A solo seis meses para que entre en vigencia la ley que prohíbe entregar bolsas plásticas en almacenes y comercio menor, y cuando ya ha pasado poco más de un...
A solo seis meses para que entre en vigencia la ley que prohíbe entregar bolsas plásticas en almacenes y comercio menor, y cuando ya ha pasado poco más de un año que fueron desterradas de supermercados y retail, ahora es el turno del comercio menor para que finalmente Chile se despida de estas bolsas de un solo uso para siempre (Mundo Acuícola).
Un estudio de científicos de la Universidad Católica del Norte (UCN) y de la Universidad de Chile, recientemente publicado en la revista internacional “Ocean & Coastal Management”, indaga sobre la historia de las bolsas plásticas en Chile y sobre los motivos para su prohibición en el año 2018 (Ley 21.100).
Hace poco más de un año, Chile se convirtió en el primer país de Latinoamérica en prohibir la entrega de bolsas plásticas en el comercio de todo el territorio nacional. La ley entró en vigencia el 3 de febrero de 2019 para el gran comercio, mientras que para las pequeñas y medianas empresas comenzará a regir en agosto de 2020.
La investigación centrada en las bolsas plásticas reportó el ingreso masivo de estas durante la década de los 80, al mismo tiempo que supermercados y retail se expandían en Chile, llegando a su auge durante los 90 y 2000, cuando se normaliza la entrega gratuita de las bolsas en todo el comercio. Consecuentemente, las fábricas manufactureras de bolsas plásticas aumentan dentro del país durante este periodo.
A principios de los 2000 se publicaron los primeros estudios que reportaron contaminación por plástico en las costas de Chile, que fueron seguidos de iniciativas de ciencia ciudadana y limpieza de playas para generar conciencia.
El declive de las bolsas plásticas está marcado por la inclusión de normativas que se expandieron paulatinamente a lo largo del país. El inicio fue el año 2013, con la Ordenanza Municipal de Pucón, que prohibió la entrega de bolsas dentro de la comuna. Esta iniciativa fue replicada por varias municipalidades, logrando un efecto cascada que terminó con 62 municipios que regularon el uso de las bolsas plásticas.
Al mismo tiempo que esta iniciativa se replicaba, la sociedad civil pedía mediante campañas en redes sociales y mediante diversas instancias de educación ambiental ponerle fin a esta situación.
Una encuesta nacional realizada por el Ministerio de Medio Ambiente indica que, desde el año 2016 en adelante, sobre el 90% de la población está de acuerdo con la prohibición de las bolsas plásticas, cifras que fueron confirmadas mediante otra encuesta nacional efectuada por los investigadores de la UCN.
Este estudio concluye que el declive de las bolsas de plástico en Chile fue promovido por una suerte de “alianza informal y no coordinada”, en que diversos actores incluyendo ciudadanos, educadores, municipios, científicos, ONG, medios de comunicación y universidades generaron iniciativas locales que incrementaron la preocupación de la sociedad civil por el tema del plástico y que empujaron a que finalmente se tradujera en una ley con amplia aceptabilidad a nivel nacional.
Esto se conoce como “bottom-up approach” o más simple: “que la iniciativa surge desde las bases”. Este enfoque integral desde las bases podría servir como mecanismo no solo para ir más lejos en la prevención de contaminación por plástico, sino también en otros problemas ambientales y – ¿por qué no? – problemas sociales.
La Dra. María de los Ángeles Gallardo, coordinadora del Punto Limpio Crea Herradura y con vasta experiencia en temas de residuos sólidos, comenta: “La ley de bolsas es un mecanismo para promover el cambio de conducta de los consumidores y hacerlos responsables sobre su gestión de residuos. En el cambio de lo desechable a lo reutilizable, la bolsa es el símbolo de los cambios de conductas esperados para reducir la contaminación de plásticos de un solo uso y su impacto en el medio ambiente.”
“Todos sabemos que el problema del plástico no se acaba con esta ley; por el contrario, queda mucho camino que recorrer. Sin embargo, el interés por avanzar más allá existe y diversos actores de la sociedad civil ya están actuando. La prohibición de las bolsas plásticas es solamente un primer paso, y debería culminar en la eliminación de todos los plásticos desechables en nuestras vidas”, comenta a modo de conclusión María de los Ángeles Amenábar, autora principal del artículo publicado en la revista internacional “Ocean & Coastal Management” .