En mayo de 2023 se realizará un seminario sobre acuicultura oceánica, con la participación de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la NOAA de Estados Unidos y expositores internacionales expertos en protección, legislación y monitoreo ambiental.
Con varias expectativas cumplidas cerró el reciente año el Programa Tecnológico Estratégico para el Desarrollo de la Acuicultura Oceánica (17PTECAO-84017), iniciativa que desde el 2019 -bajo el alero del Programa Estratégico Mesoregional Salmón Más Sustentable de Corfo- busca avanzar hacia el cultivo de peces en zonas expuestas o también denominadas de alta energía.
Con un financiamiento que supera los $15.500 millones (75% de aporte privado y 25% público), el PTECAO se ha llevado a la práctica en los centros de cultivo “Quillaipe” y “Pirén” de Granja Marina Tornagaleones (GMT – Marine Farm), zonas que pueden alcanzar vientos de entre 40 y 60 km/h, corrientes de 3 nudos y olas de 3 a 6 metros.
El centro “Quillaipe” se encuentra ubicado a 28 kilómetros (km) al sur de Puerto Montt, a un costado de la Carretera Austral en la región de Los Lagos, y fondeado a 2,4 km costa afuera frente al sector de Quillaipe. Está conformado por dos módulos (100 y 200), donde el módulo 100 está compuesto por diez jaulas de 40 por 40 metros (m). El módulo 200, por su parte, está compuesto por una sola jaula de 80 por 80 m.
En tanto, el centro de cultivo “Pirén” está ubicado a 35 km al sur de Puerto Montt, también a un costado de la Carretera Austral, y fondeado a 5,8 km costa afuera frente al sector de caleta La Arena. A diferencia de “Quillaipe”, “Pirén” es un centro conformado por un módulo de ocho jaulas cuadradas de 50 por 50 m.
Junto con la compañía salmonicultora, forman parte del Programa las empresas proveedoras Walbusch (balsas y fondeos), Aquarov (robótica submarina) y AST Networks (domótica y transmisión de datos), que se dedicaron al desarrollo tecnológico y validación de diferentes soluciones para operar en zonas de alta energía.
Validación, resultados productivos y etapa final del PTECAO
Así, durante 2022 se difundieron muy buenos resultados respecto a las tasas de conversión, crecimiento y mortalidad de biomasa tanto en “Quillaipe” como “Pirén”, correspondiente a las primeras cosechas en el marco del Programa.
De hecho, estas condiciones de alta energía pueden incidir en un mayor bienestar animal para los peces, ya que aumenta el recambio de agua, de oxígeno, entre otras positivas características que aportan a la sustentabilidad de la industria.
Sin embargo, más allá de los índices productivos, resalta el fortalecimiento de la red de proveedores y las innovadoras tecnologías que se han fabricado a partir del Programa, las cuales ya son aplicables a la realidad de la acuicultura nacional e internacional.
Asimismo, desde la dirección del PTECAO han puntualizado que el objetivo inmediato no es avanzar hacia el cultivo de salmónidos en zonas oceánicas propiamente tales, sino que demostrar que la plataforma tecnológica desarrollada en el marco del Programa sí es capaz de resistir condiciones de alta energía y, por ende, utilizar concesiones ya otorgadas en áreas de ese tipo.
En este sentido, en agosto de 2022 comenzó la segunda etapa y final del PTECAO, enfocada primeramente en el Plan de Validación. Es decir, la obtención de valores objetivos para todo lo que ya está fabricado: balsas-jaula, fondeos, robótica, domotización, entre otros.
Paralelamente, en este periodo final se ha avanzado en la generación de insumos para que la autoridad, en un futuro cercano, pueda proponer una nueva normativa sectorial para la acuicultura en zonas expuestas y de alta energía.
En esa misma línea, en mayo de 2023 se realizará un seminario sobre acuicultura oceánica, con la participación de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la NOAA de Estados Unidos y expositores internacionales expertos en protección, legislación y monitoreo ambiental.
Así, para conocer otros balances del Programa, Mundo Acuícola conversó con el Dr. Daniel Nieto, quien desde este 2023 deja de ser el director del PTECAO para asumir la dirección del proyecto PTEC-INVA: “Plataforma habilitante de apoyo para la producción y uso de insumos vegetales nutricionales provenientes de cultivos de rotación de la macrozona sur y austral de Chile”.
-¿Con qué convicciones se queda luego de su paso en la dirección del Programa Tecnológico Estratégico para el Desarrollo de la Acuicultura Oceánica?
El Programa se ha actualizado y está corriendo sobre sus propios rieles de cara a su recta final. Por eso me voy muy satisfecho con mi gestión, la que además me permitió conocer mucha gente brillante, con una resiliencia notable y que entregan empleo a muchas personas.
En cuanto a las convicciones, destaco en primer lugar mi convencimiento de que hoy se pueden utilizar concesiones que, por condiciones de alta energía, la industria salmonera en general no se ha atrevido a usar.
La ingeniería de las balsas-jaulas, sus articulaciones, la ingeniería de fondeos, la domótica y la robótica entregan una garantía que hasta hace poco no existía. Ello se demuestra con la experiencia de haber completado un ciclo de cultivo en los centros “Quillaipe” y “Pirén”, este último ubicado en plena boca del estuario de Reloncaví.
Mi segunda convicción es que si en algún momento, con el objeto de descomprimir el borde costero, las instituciones y organismos encargados deciden disponer de nuevas AAA (áreas aptas para la acuicultura) más alejadas de la costa pero siempre dentro del mar interior, la capacidad tecnológica también ya existe para cultivar en aquellas zonas.
Y en tercer lugar, pensando en un escenario aún más lejano, considero que la acuicultura chilena se puede desarrollar en zonas derechamente oceánicas. Y me refiero a acuicultura oceánica pensando no solamente en salmonicultura, sino también en las nuevas especies que se están cultivando en el norte de Chile.
-¿Qué hitos puede destacar en relación con el soporte tecnológico y los oficios desarrollados en el marco del Programa?
Considero como grandes hitos el poder ver el rendimiento de trabajo de los robots y su capacidad de competir fuertemente en el mercado; el desarrollo notable de la domotización y la transmisión de datos, con órdenes a distancia que se ejecutan con milisegundos de diferencia; y también toda la ingeniería para fondear las jaulas de cultivo en condiciones de alta energía.
Walbusch, Aquarov y AST Networks han demostrado que viven en un proceso continuo de mejora e innovación, siempre activos y percibiendo cambios tecnológicos que son para mejor, abaratan costos para la industria y mejoran la eficiencia. Con todo, estas compañías están en condiciones de exportar sus productos y servicios a países que ya practican la acuicultura oceánica.
*Lea la entrevista completa, ingresando a la reciente edición de revista Mundo Acuícola