La implementación de un Sistema de Gestión de Continuidad de Negocios (SGCN) debe considerarse como una estrategia proactiva fundamental para asegurar la sostenibilidad a largo plazo.
“La industria salmonicultora no puede permitirse ser reactiva frente a las crisis ni a los eventos disruptivos. La implementación de un Sistema de Gestión de Continuidad de Negocios (SGCN) debe considerarse como una estrategia proactiva fundamental para asegurar la sostenibilidad a largo plazo. Esto, porque no solo protege a las empresas individuales, sino que también fortalece la resiliencia del sector en su conjunto, beneficiando la economía nacional y garantizando la seguridad alimentaria global”, explicó Gerardo Cárdenas Vargas, gerente general de ALSUR Ingeniería, el pasado viernes 29 de noviembre, durante su participación en el IX Congreso Nacional de Acuicultura, que se realizó en la Universidad Católica del Norte, sede Coquimbo.
Ingeniero Civil Oceánico, Magíster en Administración y Gestión Portuaria, además de Auditor Líder ISO 22301, el profesional fue uno de los exponentes de la sesión “I+D de las Empresas” donde, junto con agradecer la invitación formulada por la organización del congreso a través del Club Innovación Acuícola de Chile, abordó “El Imperativo Estratégico de un Sistema de Gestión de Continuidad de Negocios (SGCN) ante Eventos Disruptivos en la Salmonicultura”. Recordó que el sector se encuentra en permanente riesgo, ya sea a raíz de desastres naturales (temporales, aluviones), desafíos sanitarios y biológicos (FANs, enfermedades virales y bacterianas), accidentes (incendios, derrames químicos) y trances sociales (movilizaciones de ONGs, robos), entre otros que, mal gestionados, pueden tener un “efecto dominó” provocando, incluso, la paralización parcial o total de las operaciones de las empresas, con la consecuente interrupción de la cadena de suministros a sus clientes.
Sostuvo que es aquí donde resulta clave la Norma Internacional para Sistemas de Gestión de Continuidad de Negocios (SGCN) ISO 22.301:2019, que proporciona un marco de buenas prácticas para ayudar a las organizaciones a abordar eficazmente el impacto de una interrupción en su funcionamiento. “El objetivo central de un SGCN es identificar estratégicamente los procesos críticos de una empresa y desarrollar una estrategia de recuperación y planes de acción para garantizar que todos los servicios esenciales funcionen correctamente ante situaciones no planificadas”, expuso.
BENEFICIOS CLAVE PARA EL SECTOR
Al referirse a los beneficios que brinda a las organizaciones la implementación de este tipo de sistemas, Gerardo Cárdenas destacó los principales, explicándolos en detalle:
- RESILIENCIA OPERACIONAL: Un SGCN bajo norma ISO 22.301 proporciona directrices claras para identificar y evaluar riesgos, además de desarrollar estrategias para mitigarlos. En la industria salmonicultora, donde los brotes de enfermedades, los cambios en las condiciones ambientales, las interrupciones en la cadena de suministro y la presión de ONGs son comunes, tener un plan de continuidad de negocios bien estructurado es crucial para mantener las operaciones en marcha
- PROTECCIÓN A LA REPUTACIÓN: Un incidente mal gestionado en la salmonicultura puede dañar severamente no solo la reputación de una empresa, sino que la de todo el sector. La implementación de un SGCN evidencia el compromiso de las compañías con la calidad, la seguridad y la responsabilidad. De esta forma, no solo se logra aumentar la confianza de los clientes y los socios comerciales, sino que también mejora la percepción pública y la imagen de la industria en general.
CUMPLIMIENTO NORMATIVO Y COMPETITIVAD: La salmonicultura está sujeta a rigurosas normativas nacionales e internacionales. Contar con un SGCN conforme a la norma ISO 22.301 fortalece el cumplimiento de estos requisitos, evitando sanciones y mejorando la posición competitiva en el mercado global. Además, esta certificación ISO puede ser un diferenciador importante en mercados internacionales exigentes.
REDUCCIÓN DE PÉRDIDAS FINANCIERAS: Las interrupciones en las operaciones pueden resultar en pérdidas financieras significativas. La implementación de un SGCN ayuda a minimizarlas, garantizando que las operaciones críticas puedan reanudarse rápidamente. Esto es fundamental en un sector donde los márgenes de tiempo son cruciales para la producción y distribución del producto.
MEJORA CONTINUA: La norma ISO 22.301 fomenta una cultura de mejora continua mediante la revisión regular de los planes de continuidad y la incorporación de lecciones aprendidas de incidentes pasados. Este enfoque proactivo permite a las empresas adaptarse y mejorar constantemente sus capacidades de respuesta y recuperación.
- Por último, el ejecutivo explicó que “un SGCN basado en norma ISO 22.301 ofrece al sector una hoja de ruta clara para gestionar riesgos, mantener la continuidad operativa y asegurar el futuro en un entorno cada vez más incierto. La adopción de este modelo no es solo una buena práctica, sino que una necesidad estratégica que garantizará que esta industria pueda enfrentar cualquier desafío con confianza y fortaleza”, concluyó.