Un grupo de científicos desarrollará un sistema de medición continuo que no existe en la actualidad en ninguna región de Chile. Se instalará en un transbordador que realiza el trayecto...
Un grupo de científicos desarrollará un sistema de medición continuo que no existe en la actualidad en ninguna región de Chile. Se instalará en un transbordador que realiza el trayecto Punta Arenas-Puerto Williams (Mundo Acuícola-Centro Ideal).
Dada su geografía, la Región de Magallanes y de la Antártica Chilena es considerada una de las zonas de Chile más vulnerables a los efectos del cambio climático. Pese a ello, existe poca información científica respecto de las actuales condiciones medioambientales de sus ecosistemas marinos.
Gracias a la adjudicación del Programa de Equipamiento Científico y Tecnológico, Fondequip, un grupo de investigadores instalará un equipo de última tecnología que permitirá conseguir registros oceanográficos desde Punta Arenas hasta Puerto Williams.
Se trata de científicos del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (IDEAL) de la Universidad Austral de Chile (IDEAL), quienes anexarán un sistema de medición permanente en el ferry “Yaghan” perteneciente a Transbordadora Austral Broom. Con él podrán obtener datos de diversos parámetros de la superficie de los fiordos y canales del sur de la región.
“Desarrollaremos un sistema de medición continuo y permanente que no existe en la actualidad en ninguna región de Chile. Funcionará de manera completamente autónoma, por lo tanto, no se requiere una persona a bordo del barco que esté supervisando la toma de muestras”, explica el investigador del Centro IDEAL, Dr. Ricardo Giesecke, líder del proyecto. “Aprovecharemos los tres viajes mensuales que realiza el transbordador para monitorear las condiciones desde el Estrecho de Magallanes hasta el Canal Beagle”, agrega.
El instrumento oceanográfico medirá variables superficiales de temperatura, salinidad, oxígeno, pH, concentración de dióxido de carbono (CO2), turbidez y clorofila, entre otras variables. Además, se instalará un espectroradiómetro, que otorgará las características ópticas del agua. Esto permitirá realizar una caracterización más detallada del Océano Austral y generar algoritmos para la calibración de productos satelitales.
Paralelamente, el equipo tendrá un colector de agua automatizado que extraerá y almacenará 24 muestras de agua de 1L de mar en cualquier parte durante la navegación, las que posteriormente serán analizadas en laboratorio. Toda la información recolectada por los sensores será enviada vía red 4G a un servidor para luego quedar disponible en una plataforma online, desde donde las personas podrán visualizar los datos y descargar la información.
En el proyecto, además, participan el Instituto de Fomento Pesquero (IFOP), la Universidad de Magallanes (UMAG), la Universidad del Biobío, la Universidad de Concepción (UdEC), la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), el Alfred Wegener Institute (AWI – Alemania), la Universidad de Oldenburg (UOL – Alemania), el Helmoltz Zentrum Geesthacht (HZG – Alemania), y la Old Dominion University (ODU – EE.UU.).
Derrames de petróleo
La instalación del equipo permitirá generar una línea base de las condiciones ambientales de los fiordos y canales de la Región de Magallanes. Gracias a los registros de larga data, los investigadores podrán comprender, por ejemplo, los cambios de los ecosistemas marinos y obtener información respecto de la forma en que están siendo afectadas las especies del fondo y columna de agua ante diversos estresores.
“Este equipo nos ayudará a tener indicadores de la calidad del agua, lo que significa que, en el eventual caso de derrames de petróleo, podríamos tener registros del nivel del daño en el Océano Austral”, concluye el Dr. Giesecke.
Oportunidad para el desarrollo de nuevas tecnologías
El instrumento oceanográfico es altamente modular, lo que contribuye a la creación de nuevas tecnologías. Es así como, gracias a un convenio con ingenieros e investigadores de Alemania, se desarrollará el primer prototipo en el mundo que permitirá la colecta de toxinas de microalgas. Con ello se evaluará de manera permanente el estado de las concentraciones de ficotoxinas, su origen, persistencia, dinámica temporal y espacial en los fiordos y canales de la región.