En la Isla Llanchid, a 100 kilómetros de Puerto Montt, surge un proyecto que une tradición, innovación y sustentabilidad. Liderado por una estudiante de Duoc UC, Piwke Lafken busca potenciar los recursos locales y dar a conocer la calidad de vida de una comunidad insular en la Carretera Austral.
Isla Llanchid es una localidad insular de la Región de Los Lagos, un lugar donde Patricia Cárcamo, estudiante de Duoc UC Sede Puerto Montt, lidera un proyecto innovador que pone en valor los recursos locales mientras fomenta la economía verde. Este proyecto, denominado Piwke Lafken, consiste en un paté de choritos que busca transformar tanto la economía como el desarrollo de esta pequeña comunidad.
De manera destacada, el proyecto fue seleccionado entre 48 propuestas presentadas en toda la institución, lo que evidencia su impacto y originalidad. Además, fue financiado por el Fondo Concursable CREA+ Colores de Duoc UC, una iniciativa que promueve la vinculación con el medio y que tiene como objetivo potenciar las economías Naranja, Verde y Plateada en Chile. En este contexto, Piwke Lafken no solo pone en valor los recursos naturales de esta comunidad insular, compuesta por aproximadamente 30 habitantes, sino que también impulsa su desarrollo sostenible. Esta localidad está ubicada a 100 kilómetros de Puerto Montt, en la puerta norte de la Carretera Austral.
En cuanto a los actores clave, Patricia, estudiante de Ingeniería en Administración con mención en Marketing, reconoce la importancia del apoyo recibido. Al respecto, comenta: “Duoc UC me ha entregado todas las herramientas. Agradezco la ayuda de los docentes y el apoyo institucional, que me ha permitido transformar este proyecto en algo tangible para la comunidad. Además del paté, hemos descubierto otras oportunidades, como apoyar la difusión de sus trabajos.”
Impacto más allá del producto
Por otro lado, el impacto de esta iniciativa también se evidencia en las declaraciones de Marcela Uribe, habitante de la isla, quien señala: “Siempre hemos querido darnos a conocer con nuestros productos, pero es difícil por nuestra ubicación. Este proyecto nos acerca a nuevas oportunidades y nos brinda herramientas que entendemos fácilmente.” Estas palabras reflejan cómo el proyecto no solo beneficia a Patricia como estudiante, sino que también abre nuevas puertas para los habitantes de la isla.
Simultáneamente, Sebastián Hidalgo, estudiante de Turismo y Hotelería en Duoc UC Sede Puerto Montt, también ha colaborado en la isla. Según comenta: “La comunidad es muy organizada; ya han comenzado a reciclar sus residuos. Esto es clave para atraer turistas. He podido aplicar lo que aprendí en clases para contribuir al desarrollo de eventos y al turismo en la zona.” Estas acciones complementan la iniciativa de Patricia al añadir un enfoque de turismo sostenible al desarrollo local.
Una misión que trasciende
Por su parte, Claudia Pimentel, Coordinadora de Vinculación e Integración Institucional, destaca cómo este tipo de proyectos están alineados con la misión educativa de Duoc UC. En sus palabras: “Nuestros estudiantes aplican sus conocimientos en contextos reales y diversos, fortaleciendo sus competencias profesionales y siendo un aporte para el desarrollo económico sustentable de las comunidades.” Esto resalta el compromiso de la institución con una educación aplicada y con impacto directo en la sociedad.
Enseñanza en terreno
Además, Francis Aravena, docente en la Escuela de Administración y Negocios de Duoc UC Sede Puerto Montt, también reflexiona sobre su experiencia: “Ser parte de este tipo de proyectos enriquece nuestra labor. Llevar conocimientos y apoyo a comunidades aisladas es un desafío que nos inspira a seguir trabajando con nuestros estudiantes.” Este comentario subraya el valor de la enseñanza aplicada en entornos reales, especialmente en localidades con acceso limitado a recursos.
Finalmente, Miguel Barahona, Jefe de Programa Transversal de Innovación y Emprendimiento en Duoc UC Sede Puerto Montt, agrega una reflexión sobre la importancia de estos proyectos: “Es inspirador ver cómo nuestras ideas y habilidades encuentran propósito fuera del típico entorno de oficina. La innovación no siempre viene de las tecnologías; a veces, nace de las tradiciones.”
En conclusión, el proyecto Piwke Lafken no solo refuerza la conexión entre la educación y la comunidad, sino que también demuestra cómo la formación técnica puede transformar realidades. Además, fomenta el desarrollo sustentable y abre nuevas oportunidades para quienes más lo necesitan, convirtiéndose en un ejemplo de cómo la educación puede impactar positivamente en comunidades aisladas.