"Las empresas de nutrición tenemos una amplia ventaja en cómo ejercitar una huella de carbono más baja", remarcó Pablo Leyton, gerente de Feed Technology de Salmofood.
Una relevante participación tuvo Salmofood en la pasada AquaSur Tech 2023, evento en que la compañía resaltó como auspiciador; contó con un stand de exhibición; participó en el workshop “Proveedores Proveedores transformacionales para una Acuicultura Sostenible”; y expuso durante el desarrollo del Congreso Internacional.
Respecto a este último en particular, la participación de Salmofood estuvo a cargo de Pablo Leyton, gerente de Feed Technology de Salmofood, quien tomó parte durante el panel “Alimentación e innovación aplicada a la producción sostenible: números para la eficiencia y optimización para la sustentabilidad/alimentación e innovación aplicada a la producción sostenible y su impacto en los reportes y la transformación”.
Leyton comenzó su intervención distinguiendo los conceptos de sustentabilidad y sostenibilidad, para luego realizar una retrospectiva sobre la evolución en la variedad de insumos para dietas acuícolas.
“La ONU diferencia entre sustentabilidad y sostenibilidad, poniendo el foco de esta última básicamente en lo que puede ser la protección o cuidado de algún recurso natural. En este sentido, cuando Salmofood inició a sus operaciones a mediados de los años 90, partimos tempranamente pensando en componentes de sustentabilidad. Eso fue porque teníamos el foco en la producción y en la utilización de insumos hidrobiológicos, específicamente harina y aceite de pescado. Ello respondía no solo a un tema de precios de insumos, sino porque fundamentalmente, en ese tiempo, nos proyectábamos al futuro con tasas de crecimiento que normalmente eran de doble dígito, identificando que el cuello de botella para la industria era el aceite de pescado”, rememoró Leyton.
«Posteriormente, nos dimos cuenta que el concepto de sostenibilidad, para diferenciarlo de la sustentabilidad, incorpora lo económico y social. Del punto vista económico, se entiende que los actores que participan de la industria deben generar una rentabilidad, por lo que hoy nos concentramos en un concepto que es más sostenibilidad por sobre sustentabilidad. No obstante aquello, si hablamos del concepto de sustentabilidad únicamente, y nos remontamos a los que eran las formulaciones de alimentos entre el 1995 y 2000, podemos ver que estaban concentradas en pocos ingredientes, fundamentalmente marinos. Si en ese entonces hacíamos el ejercicio de ver la parte económica de la sostenibilidad, evidentemente esta industria no iba a ser sostenible y menos sustentable, porque iba a demandar un esfuerzo de pesca pelágica muy grande», complementó.
Así, los procesos de investigación, desarrollo e innovación de las empresas de nutrición acuícola -como Salmofood- han dado lugar a dietas que combinan una gran variedad de insumos.
En esa línea, el también médico veterinario apuntó que en «la diversificación de ingredientes en la formulaciones ha sido a tal nivel, que si deseáramos hoy formular dietas con los criterios de formulación del año 2000, la industria invertiría cada año entre 400 y 500 millones de dólares adicionales para costear la cuota del alimento. Por otro lado, si se formulara hoy con los criterios del 2010, tendría la industria que desembolsar entre 100 y 150 millones de dólares adicionales para financiar el alimento de los peces».
Eficiencia energética y economía circular
Siguiendo con los avances en sostenibilidad de Salmofood, Pablo Leyton destacó el uso de una caldera de biomasa en la planta de Castro, que desde el año 2012 ha logrado reducir de forma importante la emisión de gases de efecto invernadero.
«Por cada kilo de petróleo que hemos dejado de usar se reducen 3,1 kg de CO2, lo que anualizado significan entre 7 mil y 10 mil toneladas de CO2 que no se están liberando al ambiente», detalló.
Asimismo, en el año 2021 Salmofood firmó un acuerdo para que el 100% de la energía eléctrica que se utiliza en su planta provenga de fuentes renovables, propósito alcanzado durante el 2022.
En cuanto a economía circular, la compañía ha duplicando desde el 2020 el reciclaje de cartones, papeles, polietilenos, polipropilenos, madera y metales, junto con incrementar en un 40% el uso de pallets reciclados.
Fondos marinos y EPA/DHA
Continuando con su presentación, el Feed Technology de Salmofood mostró una gráfica de cómo entre 2019 y 2021 -de la mano de Salmofood-, la industria del salmón ha ido aumentando su eficiencia productiva, disminuyendo los factores de conversión y aumentando sus tasas de crecimiento.
Solo el avance en este periodo «contempla que 230 mil toneladas de material fecal no se hayan depositado en el fondo marino. Esa misma eficiencia hace que se deje de incorporar 12 mil toneladas de proteína al medio, lo que a su vez significan 2 mil toneladas de nitrógeno y 1.300 toneladas de fósforo anuales que se evitan en el fondo o la columna de agua».
Posteriormente, Leyton hizo mención al déficit de EPA y DHA en el mundo, ácidos grasos Omega-3 esenciales para la nutrición y salud tanto humana como animal. Se trata de un contexto donde la acuicultura puede aportar en la búsqueda sostenible de este recurso, con peces de acuicultura -como el salmón- que pueden mejorar su capacidad de producción de EPA y DHA mediante los avances en nutrición.
Siguiendo esa línea, destacó el trabajo de investigación y desarrollo de Salmofood que se materializó en una dieta totalmente libre de proteínas y lípidos marinos, utilizando fuentes alternativas de omega-3.
«Demostramos que es posible producir las dietas sin insumos hidrobiológicos y hacer que el pez contenga los niveles de EPA y DHA que se requieren para nutrir bien a la población mundial», apuntó.
Huella corporativa y análisis de ciclo de vida
Una de las formas para medir el impacto de las variables ambientales en la producción es usar la huella corporativa, con los niveles de alcance 1, 2 y 3, donde este último representa aquellas emisiones de gases de efecto invernadero que no son de propiedad ni están controladas por la empresa.
Siguiendo esta metodología, Salmofood produciría 220 kilos de CO2 por cada tonelada de alimento que fabrica, donde el 3% corresponde al nivel 1, 15% al 2 y 82% al 3.
«Sin embargo, hay muchos elementos que no son determinantes para la huella corporativa, de manera tal que la estrategia nuestra es medir las variables de impacto ambiental con una metodología que es el análisis de ciclo de vida. Particularmente, hemos definido una alianza con Sustell, midiendo 19 variables de impacto que tienen que ver con gases de efectos invernadero, huella de carbono, huella hídrica, potencial riesgo de eutrofización marina y agua dulce, entre otros. De esta forma, cuando sometemos nuestras dietas a análisis de ciclo de vida bajo la herramienta Sustell, podemos hablar que Salmofood tiene una huella de carbono que se mueve entre 2 y 3 kilos de CO2 equivalente por kilo de alimento, que son 2300 kilos por tonelada de alimento producido», puntualizó
«A la hora de generar estrategia que permitan disminuir la huella de carbono nosotros plantas de alimento, tenemos una amplia ventaja en cómo ejercitar una huella de carbono más baja. La invitación es que trabajemos juntos para que podamos desarrollar dietas y estrategias durante todo el ciclo que puedan ser beneficiosas para el medio ambiente», concluyó hacia el cierre de su exposición.