Así lo indica estudio publicado por la revista Science Advances. En total, unos 200 barcos con bandera de este país operan al borde la Zona Económica Exclusiva. (La Tercera). China...
Así lo indica estudio publicado por la revista Science Advances. En total, unos 200 barcos con bandera de este país operan al borde la Zona Económica Exclusiva. (La Tercera).
China encabeza la lista de los 20 países con mayores flotas de pesca en alta mar. Este país supera las 800 embarcaciones, según un estudio mundial publicado recientemente. En segundo lugar está Taiwán, le siguen Japón e Indonesia, todas potencias pesqueras que poseen entre 400 y 800 naves en el mar cada una. Los datos corresponden a la investigación “La economía de pesca en alta mar”, publicada por la revista Science Advances y realizada por National Geographic Society (NGS), las universidades de California (Santa Bárbara), British Columbia (Canadá), Western (Australia) y la organización Global Fishing Watch.
La presencia de China se siente con fuerza en las frontera de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) chilena. Según revela la investigación, el 80% de los barcos detectados es chino, el 10% es español, el 4% japonés y el resto de otras nacionalidades. “Hay unos 200 barcos chinos que pescan calamar en el límite norte de la ZEE Chile, parte de la flota china que pesca el calamar desde Ecuador a Chile, pero sobre todo en Perú. La flota china de calamar es la mayor en América del Sur”, dice a La Tercera Enric Sala, de NGS, uno de los autores principales del trabajo que tardó dos años.
El experto agrega que los resultados son cifras anuales, recogidas entre 2014 y 2016, y que resultaron del análisis de la base de datos del observatorio Global Fishing Watch, que rastreó el comportamiento de los barcos gracias a que llevan un dispositivo de identificación automática por satélite.
A nivel mundial, el estudio concluye que parte importante de la pesca en alta mar funciona a través de subsidios, sin los cuales hasta el 54% de esta no serían rentables. “En el caso de países como China, con la creciente población humana y objetivos ambiciosos de crecimiento económico, han entrado en un ciclo perverso, donde cada vez requieren pescar más lejos y con más intensidad para capturar suficientes peces. Sin subsidios esa pesca no sería posible. Pero otros países como España y Japón tienen pesquerías rentables, como algunas de atún. Pero aun así, los gobiernos subsidian a compañías pesqueras con cantidades astronómicas, para aumentar sus ingresos a costa del contribuyente”, advierte Sala.
La flota que pesca en el límite de la ZEE es diversa. Hay naves de hasta 120 metros de longitud y barcos “nodriza” que cargan las capturas de los barcos pesqueros en alta mar, y las procesan y congelan a bordo. Entre las especies codiciadas están: calamares, jibia, atún, pez espada y tiburones.
Álex Muñoz, director para América Latina de la ONG Pristine Seas de NGS, agrega que según el estudio, son al menos 256 barcos extranjeros los que pasan unas 182 mil horas pescando en los bordes de la ZEE, una cifra inquietante.
“Es importante que la pesca en alta mar tenga límites muy estrictos, de lo contrario los esfuerzos por manejar bien las pesquerías en Chile pierden efectividad si las especies que migran son arrasadas apenas dejan nuestras aguas. El manejo internacional del jurel en el Pacífico Sur se debería extender a otras especies, además de establecer parques marinos sin pesca en alta mar”, dice Muñoz.
El director de Pristine Seas agrega que los tiburones están amenazados por la práctica del aleteo para exportar sus aletas a China. “Esta práctica está prohibida en Chile y otros países, pero en alta mar se realiza casi libremente. También los atunes y peces espadas están sometidos a una fuerte presión pesquera debido a su alto precio en el mercado”.
Desde la Armada dicen que si bien se trata de un área muy transitada, hasta el momento no hay registro de actividades ilícitas de parte de las grandes potencias.
Para proteger la ZEE utilizan vigilancia satelital, pero además disponen, por ejemplo, de siete aviones con sensores que les permiten operar incluso de noche. “Garantizando la cobertura de las 200 millas de mar territorial”, dice esta institución.
Al margen de estos recursos, y cuatro naves patrulleras, la flota de combate también vigila. En su reciente viaje a Hawai para participar en el ejercicio Rimpac, la fragata Lynch fiscalizó cinco barcos extranjeros, aseguró la Armada.