El proyecto se desarrolló bajo el alero de la iniciativa Hackatón por el Cambio Climático del Consorcio Ci2030.
El impacto de la industria salmonera en el ecosistema es una de las principales problemáticas medioambientales que se enfrentan actualmente. El elevado uso de antibióticos puede causar serias perturbaciones en la biodiversidad, ya que los desechos terminan decantando en el fondo del mar y afectando las especies que habitan ahí.
Según el informe sobre el uso de antimicrobianos en la salmonicultura nacional realizado el 2021 por el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (SERNAPESCA), las industrias salmoneras que operan en nuestro país utilizaron durante ese año cerca de 463,4 toneladas de antimicrobianos, lo que representa un aumento del 33% en comparación al 2020. Frente a esta problemática, los investigadores de la Universidad de La Frontera, parte del Consorcio Ciencia 2030, desarrollan una solución innovadora que permite reducir el uso de antibióticos y el daño que se produce en las zonas donde existen centros de cultivo de salmones.
Respecto a este trabajo, Cristian Aranzaes, Ingeniero Civil en Biotecnología, señaló que esta metodología había sido probada en la industria ganadera obteniendo resultados positivos y agregó que “la fagoterapia lleva mucho tiempo siendo estudiada pero nunca en la industria acuícola, se sabe que los fagos tienen un uso microbiano y que puede servir de alguna forma. Hay casos de empresas que iniciaron estudios de terapia fago pero sin llegar a etapas de caracterización como lo estamos haciendo nosotros”.
En la misma línea, Nicolás Lefin, Ingeniero Civil Químico, explicó que ya han realizado la parte experimental obteniendo resultados positivos. Sin embargo, la principal dificultad del proceso es la poca investigación que existe en torno al tema. “A nosotros nos surge como un desafío la producción de este tipo de bacteriófago, ya que existe poca información respecto a la bacteria, hemos tenido que crear una metodología para hacerla crecer, caracterizarla, pero la especificidad que se le entrega a la fagoterapia y el uso que le podemos dar es la innovación de este proyecto” comentó Nicolás.
Actualmente el equipo se encuentra ad portas de la validación y caracterización del fago, para posteriormente comenzar la producción en masa del mismo. Javiera Miranda, Ingeniera Civil en Biotecnología, puntualizó la meta a la que quieren llegar como equipo. “Lo que nosotros esperamos es producir este compuesto antimicrobiano y comercializarlo, la idea es asociarnos con una empresa que nos pueda apoyar en el escalamiento y caracterización del fago”.
Finalmente, Cristian Aranzaes enfatizó en la importancia de esta investigación y de las futuras líneas de desarrollo. “Estaríamos marcando un precedente, si nosotros lo logramos a gran escala otros podrán decir la fagoterapia sirve en la acuicultura, se comenzarían a probar con otras bacterias y se abriría una línea de investigación orientada a solucionar un problema real” indicó el Ingeniero Civil en Biotecnología.
La solución se desarrolló en el marco de la Hackatón por el Cambio Climático, una de las estrategias del Consorcio Sur-Subantártico Ci2030, siendo una instancia formativa que desafía a los investigadores a desarrollar soluciones científicas innovadores que resuelvan problemáticas globales con una mirada local. El Consorcio está compuesto por seis casas de estudio regionales: Universidad de Talca, del Bío-Bío, Católica de la Santísima Concepción, de La Frontera, Austral de Chile y de Magallanes.