El robot FCN-8 es eficiente -registra un rendimiento sobre 10.000 m2 al día-, amable con el medio ambiente y presta servicios a la industria acuícola de las regiones de Los...
El robot FCN-8 es eficiente -registra un rendimiento sobre 10.000 m2 al día-, amable con el medio ambiente y presta servicios a la industria acuícola de las regiones de Los Lagos y Aysén (Mundo Acuícola).
AKVA Group -el mayor proveedor de tecnología de la industria acuícola internacional- lanza una nueva línea de negocios en Chile, con el servicio de un robot limpiador que elimina el fouling adherido a la red, permitiendo que los peces tengan condiciones óptimas de agua para su cultivo y por consiguiente el crecimiento esperado. “La mantención se debe realizar cuando la presencia de microorganismos está en concentración mínima, evitando así la probabilidad de falta de O2 al interior de la jaula”, precisa Antonio Nielsen, gerente división redes, AKVA Group Chile.
El FCN-8 posee un sistema de propulsión similar a un dron debajo del agua con motores bidireccionales, que le permiten total movilidad y dirección, lo que constituye una gran ventaja ya que no necesita apoyarse a la red para movilizarse. Así, un piloto que opera en una sala de control, maniobra el joystick con el que controla el movimiento. El proceso de limpieza consiste en la aplicación de finos chorros de agua a alta presión mediante dispersores de acero inoxidable que van dispuestos en cada uno de los ocho discos que dispone el ROV.
El servicio que actualmente funciona con dos embarcaciones -habilitadas para albergar a cinco personas (dos pilotos ROV y tres personas de la tripulación)- da cumplimiento a las faenas con un robot en cada una, el cual “registra un rendimiento individual sobre 10.000 m2 al día, tremendamente eficiente si se compara con los sistemas de limpieza manual que rinden unos 1.800m2 por día y sólo se puede limpiar paredes, en el caso de los ROV además se puede limpiar fondos y red lobera. Si estimamos que la industria cuenta con unos 350 centros de cultivos activos, la solución va por la vía del uso del ROV, ya que es clave lograr mantener las redes limpias durante un ciclo de crianza, puesto que la acuicultura es en esencia oxígeno y si no se cuenta con las condiciones adecuadas de agua los peces no comen, se enferman y no crecen”, comenta Nielsen.
Las embarcaciones que disponen de estos robots, que funcionan con éxito con productores de la industria desde julio del 2017, son operadas por pilotos con experiencia, capacitados acorde a las necesidades de cada cliente. “Los robots son monteados en barcos o barcazas con el propósito de entregar la independencia que exige un servicio de este tipo, con lo cual se llega rápidamente a cada centro de cultivo y se presta un servicio donde no intervenimos con la operación y funcionamiento del centro. Cada robot es operado por perso nal altamente especializado, contamos dentro de nuestro equipo con hombres y mujeres chilenos, brasileños y venezolanos. Mientras que Camanchaca, Australis, Invermaq y Multiexport, son algunos de nuestros clientes que ya lo utilizan”, sostiene Antonio Nielsen.
Especificaciones técnicas
El FCN-8, limpiador de red de operación remota, está compuesto por un cabezal propulsado de ocho discos de limpieza que rotan por la salida del agua a alta presión, produciendo la remoción del fouling adherido a las redes; con funciones automáticas, cámaras HD y luces, cuenta con presentación gráfica, sensores de presión y caudal, fácil de maniobrar y desinfectar, es operado desde una sala de control habilitada con seis pantallas que permiten visualizar lo que está sucediendo bajo el agua, además de la posición en la que el equipo se encuentra dentro de la jaula. Cuenta con un panel de control y su comando se realiza desde joysticks. El ROV es alimentado por una bomba de agua de alta presión (250 a 260 lpm a 280 a 300 bar de presión), que está compuesta por un motor de 275HP de potencia máxima, que mide 2520 x 1920 x 2245 y pesa unos 3.400 kg, y usa combustible Diesel.
Según lo dispuesto en el Reglamento Ambiental para la Acuicultura (RAMA) el lavado in situ en primavera verano se debe realizar cada quince días, y en otoño invierno no más allá de 60 días, aunque la dinámica del cambio climático hace necesario una revisión constante para cada caso en particular.