Se trata del concurso “Embárcate: desafío lobos marinos”, iniciativa de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura, Subpesca (Mundo Acuícola). Seis de un total de 30 propuestas fueron consideradas en el...
Se trata del concurso “Embárcate: desafío lobos marinos”, iniciativa de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura, Subpesca (Mundo Acuícola).
Seis de un total de 30 propuestas fueron consideradas en el marco del concurso “Embárcate: desafío lobos marinos”, llamado que hizo la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca) a todos los pescadores artesanales del país a presentar propuestas para mitigar los daños y complicaciones derivadas de la interacción cotidiana entre la pesca artesanal y el lobo marino, mamífero que se encuentra protegido por una veda y convenios internacionales.
Con asesoría de Fundación Chinquihue, dos sindicatos de la comuna de Calbuco resultaron beneficiados. Se trata del Sindicato Bajos de Mallelhue, quienes obtuvieron el primer lugar en la categoría “Caletas” gracias a un proyecto que mejora el manejo sanitario de los residuos de eviscerado, evitando que este sea un atractivo para los lobos, además de potencialmente generar un nuevo ingreso para estos trabajadores del mar. Dicho sindicato recibió $20 millones para la materialización de la propuesta.
El otro sindicato ganador fue Estrella del Sur, quienes obtuvieron el tercer lugar en la categoría “Naves Menores”. Se adjudicaron un millón de pesos, cifra que deberá ser destinada a la adquisición de equipos de seguridad, vestuario de trabajo y otros elementos similares que les permitan mejorar sus condiciones de trabajo en el mar.
Alex Winkler, gerente general de Fundación Chinquihue, mostró su alegría tras la notificación de este beneficio para los sindicatos asesorados por la institución que dirige, y aprovechó de felicitar a los beneficiarios. “Esperamos que los fondos recibidos por ambos sindicatos vengan a ser un aporte en la mitigación de este serio problema”.
Actualmente se estima que hay unos 200 mil lobos marinos en los mares de nuestro territorio, población cuyo incremento ha sido facilitado debido a que no existen depredadores naturales que controlen este aumento de ejemplares. El lobo marino suele alimentarse de las capturas de los pescadores artesanales, lo que causa importantes daños económicos y materiales, ya sea por el consumo del mismo recurso, así como en las mismas embarcaciones y equipamiento en que se desarrollan las labores de pesca.