El cetáceo fue hallado muerto ayer en la mañana en la costa de la comuna de Porvenir. Lo que llamó más la atención fue el objeto enterrado en su cuerpo,...
El cetáceo fue hallado muerto ayer en la mañana en la costa de la comuna de Porvenir. Lo que llamó más la atención fue el objeto enterrado en su cuerpo, que correspondería a un transmisor para localizarlo.
El ejemplar que se encontró, corresponde a una ballena sei (Balaenoptera borealis), adulto de 16 metros de largo. Cerca de la cola exhibía hematomas y una columna algo torcida. Además, un objeto de unos 30 centímetros que el cetáceo tenía incrustado.
Tras examinar el objeto, el especialista en mamíferos marinos y director ejecutivo del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (Ceaza), Carlos Olavarría, estableció que el objeto es una marca satelital.
“Yo he trabajado con esos aparatos. Es una marca estándar para cuando quieres saber el movimiento de las ballenas. Se le implanta un transmisor dentro de la grasa, y queda una parte, como una antena, hacia el exterior”, explica el científico.
Cada vez que la ballena sale a la superficie, el dispositivo envía su ubicación al satélite y así, quien la instaló, puede observar por dónde transitan las ballenas y cuál es su comportamiento por los distintos lugares que habitan.
El lugar donde apareció el cetáceo varado debió ser acordonado por personal de la Armada y por el Servicio Nacional de Pesca. El encargado de la oficina de Sernapesca en Porvenir, Román Guijuelos, explicó que debido a la curiosidad que provoca ver una ballena varada, mucha gente se acercaba a ver el ejemplar.
“Tratamos de que las personas no se acerquen mucho porque existe un riesgo de transmisión de enfermedades zoonóticas. Además, nos dimos cuenta que las rocas del lugar ya estaban bastante untuosas, por el mismo aceite que expele del animal”, añade.
El objeto enterrado fue retirado de la ballena y entregado a la Dirección Regional de Sernapesca, en Magallanes. Allí se pondrán en contacto con los dueños del aparato, quienes habían solicitado a la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura realizar esta instalación de dispositivos a diez orcas, y otras diez especies donde estaría la ballena que apareció en Porvenir.
El marcador satelital es parte de una investigación que realiza el Centro de Investigación Whalesound, en conjunto con el Smithsonian Institute. El estudio implicaba el seguimiento de tres ejemplares de ballena sei, de los cuales uno corresponde a la que apareció en las costas de Porvenir.
“Por las características externas de la ballena, lo más probable es que se trate de una muerte ocasionada por un impacto con una embarcación mayor”, explica Víctor Aburto, médico veterinario del área de Rescate y Conservación de Sernapesca. Los hematomas y marcas que tiene el animal en su costado podrían corresponder a un golpe de un barco.
Carlos Olavarría añade que “es importante recordar que la zona del Estrecho de Magallanes, entre Punta Arenas y Porvenir, es regular el tránsito de barcos”.
Si bien la herida del marcador se veía importante, para este tipo de especies no es algo grande. “Es probable que algunas aves aumentaron el tamaño de la herida al carroñarla”, agrega Guijuelos. La ballena, por su dificultad al moverla, permanecerá en el lugar durante las próximas semanas.
Biólogos del Museo de Historia Natural de Río Seco se encargarán de realizarle la necropsia al cetáceo, y así tener más detalles de su deceso.
Nota original publicada en La Tercera