Los pasillos de las balsas de cultivo fabricadas por Walbusch S.A. superaron las primeras pruebas de esfuerzos estructurales correspondientes a más de 50 toneladas.
Este hito contó con la presencia –entre otras personas– del gerente de Operaciones de la firma salmonicultora Granja Marina Tornagaleones (GMT – Marine Farm), Claudio Andrade; del director del Programa Tecnológico Estratégico para el Desarrollo de la Acuicultura Oceánica (17PTECAO-84017), Dr. Daniel Nieto; del veedor/certificador externo de Corfo para esta materia, Rodrigo Carrasco; y de profesionales expertos de Walbusch.
Recientemente, en la comuna de Puerto Montt, región de Los Lagos, Chile, y en dependencias de la empresa Walbusch S.A., se dio inicio a la etapa “terrestre” del Plan de Validación del Proyecto 6 de la iniciativa denominada “Desarrollo y prototipaje precomercial de unidad productiva y operacional destinada a la crianza de peces para el desarrollo de tecnologías habilitantes en acuicultura oceánica que permita explotar dichas zonas de cultivo”, la cual es impulsada por la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo) en el marco del Programa Tecnológico Estratégico para el Desarrollo de la Acuicultura Oceánica (17PTECAO-84017).
“Para esta etapa de validación del proyecto se comenzó a trabajar desde mucho antes, con el objetivo de diseñar y dimensionar los sensores. Todo esto en conjunto con proveedores tecnológicos internacionales, y así poder monitorear los esfuerzos a los cuales están sometidos los artefactos navales”, explicó el encargado de Walbusch, Enrique Reyes.
Más en detalle, el fin fue someter diversos componentes estructurales de las balsas de cultivo (como pasillos, tee, flotadores, entre otros) a sobreesfuerzos controlados y sensorificados para, en lo posible, llegar a determinar puntos críticos, como: deformación, fatiga y/o ruptura.
“Esta información será de gran utilidad para ser analizada por el Departamento de Ingeniería y Proyectos en conjunto con el área de Investigación, Desarrollo e innovación (I+D+i), y poder retroalimentar los programas de diseño y modelación”, precisó Reyes.
Tiempo real
Durante las primeras pruebas, en las que se llegaron a registrar más de 50 toneladas de carga, también se llevaron a cabo diversos análisis de estructura y esfuerzo -como tracción, compresión y flexión- para demostrar que estas tecnologías sí pueden soportar condiciones de alta energía marina, es decir, olas de 3 metros, corrientes de 3 nudos y vientos de entre 70 y 90 kilómetros por hora.
Además, subrayó Enrique Reyes, los sensores adquiridos tienen la capacidad de transmitir la información en tiempo real, “lo que permite tomar decisiones en el momento mismo de estar efectuando las pruebas y, a la vez, disponen de data logger para su almacenamiento y posproceso”.
Estas pruebas seguirán desarrollándose en las dependencias de la empresa, en condiciones controladas, para posteriormente pasar a ser instalados, el conjunto de sensores, a las estructuras de cultivo en el centro “Pirén” de GMT. Información que se complementará y cruzará con las variables oceanografías, para lo cual se han adquirido otro sinnúmero de sistemas de monitoreo, como correntómetros y boyas de oleaje.
Financiamiento
Las innovadoras tecnologías que se han fabricado a partir del 17PTECAO-84017, cuyo financiamiento supera los $15.500 millones de pesos chilenos (el 75% es aporte privado y el 25% público a través de Corfo), han sido desarrolladas por las empresas proveedoras Walbusch (elabora las balsas de cultivo), Aquarov (desarrolla los ROVs, acrónimo del inglés Remotely Operated Vehicle) y AST Networks (genera la domótica), mientras que su validación se está llevando a cabo en GMT – Marine Farm, específicamente en los centros de alta energía “Quillaipe” y “Pirén”.
Para más información, visite acuiculturaoceanica.cl y/o escriba a info@acuiculturaoceanica.cl. También puede ver un video de las pruebas de validación presionando aquí >> youtu.be/ZeJvTCV1Z1U