La capacidad del crustáceo para sobrevivir a bajas temperaturas determinará si puede establecerse en la Antártica y transformarse en un problema para las comunidades que habitan allí. (Centro Ideal). El...
La capacidad del crustáceo para sobrevivir a bajas temperaturas determinará si puede establecerse en la Antártica y transformarse en un problema para las comunidades que habitan allí. (Centro Ideal).
El cangrejo Halicarcinus planatus es un pequeño crustáceo que habita en el extremo sur de Sudamérica, incluyendo las regiones de Aysén y Magallanes, así como las islas subantárticas del Océano Austral (Malvinas, Marion, Crozet, Kerguelen y Macquarie). La especie se caracteriza por tener la capacidad de disminuir la concentración de magnesio en su organismo, lo que le permite vivir y desarrollarse en áreas de temperaturas extremas.
El descubrimiento de un ejemplar de esta especie en el territorio antártico llevó a la estudiante de doctorado de la Universidad de Chile junto al Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (Ideal) de la Universidad Austral de Chile, Zambra López, a estudiarlo con el objetivo de determinar su tolerancia térmica frente a temperaturas antárticas.
“Hace ocho años, un investigador norteamericano encontró en Isla Decepción, ubicada en la Península Antártica, (al sur del Archipiélago de las Shetland del Sur), una hembra con huevos de esta especie” contó López.
La presencia de este cangrejo en la Antártica podría ser aleatoria, sin embargo, también es posible que en algún momento pudiera estar presente en alta densidad. En este último caso, Halicarcinus planatus pasaría a ser una especie invasora.
“Los factores que están ocurriendo hoy en día, como el cambio climático, que favorece el incremento de las temperaturas en las aguas antárticas, y el aumento del tránsito de barcos que llevan aguas de lastre, podrían ayudar a que este cangrejo ingresara y se instalara en aguas poco profundas de la Antártica”, explicó López, cuya tesis doctoral es patrocinada por el Dr. Elie Poulin, académico de la Universidad de Chile y co-patrocinada por el Dr. Luis Vargas-Chacoff, investigador del Centro Ideal y académico de la Universidad Austral de Chile y la Dra. Karin Gérard, investigadora asociada de la Universidad de Magallanes (UMAG).
Gérard además mencionó que “vamos a ver si ahora los crustáceos que están en la zona subantártica tienen la capacidad de ir hasta la Antártica, tenemos que evaluar su capacidad de dispersión y si pueden sobrevivir a las condiciones climáticas que están allá”.
Para el estudio genético, han recolectado muestras mediante buceo en la Región de Magallanes, Aysén, Islas Falklands (Malvinas) y Kerguelen, además de especímenes provenientes de Nueva Zelanda. Los ejemplares serán expuestos a diferentes temperaturas antárticas (entre 5 a -1 grados Celcius) con el objetivo de determinar su capacidad de sobrevivencia.
El resultado de los experimentos de fisiología de Halicarcinus planatus se conocerá entre este año 2018 y el primer semestre del 2019, lo que permitirá al equipo de investigadores conocer en profundidad a esta especie poco estudiada a nivel internacional, que ha sobrevivido a grandes cambios climáticos y que podría ser clave en el ecosistema del continente antártico.
“Este estudio nos indicará no solo la capacidad de sobrevivir de este cangrejo sino también los cambios fisiológicos que le ocurren a bajas temperaturas”, concluyó el Dr. Vargas-Chacoff.