Llaman a respetar la veda biológica de la merluza común en septiembre para proteger el desove y asegurar la sustentabilidad de este recurso clave para el sector pesquero.
El sábado 1° y hasta el 30 de septiembre se extenderá la veda biológica de la merluza común en todo el territorio nacional. De esta forma, los pescadores no podrán realizar sus capturas, dando cumplimiento al reglamento de Acreditación de Origen Legal del recurso fresco, que no puede ser comercializado bajo pena de incurrir en infracciones contempladas en disposiciones legales vigentes.
Desde la organización que agrupa a sindicatos de pescadores artesanales del Biobío, se hizo un llamado a respetar la veda de este popular recurso, que en esta época entra en etapa de desove biológico, lo que hace perentorio respetarlo y protegerlo en aras de la sustentabilidad. Se llamó a “NO extraer merluza en el periodo señalado, y NO comprarla en venta ilegal porque de esa forma estaríamos hipotecando el futuro de la principal fuente de recursos económicos de nuestro sector, como lo es la comercialización de la merluza común”.
La merluza proviene de la pesca realizada tanto por el sector artesanal como por el industrial, y se destina un 70% de la cuota global asignada a esta pesquería al consumo del mercado nacional, mientras que el 30% restante se exporta como producto
congelado a países como Estados Unidos, Alemania, Venezuela, Australia, Brasil y España.
Este es un recurso emblemático porque su precio en pescaderías es asequible a la gran mayoría de la población, y permite a chilenos de menores ingresos la posibilidad de consumir alimento de gran valor nutricional. En nuestro país, son más de 3 mil los pescadores que trabajan en la captura de este recurso endémico de las costas del Pacífico sur, y que además da trabajo a cientos de comercializadores, transportistas y feriantes de pescaderías que venden la también conocida como “pescada”. “Es el pez de mayor consumo humano en Chile, y un motor económico fundamental para el sector pesquero. De ahí la relevancia de respetar la veda durante todo septiembre, de cuidar el recurso en su peak de desove, para asegurar la sustentabilidad, y que las próximas generaciones puedan también disfrutar del más apetecido recurso del mar”.