Reproducimos la columna de opinión de la Dra. Sandra Bravo, académica del Instituto de Acuicultura de la Universidad Austral de Chile.
«La industria del salmón es la actividad económica más importantes para la zona Sur-Austral de Chile. En el 2020 la producción nacional supero el millón de toneladas con ingresos por exportación del orden de US$ 4.389 millones. El año 2022 se cosecharon 1.065.298 toneladas y los ingresos por exportación fueron del orden de US$ 6.605 millones, cifra que consolida a la industria del salmón como la segunda actividad exportadora después del cobre».
«De acuerdo a las cifras reportadas, la industria del salmón en el 2021 generó alrededor de 71.000 puestos de trabajo, entre empresas productoras y proveedoras, y los ingresos a los municipios donde la industria opera, fueron de $16.525 millones por pago de patentes».
«Como no estar orgullosos de esta industria que se inició a fines de 1970´s, y que en 1992 convirtió a nuestro país en el segundo productor mundial de salmón, con una cosecha de 58.000 toneladas? De acuerdo a lo señalado por SalmónChile, las exportaciones de salmón actualmente llegan a más de 100 países de los cinco continentes y el 99% de la producción está certificada, cumpliendo con los altos estándares exigidos por el mercado internacional. Sin embargo, los estándares de calidad no se condicen con el salmón comercializado en los mercados y ferias de las regiones, donde esta importante actividad se realiza. Basta recorrer los locales donde se expende el “salmón chileno” para darnos cuenta que no cumple con ninguna certificación que nos de la certeza que el producto es inocuo para el consumidor».
«Sin dudas, la industria del salmón ha traído beneficios económicos y desarrollo a las regiones en donde esta actividad se realiza, pero sigue siendo objeto de una serie de criticas, relacionadas principalmente con los efectos que genera en el medio ambiente acuático, lo que ha llevado a que la industria mejore sus procesos con foco en la sostenibilidad ambiental. Pero, ¿porqué ninguna autoridad y tampoco ningún gremio de la industria se ha preocupado de la calidad del salmón que se comercializa en los mercados y ferias?. La seguridad alimentaria debiera ser una prioridad para la industria del salmón, no solo por los riesgos que pueda generar en el consumidor un salmón que no cumple con la cadena de frío, o que es mortalidad extraída desde centros de cultivo, también afecta la imagen de la industria. Estas ferias y mercados no solo son visitadas por turistas nacionales, también por turistas extranjeros que son atraídos por las ferias locales y que no entienden como en Chile se puede comercializar esa calidad de salmón».
«Probablemente, si el consumidor chileno pudiera tener acceso a un salmón de calidad, a un precio razonable, la imagen de la industria sería más positiva y el salmón un orgullo nacional».