El grupo de 19 investigadores fue recibido en Talcahuano por la Vicerrectora de Investigación y Desarrollo, Dra. Andrea Rodríguez. Las muestras recolectadas servirán para docencia e investigación. También se avanzó...
El grupo de 19 investigadores fue recibido en Talcahuano por la Vicerrectora de Investigación y Desarrollo, Dra. Andrea Rodríguez. Las muestras recolectadas servirán para docencia e investigación. También se avanzó en los análisis sobre marea roja a través de nueva tecnología (Mundo Acuícola).
En la Base Naval de la Armada en Talcahuano recaló el buque “Cabo de Hornos”. La embarcación navegó por casi 20 días por los mares exteriores frente a la Patagonia Norte, en el área de la península de Taitao.
Los investigadores del Centro Copas Sur Austral realizaron ciencia transdisciplinaria, analizando temas tales como la presencia de fitoplancton, zooplancton, contaminantes como los microplásticos y la influencia que tiene el agua dulce de los fiordos en el mar abierto, entre otras materias.
El grupo recolectó un total de 400 muestras, de las cuales un 40% se dedicará a docencia. Además, utilizaron por primera vez el Cytobot, instrumento que recolecta muestras y las analiza casi en tiempo real. Con esta herramienta, explicaron, es posible detectar e incluso anticipar la proliferación del alga que produce la marea roja.
La embarcación fue recibida por la VicerrectoraRodríguez, además de Silvio Pantoja, Director de Copas Sur Austral, y de la académica de Oceanografía, Carina Lange. Cabe señalar que este proyecto fue financiado por Conicyt y desarrollado con la colaboración de la Armada de Chile.
Al respecto, la Vicerrectora explicó que “es esencial esta combinación de esfuerzos, para lograr así tener la experiencia científica que permite hacer esta investigación de excelencia, que es lo que realizan los grupos científicos de la universidad”.
Claudio Muñoz, comandante del buque oceanográfico Cambo de Hornos, señaló que “para la Armada es sumamente importante haber trabajado con la Universidad de Concepción. Zarpamos de forma segura y se lograron todos los objetivos. Tuvimos que sortear ciertos temporales, pero logramos todos los objetivos en un área que por la meteorología es bien desafiante”.
Conclusiones preliminares
Diego Narváez, investigador de la UdeC y jefe científico de la expedición, señaló que, preliminarmente, se encontraron con algunos hallazgos inesperados. Por ejemplo, uno de los focos eran los grandes intercambios de agua de los fiordos de la boca del Guafo, en Chiloé y el Golfo de Penas. Por las condiciones climáticas, tuvieron que ingresar a fiordos menores, y allí se dieron cuenta que también se producían grandes intercambios, además de altas concentraciones de Amonio.
Agregó que el uso del Cytobot “permitió saber qué comunidades viven ahí y empezar a hacer estudios de marea roja, con una mejor identificación del organismo que la causa”.
En cuanto a las proyecciones, señaló que un próximo proyecto será poner el Cytobot en la boya de la universidad en el canal Puyuhuapi, “para tener información y anticipar cuando empieza a haber mayor abundancia del organismo que causa la marea roja”.