Investigadores lograron importantes avances en la descripción de nuevas especies de esponjas. Una reciente publicación en la revista European Journal of Taxonomy de los autores italianos; Marco Bertolino, Gabriele Costa,...
Investigadores lograron importantes avances en la descripción de nuevas especies de esponjas.
Una reciente publicación en la revista European Journal of Taxonomy de los autores italianos; Marco Bertolino, Gabriele Costa, Giorgio Bavestrello, Maurizio Pansini y el chileno Giovanni Daneri, oceanógrafo y director ejecutivo del Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia (Ciep), describe 23 especies de Esponjas (Porifera, Demospongiae), nueve de las cuales son nuevas para la ciencia. Los investigadores, a través de campañas de buceo autónomo, diseñadas para mejorar el conocimiento de la diversidad de la fauna de esponjas del Seno Magdalena, Fiordo Puyuhuapi y Canal Jacaf de la región de Aysén, lograron importantes avances en la descripción de nuevas especies de esponjas. Hay que considerar que hasta ahora solo se habían reportado 177 especies de esponjas para las costas de Chile.
El extremo sur de América del Sur es de particular interés para los estudios ecológicos y biogeográficos de organismos marinos. La relativa proximidad de la Antártida hace de esta costa subantártica una zona de transición entre América del Sur, la Antártida y la zona templada del Pacífico. Un complejo sistema de fiordos, canales, golfos, estuarios y bahías son afectados por procesos físicos locales que modulan fuertemente la productividad biológica, y por tanto los ecosistemas marinos. Los fiordos patagónicos están influenciados por la superficie de aguas salinas subantártica y aportes de agua dulce del continente; estas aguas interactúan para formar columnas de agua caracterizadas por gradientes de salinidad verticales y horizontales pronunciados, considerándose sistemas marinos de transición, con contrastes marcados en la biodiversidad marina.
Los fiordos de la Patagonia chilena cubren un área de casi 240.000 km2, y son una de las áreas del país menos densamente pobladas (1 a 8 habitantes por 10 km2). En las últimas tres décadas, sin embargo, la influencia de las actividades antropogénicas en estos ecosistemas terrestres y acuáticos, en su mayoría prístinos, ha aumentado. Explotación de los recursos naturales de la región con actividades como la pesca o el turismo, y expansión del cultivo comercial de salmón y mejillón, está aumentando la presión sobre estos frágiles ecosistemas de fiordos, y ahora requieren una mayor vigilancia y protección científica.
Las aguas costeras de la Patagonia chilena albergan más de 1.700 especies de animales bentónicos, y la biodiversidad de los organismos que se alimentan por filtración es de particular interés dados los altos niveles de la productividad primaria y de los complejos procesos fisicoquímicos que se producen en estos ecosistemas. Por ejemplo, los cnidarios, animales diblásticos que se alimentan por filtración, como por ejemplo hidrozoos y antozoos, se han estudiado extensamente en los fiordos chilenos en las últimas décadas debido a su papel dentro de la comunidad bentónica e importancia ecológica.
Por otro lado, las esponjas se han estudiado durante mucho tiempo en la Patagonia durante campañas históricas de los siglos XIX y XX, en los cuales se han enumerado 94 especies de esponjas, un número muy limitado considerando la extensión latitudinal, de más de 500 km, e intrincada morfología de la costa chilena.
Las nuevas especies encontradas son; Hymerabdia imperfecta, Axinella cylindrica, Axinella coronata, Biemna aurantiaca, Biemna erecta, Biemna typica, Scopalina cribrosa, Rhizaxinella strongylata y Darwinella pronzatoi (Bertolino, Costa y Pansini sp. nov.). Una especie, Hymedesmia (Stylopus) lissostyla (Bergquist & Fromont, 1988), que por primera vez se reporta en Chile.
Cabe recalcar que el objetivo de este trabajo, donde se destaca la permanente colaboración de la Universidad de Génova y el Centro COPAS Sur Austral de la Universidad de Concepción con el CIEP, es documentar la diversidad de la fauna de esponjas en Seno Magdalena, Fiordo Puyuhuapi y canal Jacaf de Chile, y así mejorar la comprensión de las comunidades bentónicas que habitan las aguas costeras de esa región.