Estudio también destaca la importancia del capital social y las interacciones intergeneracionales para mejorar el bienestar de productores.
Una investigación de la Universidad de Concepción (UdeC), del Centro Interdisciplinario para la Investigación Acuícola (INCAR), Universidad del Bío-Bío (UBB) y de Environment for Development (EfD) Chile evaluó el efecto de algunos indicadores críticos sobre el estatus socioeconómico subjetivo de los pequeños productores acuícolas en el centro-sur de Chile.
La investigación “Subjective Socioeconomic Status in Small-Scale Aquaculture: Evidence from Central-Southern Chile”, publicada en el Journal Sustainability y que tiene por autores a la Académica de la UdeC e Investigadora Adjunta de INCAR, Dra. Marjorie Baquedano-Rodríguez, y a los Académicos de la UBB, Juan Rosas-Muñoz y Javier Castillo-Cruces, se realizado mediante una encuesta presencial ejecutada entre febrero y marzo de 2017 a 225 participantes, de las regiones del Biobío y de Los Lagos, y en él se exploró el impacto de los ingresos, la educación, características ocupacionales, redes sociales y la percepción del estado de salud sobre la visión del estado socioeconómico subjetivo actual y futuro.
“El estatus socioeconómico es un concepto multidimensional que involucra indicadores objetivos, como ingresos, educación y ocupación, pero también es crucial incorporar el cómo las personas autoperciben su posición socioeconómica ya que no es necesariamente una asociación lineal”, explicó la Dra. Baquedano-Rodríguez, Investigadora de la línea “Sustentabilidad Socioeconómica” del centro.
Para el análisis se aplicó un Modelo bi-probit de regresión, para probar cómo el estatus socioeconómico subjetivo actual y futuro se ve afectado por variables tales como participar en la APE, tener una ocupación secundaria, cosechar dos o más recursos diferentes, contar con redes sociales para hacer frente a los problemas económicos, y tener una percepción positiva del estado de salud, de los niveles educacionales, del ingreso mensual proveniente de la acuicultura y de las posibilidades de movilidad ocupacional
“Los resultados muestran que participar en la APE impacta positivamente el estado socioeconómico subjetivo actual y futuro, y de los indicadores el más robusto para la percepción del estado socioeconómico actual y futuro, es el ingreso. Por lo tanto, cualquier política enfocada en el desarrollo de la Acuicultura de Pequeña Escala debe apuntar a generar y aumentar los ingresos de los hogares para las personas que se dedican al sector. Tener un ingreso seguro es un medio esencial para alcanzar el bienestar material y también el bienestar socioeconómico subjetivo tanto desde la perspectiva actual como la visión a futuro. Otro aspecto a destacar del estudio, es que la formación o educación pierde relevancia en el estatus socioeconómico subjetivo progresivamente a medida que transcurren los años; mientras que el capital social gana importancia”, explica la Dra. Baquedano.
Asimismo, el estudio indica que los programas orientados a la Acuicultura de Pequeña Escala en Chile deben promover el compromiso social, la participación social y las interacciones intergeneracionales entre los productores. Estas interacciones intergeneracionales podrían facilitar las conexiones y el intercambio de conocimientos entre los adultos mayores y las generaciones más jóvenes, a través de actividades como programas de tutoría y programas educativos. Los programas de esta naturaleza pueden fomentar el capital social al promover el entendimiento mutuo, construir relaciones y facilitar el intercambio de conocimientos y habilidades entre diferentes grupos de edad. Además, para dar cuenta de la importancia de la experiencia pesquera previa en la promoción de la acuicultura, las políticas locales deben incorporar colaboraciones formales y sistemáticas entre pescadores artesanales y pequeños productores acuícolas para que puedan compartir experiencias y desarrollar proyectos colectivos.
En futuras investigaciones, los investigadores recomiendan controlar los entornos ocupacionales específicos, como si las personas tienen experiencia previa en la pesca. Esta variable juega un papel importante en la comprensión de cómo los antecedentes ocupacionales influyen en las percepciones de los individuos sobre su estatus socioeconómico dentro de la APE. Al comparar a las personas con experiencia pesquera con las que no la tienen, los investigadores pueden comprender cómo los conocimientos previos y las habilidades adquiridas en la pesca impactan en la percepción del estatus socioeconómico.
Además, las diferentes especies en acuicultura pueden variar en términos de su valor económico, demanda del mercado y rentabilidad. Estas variaciones pueden influir en el estado socioeconómico percibido de los individuos, y aquellos involucrados en especies de alto valor pueden percibir su estado socioeconómico de manera más positiva. Al examinar estas diferencias específicas de especies, los investigadores pueden iluminar la intrincada relación entre la actividad productiva específica, la diversidad de especies y el estatus socioeconómico subjetivo de los individuos.
“Es fundamental incorporar una gama más amplia de posibles predictores relacionados con la actividad productiva a la que se dedican los individuos. Factores como el nivel de ingresos, la estabilidad laboral, el acceso a recursos y mercados, los avances tecnológicos y los servicios de apoyo dan forma significativa a la percepción del estatus socioeconómico de las personas en la APE. La inclusión de estos predictores en estudios futuros identificará variables críticas que contribuyen a las percepciones de los individuos sobre su bienestar socioeconómico”, concluyen los investigadores.
Revisa el paper “Subjective Socioeconomic Status in Small-Scale Aquaculture: Evidence from Central-Southern Chile” aquí:
https://doi.org/10.3390/su151411239