La salmonicultura chilena destaca entre los principales sectores exportadores, enfrentando nuevos desafíos mientras consolida su aporte a la economía nacional.
La salmonicultura chilena ha cedido terreno en el comercio exterior, perdiendo el segundo puesto como principal sector exportador del país, según un artículo publicado en el portal de La Tercera. Los envíos de salmones y truchas acumulan a noviembre de 2024 un total de USD 5.768 millones, lo que representa un 6,4% del total de las exportaciones, marcando una caída del 3% respecto al mismo período del año anterior.
Este descenso ha sido aprovechado por el sector frutícola, que desplazó a la salmonicultura al lograr exportaciones por USD 6.968 millones entre enero y noviembre, equivalente al 7,7% del total de las exportaciones nacionales. Este crecimiento estuvo impulsado especialmente por las cerezas, cuya demanda internacional alcanzó cifras récord a comienzos del año.
Para Arturo Clement, presidente de SalmonChile, estos resultados evidencian tanto la relevancia de los alimentos en las exportaciones chilenas como los desafíos que enfrenta la industria salmonera. “Nos parece positivo que, tras la minería, la fruta y el salmón destaquen como sectores clave, pero este retroceso refleja que la salmonicultura necesita mejores condiciones para seguir aportando a la economía nacional”, declaró Clement a Pulso, un medio asociado a La Tercera.
El sector forestal también ha ganado protagonismo en el comercio exterior chileno, con exportaciones que acumulan USD 5.764 millones en lo que va de 2024, igualando el 6,4% del total exportado por la salmonicultura. Este desempeño refleja un aumento del 12% respecto al año pasado, mostrando un panorama competitivo entre ambos sectores.
Entre los factores que afectan a la salmonicultura, destaca la paralización de inversiones en el país y una reducción en los precios internacionales del salmón, que han caído desde los máximos alcanzados en 2022. Actualmente, el valor por libra en Estados Unidos, el principal mercado de exportación, ronda los USD 5,50.
Adicionalmente, problemas productivos han impactado al sector. Según el anuario de Sernapesca, de los 2.554 centros de acuicultura en operación en 2023, solo 1.506 obtuvieron cosechas, lo que refleja un uso limitado del potencial productivo disponible.
Economistas como Raphael Bergoeing han destacado la importancia histórica del sector. Según el presidente de la Comisión Nacional para la Productividad, la salmonicultura ha sido el rubro de recursos naturales no cobre que más contribuyó al crecimiento entre 1996 y 2019, desarrollándose sin requerir subsidios estatales significativos.
Finalmente, Clement subrayó que el país está desaprovechando una oportunidad de crecimiento. “La salmonicultura tiene un enorme potencial de desarrollo y generación de bienestar social, pero necesita condiciones que permitan su expansión sostenible”, concluyó.
Esta información, basada en un análisis de La Tercera, pone de relieve los desafíos y perspectivas para la industria salmonera en un escenario competitivo y en constante transformación.