Destacó programa de capacitación y difusión en adaptación al cambio climático en el que participaron más de 2.000 personas de comunidades costeras y más de 400 autoridades y funcionarios públicos.
La iniciativa, que comenzó sus operaciones en 2017, contó con el financiamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por su sigla en inglés) y tuvo como objetivo central reducir la vulnerabilidad y aumentar la capacidad de adaptación al cambio climático de la pesca artesanal y la acuicultura de pequeña escala en Chile.
La Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (SUBPESCA), el Ministerio del Medio Ambiente y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) dieron a conocer los principales logros del proyecto “Fortalecimiento de la capacidad de adaptación en el sector pesquero y acuícola chileno al cambio climático”.
Los resultados del proyecto fueron presentados ayer durante el seminario virtual “Aprendizajes y oportunidades para la adaptación al cambio climático”, que convocó a autoridades nacionales y regionales, especialistas internacionales y beneficiarios de las actividades ejecutadas en cuatro caletas piloto del país. El evento reunió a más de 1.800 participantes conectados por las plataformas online de FAO.
Más información, mejores decisiones
Uno de los ámbitos centrales del proyecto fue el fortalecimiento de las capacidades institucionales –
públicas y privadas– para apoyar el proceso de adaptación de la pesca artesanal y la acuicultura de pequeña escala al cambio climático.
En este contexto, se crearon siete Grupos de Trabajo Interinstitucionales (GTI), que hoy reúnen a actores clave para coordinar y asesorar de manera permanente en materia de cambio climático, pesca y acuicultura, a nivel nacional, regional y local.
A esto se suma la puesta en marcha del Sistema de Información Interoperable (SDII), una inédita plataforma web desarrollada por el Instituto de Fomento Pesquero (IFOP) que integra datos de pesca, acuicultura y cambio climático para la toma de decisiones a nivel nacional y local.
Además, el proyecto desarrolló un amplio programa de capacitación y difusión sobre adaptación al cambio climático en el que participaron más de 2.000 mujeres y hombres de la pesca artesanal y acuicultura de pequeña escala y más de 400 autoridades y funcionarios públicos.
Durante el encuentro, la Subsecretaria de Pesca y Acuicultura, Alicia Gallardo Lagno, indicó que el proyecto “contribuyó a consolidar instancias de coordinación intersectorial y fue clave para que los profesionales y autoridades sumemos conocimientos sobre el fenómeno del cambio climático, las amenazas, los riesgos y especialmente en identificar las acciones de adaptación para reducir la vulnerabilidad climática”.
La autoridad agregó que “los productos generados en el marco de este proyecto son una base importante para los programas, políticas públicas y leyes que estamos impulsando para la sostenibilidad de la pesca artesanal y acuicultura de pequeña escala”.
En tanto, Paulina Sandoval, Subsecretaria (s) del Ministerio del Medio Ambiente, destacó los esfuerzos realizados por el Estado para lograr un trabajo conjunto con todos los sectores, con el objetivo de generar datos y herramientas que permitan evaluar mejor los riesgos y tomar decisiones con la mejor información disponible para reducir la vulnerabilidad y aumentar la capacidad de adaptación del sector pesquero al cambio climático.
Comunidades costeras más resilientes
Otro componente fundamental del proyecto fue el mejoramiento de la capacidad de adaptación de la pesca artesanal y la acuicultura de pequeña escala. Para esto, se llevaron a cabo intervenciones en cuatro caletas piloto del país: caleta Riquelme, en la Región de Tarapacá; caleta Tongoy, en la Región de Coquimbo; caleta Coliumo, en la Región del Biobío; y caleta El Manzano-Hualaihué, en la Región de Los Lagos.
Gracias a las actividades en terreno, se logró capacitar a las comunidades costeras mediante un programa de monitoreo ambiental participativo, que hoy les permite tener más conocimientos sobre distintas variables ambientales críticas asociadas al cambio climático.
En el ámbito productivo, se desplegaron más de 25 iniciativas de carácter experimental para explorar nuevas prácticas de adaptación. Mediante el uso de tecnología e innovación pescadores artesanales, acuicultores de pequeña escala y recolectoras de orilla desarrollaron nuevas prácticas incorporando diversificación productiva y valor agregado a sus actividades.
Entre estas iniciativas destacan: la creación de un sello de identidad para reconocer a las caletas que tomen medidas de adaptación al cambio climático; prácticas de aprovechamiento de fauna acompañante; desarrollo de estrategias de turismo de intereses especiales; y cultivos experimentales para avanzar en nuevas alternativas productivas.
La representante de la FAO en Chile, Eve Crowley, aseguró que “es fundamental escalar las acciones de adaptación en las caletas piloto en beneficio de todas las comunidades costeras de Chile y dar sostenibilidad a esta iniciativa más allá de su fecha de término. El cambio climático no tiene una fecha de término; por el contrario, sigue avanzando, sin límites, sin pausa, y está en nuestras manos conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y sus recursos marinos”.
Promoción del conocimiento
Por último, el proyecto también promovió el fortalecimiento del conocimiento y sensibilización sobre el cambio climático en las comunidades pesqueras y acuícolas. Para ello, se ejecutaron trabajos orientados a reforzar la comunicación en torno a las causas y consecuencias de este fenómeno, buscando instalar el desafío de la adaptación como una oportunidad.
Al finalizar el seminario, la Subsecretaria Alicia Gallardo enfatizó respecto a la necesidad de continuar trabajando con acciones de adaptación al cambio climático en las caletas pesqueras, mejorando el diálogo y reforzando las confianzas.
En tanto, la representante de la FAO en Chile concluyó que “es necesario dar continuidad al proceso de adaptación y preparación de las personas y comunidades asociadas a la pesca artesanal y la acuicultura de pequeña escala través de educación, capacitación, tecnología, diversificación y valor agregado de productos, entre otras acciones”.