Durante la charla plenaria, el investigador mostró parte de los estudios que ha desarrollado por años en los fiordos del país (entre 2013-2017), resumiendo todo el conocimiento adquirido sobre el...
Durante la charla plenaria, el investigador mostró parte de los estudios que ha desarrollado por años en los fiordos del país (entre 2013-2017), resumiendo todo el conocimiento adquirido sobre el sistema en ese periodo (Núcleo Milenio Musels).
En Vancouver, Canadá, tuvo lugar el taller internacional titulado “Interacciones Marino-Terrestre en sectores costeros del bosque templado lluvioso”, organizado por la red de investigadores Coastal Rainforest Margins. El encuentro, que congregó a 33 expertos en diferentes áreas, permitió el intercambio de experiencias, observaciones y resultados de estudios realizados en zonas costeras con gran influencia de material terrestre, tales como canales y fiordos Patagónicos.
Hidrólogos, biogeoquímicos, ecólogos marinos y terrestres, oceanógrafos físicos, químicos y biológicos, además de expertos en modelación numérica, fueron parte del espectro de científicos que participó en esta reunión, que por primera vez contó con la participación de representantes del centro Musels.
De acuerdo a lo planteado por el Dr. Cristian Vargas, investigador y director del Núcleo Milenio Musels, el objetivo del encuentro fue tratar de hacer una comparación entre ecosistemas similares entre el hemisferio norte (como Oregón y la costa de Alaska) y sur (como los fiordos) ubicados a mediana y alta latitud.
“Se buscaba comparar ambos sistemas desde el punto de vista de la importancia que tienen los flujos de material terrestre: como ríos, derretimientos de glaciares, entre otros, y cómo eso impacta en la química del agua o en las propiedades físicas”, explica.
Para Vargas uno de las aristas importantes del encuentro es la formación de redes, de hecho, según señala, se formó una especie de red de gente que trabaja en temas relacionados con acoplamiento terrestre-marino, con el compromiso de contactarse en el mediano para hacer conexiones de trabajo, por ejemplo, escribir papers o trabajos de investigación comparativos.
Investigación en Chile
La presentación del Dr. Vargas se enfocó particularmente en los flujos de carbono, las propiedades físico-químicas del agua y cómo el derretimiento de los glaciares o los aportes de los ríos (en la Patagonia norte, por ejemplo) modifican las propiedades del agua desde diferentes puntos de vista (físico-químico y biológico).
“Ellos están haciendo estudios similares a los que nosotros hacemos en el sur de Chile, por lo mismo les interesaba conocer parte de nuestras observaciones en ese ámbito, así como también poder compartir lo que ellos han observado en sus sistemas”, indica.
“Conté cómo habíamos estudiado el impacto que tienen las descargas de material terrestre que llegan a la zona costera cerca de Puerto Montt (Chiloé) y más al sur por el canal Baker, hasta Magallanes, donde también se estudió cómo los glaciares impactan la zona costera”, agregó Vargas.
Del encuentro, uno de los aspectos que más llamó la atención del investigador fue que mucho de lo que observa en Chile es similar a lo que ocurre en el hemisferio norte. Las problemáticas estudiadas como en los ecosistemas, las forzantes atmosféricas, físicas, químicas, entre otras, se replica desde baja California hasta Alaska.
“Lo evidencié con las charlas que presentaron allá, pues trataban los mismos temas o elementos que hemos encontrado aquí. Esto generó más entusiasmo entre los asistentes, pues entendieron que si se quiere estudiar se debe empezar a trabajar con pares del otro hemisferio, para poder ver patrones de mayor escala”, aseguró el científico.
Por su parte, el oceanógrafo físico, Dr. Diego Narváez, investigador joven del Núcleo Milenio Musels presentó la charla titulada “Observational systems in Chilean Patagonia: Achievements and challenges”, centrada en los sistemas de observación desplegados por Copas Sur-Austral, Ceaza, Musels y otras instituciones chilenas en la región, que han permitido avanzar hacia comprender y modelar los principales fenómenos físicos que afectan la dinámica de los ecosistemas patagónicos y actividades productivas como la acuicultura.
Observaciones en el sur de Chile
Para comprender el ecosistema costero, sobre todo en la zona austral donde hay mucha precipitación y arrastre de material terrestre, es preciso considerar el factor terrestre y tener conocimiento de cuán acoplado está con el continente, pues su influencia es grande.
“En el sur hemos observado por ejemplo que más del 50% del material medido como carbono, utilizado por organismos marinos (ej. Crustáceos como una jaiba u organismos del plancton), lo obtienen del material terrestre que llega al mar y es absorbido por estas especies en el mar”, sostiene el Dr. Vargas.
Asegura que hay un cambio de perspectiva, pues se tendía a pensar que los organismos del mar se alimentan de lo que hay en el mar, sin embargo, en la costa hay un montón de material que viene de la tierra y que finalmente termina siendo absorbido por los organismos en el mar.
“Esto cambia toda nuestra manera de comprender las cadenas tróficas, pues se pensaba que todo ocurría en el mar, pero son cadenas tróficas mucho más complejas, y eso, nosotros lo hemos visto en las zonas de Chiloé”.
En este contexto, estudiantes del Núcleo Milenio Musels, actualmente trabajan en tesis que investigan cómo el cambio del uso del suelo, de vegetación nativa a plantaciones de pino, puede cambiar la escorrentía (agua de lluvia que circula libremente sobre la superficie de un terreno) y cómo ese material terrestre llega a la costa.
“Se ha visto que cuando cambian los bosques nativos por pinos y llueve, todo ese material ácido (el suelo se acidifica con las plantaciones de pino) llega a la costa y provoca un cambio en la química del mar. Ello podría afectar a los organismos naturales que habitan el ecosistema marino, pero también a la actividad productiva que se asocia a la zona, como la acuicultura de choritos”, puntualiza el Vargas.