Dra. Sandra Bravo y los investigadores/as Ken Whelan (University College Dublin), Yonatan Diaz (Universidad Austral) y María T. Silva (Universidad San Sebastián), realizaron el estudio "Causal analysis of escapement of farmed salmonids in southern Chile".
Los escapes de salmones desde centros de cultivo se consideran una de las amenazas más serias para el medio ambiente acuático. En Chile, entre los años 2004 y 2021, la autoridad informó la ocurrencia de al menos 109 de estos incidentes, lo que representa alrededor de 8,53 millones de salmones escapados.
De este total, 5,73 millones correspondieron a salmón atlántico (Salmo salar) (67,2%), 0,83 millones a salmón coho (Oncorhynchus kisutch) (9,8%) y 1,96 millones fueron truchas arcoíris (O. mykiss) (23,0%). Se estima que el 70,1% de los salmones escapados fueron registrados en la Región de Los Lagos, el 23% en la Región de Aysén y el 4,6% en la Región de Magallanes.
En total, el 80,5% de los escapes se registraron en instalaciones de agua de mar, mientras que las unidades de agua dulce representaron el 19,5%. El mayor porcentaje de salmones escapados registrados en agua de mar durante el período 2004-2021 fue del 1,71% de los salmones cosechados en 2013.
Bajo este contexto, la Dra. Sandra Bravo y los investigadores/as Ken Whelan (University College Dublin), Yonatan Diaz (Universidad Austral) y María T. Silva (Universidad San Sebastián), realizaron el estudio «Causal analysis of escapement of farmed salmonids in southern Chile», el cual fue recientemente publicado por la revista Latin American Journal of Aquatic Research.
«Este estudio analizó datos que abarcan los años 2004-2014 y 2015-2021. Los datos sobre el número de recapturas después de un escape se incluyeron para el período 2010-2021, ya que estos datos solo estaban disponibles a partir de 2010. Después de la introducción de nuevas regulaciones en 2015, SERNAPESCA requiere que todos los escapes se documenten, incluyendo la(s) causa(s) del escape. Por lo tanto, el análisis relacionado con las causas de los escapes se realizó para dos períodos, 2004-2014 y 2015-2021», apunta el estudio.
Con el fin de estandarizar las principales causas de los escapes en las granjas, los autores utilizaron la clasificación propuesta por Jensen et al. (2010) y Moe & Thorvaldsen (2021): es decir, desconocida; climática; estructural; ruptura de la jaula de red; operativa; depredación e inconclusa (sin una causa clara). El análisis relacionado con las causas de los escapes se llevó a cabo para dos períodos, 2004-2014 y 2015-2021.
«El porcentaje anual de salmones escapados, basado en el número total de peces criados cada año, se determinó asumiendo que, al momento de la cosecha, el peso promedio del salmón atlántico era de 5,0 kg y para el salmón coho y la trucha arcoíris era de 3,0 kg. Según los autores, esto es más realista que los pesos promedio de 4,5 kg para el salmón atlántico y 2,9 kg para el salmón coho/trucha arcoíris establecidos por la autoridad chilena (Res. Nº1871; SUBPESCA 2022», se explica en el documento.
«Aunque en Noruega existe una norma técnica (NS 9415) desde 2004, los escapes de salmones de cultivo siguen siendo uno de los principales problemas que afectan a la industria acuícola del salmón noruego (Glover et al., 2019; Holmen et al., 2021; Moe y Thorvaldsen, 2021). De 2004 a 2021, se registraron 109 escapes en aguas chilenas, y 8,531,000 salmones de cultivo escaparon. El mayor porcentaje de salmones escapados en agua de mar se registró en 2013, representando el 1.71% de la población total cosechada. En comparación, de 2010 a 2018, Noruega informó 305 escapes que involucraron a 1,960,000 individuos (Moe y Thorvaldsen, 2017)», acotan los investigadores.
Una vez que nuevas regulaciones sobre escapes de salmones fue implementada por las autoridades chilenas, el número de escapes se redujo considerablemente, y en 2021 solo se registró un escape de 328,000 salmones atlánticos.
La reducción de los escapes de salmones puede explicarse por el alto nivel de sanciones impuestas por la SMA. Se impone una multa sustancial cuando no se alcanza el umbral de recaptura legalmente establecido del 10%, de hasta 5000 unidades tributarias anuales (UTA, por su sigla en español), alrededor de USD 4,000,000 en valores de 2022. En contraste, las multas impuestas por la Ley General de Pesca y Acuicultura (Artículo 118 ter., SUBPESCA 1991) oscilan entre 500 y 3000 unidades tributarias mensuales (UTM, por su sigla en español), equivalentes a USD 38,000-226,000. En la última modificación de las regulaciones de la LGPA (Regulación Nº21532), los escapes de salmones serán sancionados con una multa equivalente al valor de la cosecha de los peces que no sean recapturados y con la suspensión de la licencia del operador del sitio donde ocurrió el escape, por un período de uno a cuatro años.
La mayoría de los escapes reportados en la industria salmonera chilena durante el período 2004-2021 se han asociado con defectos estructurales, causados principalmente por daños en las estructuras de las jaulas (amarres, obsolescencia de otros equipos) y la ruptura de las jaulas de red.
Aproximadamente el 39,5% de los escapes entre 2015 y 2021 se atribuyeron a la ruptura de jaulas de red, principalmente debido a condiciones climáticas adversas. Las regulaciones adicionales introducidas en 2020 por la autoridad chilena han ayudado a minimizar la fuga de salmones de cultivo. Como consecuencia, solo se informó un evento de escape en 2021, lo que corresponde al 3,85% del número total de escapados registrados entre 2004 y 2021.
Lea el estudio completo aquí