A pesar de estas diferencias, tanto industria como Gobierno buscan el equilibrio entre protección ambiental, acuicultura y desarrollo económico.
Durante el año 2023, las relaciones entre el Gobierno y la industria salmonera de Chile no estuvieron exentas de tensiones. De cierta forma, los debates tuvieron su origen durante la discusión del proyecto de ley que creó el Servicio de Biodiversidad en Áreas Protegidas (SBAP), cuando surgió una indicación -desde ejecutivo- que pretendía modificar la ley de pesca y acuicultura, apuntando a retirar futuras concesiones acuícolas desde las áreas protegidas.
Esta propuesta generó inquietud en los gremios salmoneros, pronosticando la posible pérdida de alrededor del 60% de los centros de cultivo de prosperar dicha indicación. Así, haciendo eco de lo anterior, los trabajadores del salmón se manifestaron en distintas ciudades, previo a la votación de la indicación. Ésta, finalmente, no fue incluida en la Ley que creó el SBAP.
A pesar de las discrepancias, la necesidad de encontrar un equilibrio entre la protección del medio ambiente, la actividad acuícola y el desarrollo socio-económico se mantiene como uno de los principales desafíos para el Gobierno y la industria.
En este contexto, Loreto Seguel, Directora Ejecutiva del Consejo del Salmón, comentó el avance del diálogo público-privado entre la industria y el Gobierno durante el 2023.
«Este año hemos transitado desde tener una comunicación más limitada a establecer espacios más amplios para el intercambio y la colaboración», expresó Seguel. «En el Consejo del Salmón, siempre hemos abogado por una alianza estrecha entre ambos sectores, trabajando mano a mano con las autoridades. Aunque hemos atravesado momentos algo tensos, veo que gradualmente se han abierto más oportunidades para dialogar y colaborar».
Asimismo, para representante del gremio, la reciente firma del protocolo para exportar salmón fresco a China marcó un antes y un después, siendo una muestra de la voluntad de trabajar en conjunto. «El éxito en el ámbito del comercio exterior, logrado de manera conjunta, debe inspirarnos a unir esfuerzos entre la industria y el Gobierno para alcanzar metas similares a nivel local», enfatizó Seguel.
«A lo largo del año, hemos mantenido reuniones con diversas autoridades relevantes, desde la Ministra de Medio Ambiente hasta el Ministro de Economía, Nicolás Grau, y otros líderes clave en el ámbito acuícola», continuó Seguel. «Para nosotros, en el Consejo del Salmón, la interacción con la agenda pública y las relaciones con la autoridad son esenciales, independientemente de los desafíos que se presenten».
Por otra parte, Arturo Clément, Presidente de SalmonChile, resaltó la postura de apertura al diálogo que siempre ha caracterizado a la organización del clúster salmonicultor.
“SalmonChile siempre ha mantenido una postura abierta al diálogo y ha buscado establecer vínculos sólidos con todas las autoridades, algo que hemos llevado a cabo a lo largo de diferentes gobiernos, y hemos hecho esfuerzos significativos para que esto se mantenga en el actual. Ciertamente no ha sido sencillo mantener en coincidencia estas relaciones, pero en los últimos meses del 2023 hemos visto una nueva etapa”, expresó.
En esa línea, Clément resaltó los diferentes encuentros del gremio con las autoridades de Gobierno: “Nos hemos reunido con el Ministro de Economía y con la Ministra del Medio Ambiente. Estamos dispuestos, al igual que ellos, a generar una agenda de desarrollo tanto a largo como a corto plazo para que la acuicultura, especialmente la industria salmonera, continúe siendo el motor de desarrollo en el sur de Chile”.
Finalmente, Carlos Odebret, presidente de la Asociación de Salmonicultores de Magallanes, también compartió sus reflexiones y balances respecto a la relaciones Gobierno-Salmonicultura.
“El Gobierno presentó un programa claro sobre cómo quería abordar las transformaciones planteadas. Respecto a la acuicultura, el Presidente Boric expresó al inicio de su mandato, en Puerto Natales, que la salmonicultura no debía ubicarse en áreas protegidas, esa fue su postura inicial y creo que sigue siéndolo. Sin embargo, frente a la realidad y a las complejidades que esto implica, se ha establecido un diálogo, a veces más difícil, otras más fluido”.
Para concluir, el representante destacó la necesidad de ampliar el espectro de actores involucrados en la formulación de políticas: “En cuanto al diálogo entre el Gobierno y la industria, hubo muchas reuniones este año con diferentes ministerios y autoridades regionales. Se ha podido conversar, pero conversar no es lo mismo que desarrollar un proyecto en común. Creo que podemos iniciar esa etapa, que desde mi perspectiva debe ser multilateral, es decir, crear una política de acuicultura que no solo involucre a la salmonicultura y al Gobierno, sino que también incluya a otros grupos de interés que tienen sus propias ideas sobre el desarrollo, la conservación, el turismo y la protección de la cultura ancestral, entre otros”.
Lea el artículo completo, en la reciente edición 158 de Revista Mundo Acuícola