El proyecto surgió del interés de los estudiantes por encontrar nuevas fuentes de compuestos con actividad antibacteriana, debido al problema de la resistencia de las bacterias a los antibióticos comerciales actuales.
Lo que comenzó como una iniciativa para presentar en una feria científica, hoy se está convirtiendo en un aporte para la ciencia y es que José Tomás Jiménez y Benjamín Almonacid, estudiantes de cuarto medio del Colegio San Francisco Javier, se encuentran desarrollando una interesante investigación sobre las propiedades antibacterianas de las algas locales, específicamente a partir de especies obtenidas en la costa de Puerto Montt junto al ingeniero acuícola de la Universidad Austral de Chile e investigador, Pedro Murúa.
El proyecto surgió del interés de los estudiantes por encontrar nuevas fuentes de compuestos con actividad antibacteriana, debido al problema de la resistencia de las bacterias a los antibióticos comerciales actuales. En su investigación, descubrieron que las algas pueden producir compuestos antimicrobianos, por lo que decidieron caracterizar algunos de estos compuestos.
Acercamiento a MASH
El contacto con el Núcleo Milenio Agronomía Marina de Algas (MASH), -primer centro chileno dedicado a la generación de conocimiento sobre la producción de macroalgas financiado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) – y el Centro i~mar surgió durante la Feria Científica del Colegio Alemán de Puerto Varas, donde Jaime Vargas, investigador de MASH, conoció el proyecto de los estudiantes.
Al revisar los stands, Vargas vio que estaban trabajando con antibiogramas y distintas algas de la región, “lo cual llamó nuestra atención porque nosotros como MASH estudiamos diferentes tipos de algas como el huiro (Macrocystis pyrifera) y el pelillo (Gracilaria chilensis). Al encontrar este tipo de trabajo nos incentiva a seguir dando a conocer en los diferentes colegios de la región la importancia de la ciencia -y en especial de las algas- y de esta manera seguir pensando en desarrollar nuevas actividades que permitan a más estudiantes a interesarse por el mundo MASH”.
A la fecha, el encargado del Laboratorio de Genética trabaja con los estudiantes en los laboratorios de MASH apoyándolos en la determinación de la identidad genética de algunos de los microrganismos que han podido aislar.
Un futuro en las ciencias
Por su parte, José Tomás y Benjamín disfrutan de este proceso y del campo de la investigación, confesando que “nos hemos dado cuenta de que es algo en lo que nunca se deja de aprender y eso nos encanta», relevante en el contexto de estar considerando carreras en investigación para su desarrollo profesional.
El acceso al laboratorio ha sido crucial para el éxito del proyecto, ya que estar aquí “es como estar en la oficina donde uno va a trabajar en el futuro. Nos da la oportunidad de probar y confirmar que este es un ambiente que nos gusta mucho», dijo José Tomás.
Finalmente, ambos jóvenes investigadores revelan que están muy motivados por el potencial impacto de su trabajo en la comunidad local, ya que “lo que estamos descubriendo podría tener implicancias importantes para las personas de nuestra región y eso nos motiva a seguir en carreras de investigación», sentenciaron.