Mundo Acuícola conversó con el Dr. Daniel Nieto Díaz-Muñoz, quien, desde enero de 2023, asumió como gerente del Programa Tecnológico para la Producción Local de Insumos Nutricionales Para la Acuicultura.
Desde inicios de siglo se ejerce una creciente presión sobre los precios de la harina y el aceite de pescado, producto de la fuerte demanda, menores desembarques y a la introducción de prácticas más estrictas, en el manejo de pesquerías, primero en Escandinavia y Estados Unidos, y luego en Chile y Perú (FAO, 2014).
Según las y los expertos, la oferta mundial de harina y aceite de pescado ha llegado a su límite, lo que se relaciona, directamente, con la disminución en el porcentaje de ingredientes, provenientes de la pesca silvestre, en la elaboración de dietas para el cultivo de especies hidrobiológicas.
Ante ello, la industria de alimentos para acuicultura desarrolla una búsqueda constante de nuevas alternativas de abastecimiento de insumos; económicos y nutricionalmente competitivos como fuente de origen vegetal.
Lo anterior constituye una tendencia mundial, en los países acuicultores, incrementándose el uso de proteínas vegetales, en desmedro de las animales, debido, en parte, a la salud animal, que conlleva restricciones alimentarias para insumos del mismo origen, como desde el punto de vista de la factibilidad técnica y económica (Serrano, 2018).
Si bien Chile presenta una evolución en la incorporación de harinas y aceites vegetales, la consideración de materias primas, producidas por la agricultura nacional, en las dietas de preengorda y engorda de salmónidos, ésta se ha visto limitada debido a diferentes brechas.
Dicha situación explica que las empresas de alimento solo utilicen un 20% de materias primas vegetales de origen nacional en sus formulaciones (Serrano, 2018). Por esto, el protagonismo que han ganado los granos en la dieta de salmónidos requiere, especialmente en Chile, una sinergia entre los sectores salmonicultor y agrícola.
Bajo este contexto, a nivel local se han desarrollado investigaciones enfocadas para utilizar granos altos en proteínas y ácidos grasos, junto con programas de apoyo a la producción de insumo nacionales, con el fin de que estos últimos logren la competitividad necesaria para ser una opción costo-eficiente para la industria.
Una de ellas fue el lanzamiento, en 2021, del Programa Tecnológico para la Producción Local de Insumos Nutricionales Para la Acuicultura -iniciativa articulada por el Programa Estratégico Mesorregional (PEM) Salmón + Sustentable de Corfo-, que decantó en el proyecto PTEC-INVA (código 21PTECIN-188130).
El PTEC-INVA tiene como objetivo general “conformar e implementar una plataforma de apoyo que permita, mediante el trabajo colaborativo, fomentar la producción, uso y transformación de insumos vegetales nutricionales, provenientes de cultivos de rotación de la macrozona sur y austral de Chile, en fuente sostenible de proteínas y aceites, generando las condiciones habilitantes para su escalamiento e incorporación costo-efectiva a la elaboración de dietas en la industria de salmónidos”.
Así, para saber más de este proyecto y su devenir, Mundo Acuícola conversó con el Dr. Daniel Nieto Díaz-Muñoz, quien, desde el 1 de enero de 2023, asumió como gerente del PTEC-INVA.
¿Por qué desarrollar un nuevo programa vinculado con el sector salmonicultor?
Al igual que ocurre con el Programa Tecnológico Estratégico para el Desarrollo de la Acuicultura Oceánica (PTECAO) -el cual lideré hasta el año 2022, pero que continúa en sus propios rieles-, el fin principal de este proyecto Corfo no es subsidiar económicamente a la industria o a las empresas de nutrición acuícola, sino trazar una ruta para producir, localmente, insumos vegetales que aporten a una salmonicultura chilena que, como sabemos y esperamos, va a seguir en crecimiento.
Debido a temas de disponibilidad y precio, las compañías de nutrición prescinden cada vez más de la pesca pelágica, empleando tecnología para utilizar materias primas de origen vegetal, tanto para las fuentes proteicas como para las fuentes de superalimento energético (aceite).
Actualmente, casi la totalidad de la materia prima vegetal, que se utiliza en la salmonicultura, viene desde fuera de Chile. Dadas las especies vegetales que están validadas para estos fines, creemos que gran parte de este desafío lo tiene que asumir la mesoregión sur y austral (desde La Araucanía a Magallanes). Y, es que para la nutrición de salmónidos no solo se necesita proteína, sino también ácidos grasos de cadena larga, existiendo ahí una variedad que puede ser potenciada con la capacidad empresarial de la agricultura de esta zona.
Por lo demás, es importante destacar que esta iniciativa cuenta con un financiamiento que es 59% estatal (Corfo) y 41% con aporte privado (empresa beneficiaria), con $2.000 millones de pesos y $1.403 millones, respectivamente.
¿Qué empresas o instituciones están vinculadas al PTEC-INVA?
Se trata de un programa a cinco años, donde la gestora técnica y beneficiara directa de esta iniciativa es Salmones Antártica S.A., empresa líder en el cultivo de trucha arcoíris y una de las pocas que presenta una integración completa de su operación, con centros de agua dulce entre las regiones del Biobío y de Aysén, centros de mar y plantas de procesos en Chiloé y Puerto Aysén, incluyendo una planta de alimentos con capacidad para producir hasta 100.000 toneladas anuales.
Por otro lado, como coejecutores del PTEC-INVA están presentes el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA); el Centro Tecnológico para la Innovación Alimentaria (CeTA); el laboratorio VeHiCe; Agrotop (Saprosem); la Universidad Católica de Temuco (UCT) y la Universidad de Chile (UChile), además de la empresa Alianza Team, como asociada.
El área de fomento productivo, en tanto, está enfocada en las regiones de La Araucanía, Los Ríos, Los Lagos, Aysén y Magallanes, contando con un listado de materias primas vegetales, dentro de las que están variadas especies de raps, camelina, alfalfa, trébol rosado, lupino dulce, arveja, haba y trigo.
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