Subpesca determinó que de las 28 especies sobre las cuales existe Punto Biológico de Referencia (PBR), 10 se hallan con estatus de sobreexplotación y 6 en agotamiento.
Desde Ferepa Biobío-Ñuble enfatizan que de acuerdo con la ley, ya deberíamos tener programas de recuperación para las especies sobreexplotadas o colapsadas, pero lamentablemente ello no ha ocurrido y los principales afectados son los pescadores artesanales.
La Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca) determinó que, de las 28 especies sobre las cuales existe Punto Biológico de Referencia (PBR), 10 se hallan con estatus de sobreexplotación y 6 en agotamiento.
Dentro de las primeras se encuentran la sardina común, el bacalao de profundidad, la merluza común y la merluza austral, mientras que la merluza de tres aletas y la merluza de cola de la zona sur austral están agotadas. Por otro lado, evidencia una situación preocupante, como es la deficiente información de 17 pesquerías sobre las cuales se desconoce su estado de conservación real.
«Hay temas pendientes en pesca ilegal, investigación, recuperación de especies, trazabilidad, entre otros, y nos preocupa que pasen nuevamente cuatro años y las comunidades de pesca artesanal y la protección del océano sigan esperando», señaló Hugo Arancibia Zamorano, Presidente del Directorio de Ferepa Biobío al analizar el Informe del Estado de las Pesquerías año 2021.
En este documento es posible observar el actual estado de conservación (estatus) de los recursos, según lo determinado por los correspondientes Comités Científicos Técnicos. De acuerdo a Subpesca, la pesquería agotada o colapsada es «aquella en que la biomasa del stock es inferior a la biomasa correspondiente al punto biológico límite que se haya definido para la pesquería, no tiene capacidad de ser sustentable y cuyas capturas están muy por debajo de su nivel histórico, independientemente del esfuerzo de pesca que se ejerza».
En tanto, la sobreexplotada es «aquella en que el punto biológico actual es menor en caso de considerar el criterio de la biomasa o mayor en el caso de considerar los criterios de la tasa de explotación o de la mortalidad por pesca, al valor esperado del rendimiento máximo sostenible, la que no es sustentable en el largo plazo, sin potencial para un mayor rendimiento y con riesgo de agotarse o colapsar».
Subpesca
El subsecretario de Pesca y Acuicultura, Julio Salas, destacó que «este informe es crucial y es una foto anual que nos permite conocer los avances o retrocesos sobre la condición de las pesquerías».
«Permanentemente, desde Subpesca, agregó vamos a promover la salud de nuestro océano y sus recursos a través de sólidas y justificadas medidas de administración pesquera y una transparente y oportuna información. Nos preocuparemos especialmente de que los actores sigan cumpliendo con la regulación y pondremos los mayores énfasis en desarrollar, en conjunto con Sernapesca, políticas de control para la pesca ilegal».
Para Ferepa Biobío «la conservación de los recursos y la sustentabilidad de las pesquerías depende de la gestión de una institucionalidad pesquera fuerte y del compromiso de los pescadores, teniendo siempre en consideración la información científica. Nuestro norte será velar por disponer de la mejor información y la transparencia en el proceso de toma de decisiones», señalaron.