de agua diarios, con una inversión pública de casi de $2 mil millones”, detalló el subsecretario.
“Estamos hablando de algo muy significativo en términos económicos y de impacto para la gente de cada caleta”, remarcó.
En la Región de Coquimbo, Subpesca ejecuta otros tres proyectos del mismo tipo en Totoralillo Norte, Talcaruca y Maitencillo de Canela.
La planta de Chigualoco beneficia de manera directa a los pescadores y las familias de ese enclave, quienes hasta ahora dependían de camiones aljibe para acceder al recurso hídrico.
Las desalinizadoras captan agua del mar y la convierten en potable, tras someterla a un proceso de tratamiento y filtrado (osmosis inversa).
“Esta planta nos cambia la vida y nos abre muchas puertas, porque antes necesitábamos camiones aljibe para obtener agua. Ahora, en cambio, tendremos agua para poder trabajar. Más adelante queremos instalar pérgolas y un restorán. Estamos muy contentos con este proyecto, sobre todo por el contexto de sequía que enfrenta el país», destacó uno de los dirigentes del asentamiento, Roberto Collao.
En Chigualoco, los pescadores se dedican fundamentalmente a la extracción de peces de roca, algas y mariscos: lapas y erizos, entre ellos.