Los investigadores comparan la aparición de un arenque en el Golfo de Cádiz y de un mero blanco en aguas gallegas, ejemplos de las «numerosas especies» localizadas fuera su...
Los investigadores comparan la aparición de un arenque en el Golfo de Cádiz y de un mero blanco en aguas gallegas, ejemplos de las «numerosas especies» localizadas fuera su distribución habitual (El Faro de Vigo).
La costa gallega, en el noroeste de España, es protagonista cada año por el descubrimiento de especies fuera de su hábitat natural. Bien sea porque está demasiado al sur respecto a donde debería o, por el contrario, se encuentran demasiado al norte. Un ejemplo de ello es la anómala incursión de arenques (Clupea harengus), con cinco ejemplares localizados tanto en aguas gallegas como asturianas en los últimos años.
El biólogo vigués encargado de estudiar esta inusual presencia de una especie típica de aguas más al norte, Rafael Bañón, es el responsable de un estudio recién aceptado en la revista Journal of Fish Biology. En él comparan la aparición todavía más al sur de un espécimen de arenque y también la de un mero blanco ( Epinephelus aeneus), típico de aguas subtropicales, que se capturó en Galicia. Según Bañón y el resto de los participantes en el estudio, la única hipótesis que puede explicar esta «contradictoria» migración lenta de estos y otros peces es el aumento de las temperaturas del mar a raíz del cambio climático.
El trabajo liderado por Bañón tiene por título Rutas aparentemente contradictorias en la expansión de dos especies de peces en el Atlántico oriental y en él participaron A. de Carlos, de la Universidad de Vigo, A. Alonso Fernández del Instituto de Investigacións Mariñas (IIM-CSIC) y F. Ramos y F. Baldó del centro del Instituto Español de Oceanografía (IEO) en Cádiz.
Los investigadores compararon el primer mero blanco localizado en aguas de Galicia (el segundo que se encuentra más al norte de su zona habitual) y un arenque capturado por el buque oceanográfico Miguel Oliver en el Golfo de Cádiz (la captura más al sur jamás realizada de esa especie) durante la campaña Ecocadiz. «La coincidencia de peces de afinidad cálida y fría en latitudes templadas es inusual, pero la existencia de anomalías en la temperatura de las aguas del Atlántico podría estar detrás de estos hallazgos», resume el texto.
En el caso del mero blanco, capturado el pasado septiembre en aguas de la ría de Vigo, en el estudio se explica que es una especie demersal que habitúa a moverse entre el sur de España y Portugal (y la zona más oriental del mar Mediterráneo) y el sur de Angola. Representa un de las numerosas especies tropicales y subtropicales que llegan a aguas españolas y, además, en este caso es síntoma de «un proceso de colonización» que ya se inició en el Mediterráneo o el Adriático.
En el caso del arenque, y tal y como publicó FARO el pasado marzo cuando se localizó un arenque en Galicia, se trata de una especie pelágica que se encuentra desde Groenlandia y Noruega hasta el Golfo de Vizcaya francés y es «objeto de una pesca intensiva» en los países del Atlántico norte, tanto del oeste como del este. Los cinco ejemplares localizados desde 2009 en el norte del país y el nuevo hallazgo en Cádiz «podría apoyar la hipótesis de una verdadera expansión hacia el sur» del arenque.
El achaque de estos movimientos al cambio climático concuerda también con el reciente estudio publicado en la publicación especializada Global Change Biology hecho público esta semana por el IEO. En él señalan que el fenómeno amenaza a los corales y especies comerciales del océano profundo, provocando que algunos hábitats como los del bacalao podrían desplazarse hasta 1.000 kilómetros al norte.