Instalaciones, que operan con sistema de osmosis inversa y energía solar, surtirán del recurso a seis asentamientos costeros (Mundo Acuícola-Subpesca). Un total de 42 mil litros de agua por día...
Instalaciones, que operan con sistema de osmosis inversa y energía solar, surtirán del recurso a seis asentamientos costeros (Mundo Acuícola-Subpesca).
Un total de 42 mil litros de agua por día entregarán a pescadores de las regiones de Atacama y Coquimbo las plantas desalinizadoras que serán instaladas en seis caletas, a partir de recursos provenientes del Fondo de Administración Pesquero (FAP) de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca).
Un mayor suministro del recurso hídrico redundará en una mejor calidad de vida para quienes habitan y trabajan en los asentamientos costeros de Pan de Azúcar y La Reina-Los Burros, en Atacama; y Totoralillo Norte, Maitencillo, Talcaruca y Chigualoco, en la Región de Coquimbo.
Los recursos asignados para la materialización de esta iniciativa proceden del Fondo de Administración Pesquero (FAP) de Subpesca y alcanzan los 552 millones de pesos.
Las plantas desalinizadoras captan agua del mar y, tras someterla a un tratamiento y proceso de filtrado, la convierten en potable, vale decir apta para el consumo humano.
Las instalaciones, que operan con energía solar, iniciarán sus operaciones dentro de los próximos meses.
Pesca del futuro
Al contar con más agua, los pescadores tendrán la posibilidad de incrementar su productividad y generar emprendimientos, en línea con dos principios que el Presidente Sebastián Piñera y el ministro de Economía, José Ramón Valente, promueven respecto del sector artesanal: agregación de valor y diversificación productiva.
En consonancia con lo anterior, el subsecretario de Pesca y Acuicultura, Eduardo Riquelme, ha planteado que la aplicación de ambas premisas contribuirá a cimentar la proyección de la actividad artesanal hacia el futuro, de la mano de la ley de caletas, que operará en plenitud, una vez que la Contraloría vise su reglamento.
«El sector artesanal podrá incursionar en actividades económicas distintas de la extracción de recursos marinos. Desde las propias caletas y sin dejar de lado la valiosa, a la vez que colorida, forma de vida que se da en esos asentamientos», ha dicho Riquelme.
«Las iniciativas que tendrán la opción de llevar adelante, se relacionan con ámbitos diversos, cuyos límites estarán dados únicamente por la creatividad y el empuje de los pescadores. Gastronomía, a partir de los recursos que ellos mismos extraen; venta de artesanías, administración de estacionamientos, turismo en embarcaciones y pesca recreativa, se cuentan entre ellas. Lo anterior se verá facilitado por el hecho de que las organizaciones artesanales podrán pedir la destinación (concesión marítima) de sus caletas, de manera gratuita y por un plazo de 30 años», ha detallado la autoridad.