Especialista señala que las micotoxinas, sustancias tóxicas producidas por hongos, varían en cuanto a su estructura química y sus efectos, lo que hace difícil su identificación y control.
“Cuando se trata de las micotoxinas, debe quedar claro que existen más de 500 variedades y cada una tiene sus particularidades y modo de acción. Ahí es donde vive el peligro: las medidas preventivas y de tratamiento no siempre son eficientes en la gestión del riesgo, por lo que es necesario implementar estrategias amplias enfocadas en la eliminación del mayor número posible de micotoxinas”.
La más reciente Encuesta Mundial de Micotoxinas de Biomin muestra que más del 90% de las muestras analizadas contienen una o más micotoxinas. Entre las más destacadas está la micotoxina zearalenona (ZEN), que está presente en todos los tipos de commodities agrícolas del mundo, especialmente el maíz, trigo y soja. “Debido a su similitud con el estrógeno, la ZEN se une a su receptor causando hiperestrogenismo, lo que tiene un impacto negativo en el sistema reproductivo y fertilidad de diferentes especies de animales”, explica Tiago Birro, Gerente de Producto de BIOMIN para Latinoamérica.
El especialista señala que las micotoxinas, sustancias tóxicas producidas por hongos, varían en cuanto a su estructura química y sus efectos, lo que hace difícil su identificación y control.
En este contexto, es fundamental prestar mucha atención a la presencia y acción de la ZEN. “En bovinos, observamos que la degradación de la micotoxina en el rumen no resulta en detoxificación, sino en un aumento del efecto estrogénico. Entre los signos clínicos de su acción están el agrandamiento temprano de la ubre y el falso estro, lo que hace mucho más difícil la inseminación artificial de las vacas durante el estro real. Esto resulta en un aumento del intervalo entre partos, causando grandes pérdidas económicas en la producción lechera. Cuanto más tarde la vaca queda preñada, mayor será la probabilidad de que sea eliminada del rebaño”, describe Tiago.
La acuicultura también siente los impactos de la contaminación por ZEN. La micotoxina tiene efectos negativos en peces y camarones, incluidos la reducción de la productividad y supervivencia de la progenie, aumento de la tasa de mutaciones y malformaciones, y efectos sobre las gónadas y huevas.
“En la avicultura, el desafío de la ZEN afecta tanto a los machos como a las hembras. En las hembras, es común observar la presencia de quistes en el oviducto e inflamación del sistema reproductivo, lo que puede tener un impacto en la calidad de la cáscara del huevo”. El especialista de Biomin ejemplifica: la ZEN causa una reducción media de aproximadamente el 6% en la producción de huevos, lo que corresponde a 34 huevos menos producidos por gallina.
En la producción de cerdos, Tiago señala que incluso los lechones pueden verse afectados por la contaminación con ZEN. “La exposición de las cerdas a esta sustancia afecta la salud de los recién nacidos. De este modo se tiene un mayor porcentaje de lechones nacidos débiles y con signos de hiperestrogenismo. En machos, la ZEN causa una reducción de la calidad de los espermatozoides y de la libido”, complementa.
“Se sabe que la ZEN actúa simultáneamente y de forma sinérgica con otras micotoxinas, lo que aumenta el riesgo para todos los animales. Los adsorbentes convencionales como las arcillas o productos a base de levadura tienen una eficacia limitada y sólo mitigan sus efectos negativos. Los avances de la tecnología permiten desarrollar soluciones específicas para el mercado que eliminen rápidamente y de manera eficaz la contaminación por ZEN, asegurando el éxito de la fase reproductiva de animales de diferentes especies”, concluye Tiago.
La solución más eficaz para el control de la ZEN es la biotransformación, que constituye la herramienta científica más avanzada para contrarrestar los efectos de las micotoxinas ya que implica una combinación única de enzimas específicas y componentes biológicos.