Desde Intesal comentaron investigación financiada por el Centro de Seguridad Alimentaria y Medio Ambiente de la Universidad de Stanford, la que realizó un seguimiento al progreso de la industria acuícola, tras una publicación de hace 20 años.
Durante la última semana de marzo, la revista científica Nature publicó el artículo “20-years retrospective review of global aquaculture”, donde se destaca, entre los principales hallazgos, el trabajo de sustentabilidad que se está llevando a cabo en la acuicultura.
Según los autores del estudio, entre los que se encuentra el investigador del Centro I-mar, Alejandro Buschmann, la acuicultura ha logrado avances considerables en la mejora de la eficiencia del uso de los recursos marinos durante los últimos 20 años.
En esta línea, el artículo resalta que “hace 15 años, se necesitaban 5 kilos de peces para producir 1 kilo de salmón, hoy solo se necesita 1,5 kilos de peces para producir 1 kilo de salmón”. Lo anterior, debido a que el uso de ingredientes de origen vegetal ha aumentado de manera constante, creando conexiones más estrechas entre la tierra y el mar.
“Cada vez existen más avances tecnológicos e innovadores en la industria salmonera, como en nuestro país, como los que destaca la revista científica Nature. La inclusión de proteínas vegetales también permite tender puentes de contacto entre la industria salmonera y productores de granos y raws, las que son cultivadas en la Región de La Araucanía. Estas son cada vez más imprescindibles para la composición de los alimentos de los salmones. La acuicultura tiene un gran desafío hacia el futuro, que es alimentar a la población con una proteína rica y saludable. Por esto, se hacen cada vez mayores esfuerzos para que esta práctica sea más sustentable y tenga el menor impacto medioambiental, y una clara muestra de esto es la composición del alimento”, señaló el gerente general del Instituto Técnico del Salmón (Intesal), Esteban Ramírez.
Para agregar valor nutricional a esta nueva composición de alimentos, el pellet pasa por un proceso adicional, donde se intensifica y se adiciona un concentrado de proteínas vegetales especiales para la dieta de los peces. De la misma manera, el sustituto de aceites de pescado que se está utilizando es el aceite de colza (canola) y el de palma.
“En este trabajo, además de la disminución del uso de la harina y aceite de pescado, se identificó la mayor dependencia de la cadena de producción alimentaria entre sistemas terrestres y los marinos, lo que abre nuevas interrogantes ambientales; asimismo, que el aporte mayor a la nutrición ambiental por parte de la acuicultura se produce en agua dulce, en países orientales y que la producción de moluscos y algas son los sectores con mayor crecimiento en los últimos 20 años”, señaló recientemente el Dr. Alejandro Buschmann.
Desafíos persistentes
“Durante los últimos 20 años, las tendencias en la producción y el desempeño ambiental de la acuicultura han sido positivos. Sin embargo, persisten desafíos para la industria, incluidos los efectos de los patógenos, parásitos y plagas (PPP); la contaminación; la proliferación de algas nocivas y el cambio climático”, indica el artículo de la revista científica.
Patógenos, parásitos y plagas
Los patógenos, parásitos y plagas (PPP) son un desafío continuo para el sector de la acuicultura y para la optimización de la producción. Las especies acuícolas difieren en sus defensas, aunque los peces poseen una inmunidad adaptativa que los ayuda a estar protegidos contra los distintos PPP.
“Es en esta línea, asociado a la sanitario, es la salmonicultura viene trabajando desde el inicio de la actividad, por eso hoy los avances en dietas funcionales, genética, nuevos productos de control veterinario de largo efecto o productos naturales para minimizar el impacto ambiental, así como la irrupción de sistemas de tratamiento no farmacológicos, todo esto está cambiando la cara de la industria en este aspecto, ya al comparar 2019 y 2020 se observa una clara reducción en el número de tratamientos para caligus. También en el uso de antibióticos, la salmonicultura como cualquier otra producción de proteína animal, requiere de ellos. , Pero en el caso de esta industria ellos son prescritos previamente por veterinarios y son administrados en su justa medida, sin generar riesgos para la salud de las personas.. Asimismo, es importante mencionar que como Intesal y SalmonChile hemos firmado un acuerdo con la ONG Monterey Bay Aquarium, el cual contempla la disminución de los antibióticos en un 50%, cuyo uso, según los estudios dados a conocer el año pasado, la industria salmonera ha disminuido entre los años 2017 y 2019 en un 28%”, expresó el gerente general de Intesal.
Floraciones de algas nocivas y cambio climático
“Las proliferaciones de algas nocivas están aumentando a nivel mundial con respecto a la frecuencia, magnitud, duración, distribución geográfica y composición de especies”, afirma el artículo de la Revista Nature.
En Chile, la realidad es similar, pero Intesal, a lo largo de los años, ha realizado diversos trabajos de vigilancia, análisis de muestras y revisión de información técnica, para facilitar las acciones de las empresas y la coordinación con la autoridad en este ámbito, buscando avanzar en la detección temprana y la mitigación, para seguir mejorando la gestión de los riesgos que esta realidad está generando.