Justo García, pescador artesanal de la Región de Coquimbo, que se trasladó a Chiloé, en la década de los 80, para participar en un proyecto de repoblamiento de ostra chilena...
Justo García, pescador artesanal de la Región de Coquimbo, que se trasladó a Chiloé, en la década de los 80, para participar en un proyecto de repoblamiento de ostra chilena y de erizo, lidera un novedoso emprendimiento acuícola en bahía Hueihue, noreste de Chiloé. Para conocer su experiencia, Mundo Acuícola visitó las instalaciones de Cultivos Cholche, la empresa que fundó García y que hoy es modelo a seguir por parte de otras asociaciones de la pesca artesanal.
En el noreste de Chiloé, en la comuna de Ancud, se ubica una zona privilegiada para el cultivo de distintas especies marinas. Se trata de la bahía Hueihue, área protegida del viento norte que azota con fuerza los alrededores del Canal de Chacao, donde se ubica la empresa Cultivos Cholche. Dicha firma es pionera en un exitoso policultivo de ostras, ostiones, choritos y algas.
Cultivos Cholche es un emprendimiento a cargo de Justo García, quien comenzó con su empresa en el año 1989 y actualmente posee 12 hectáreas de concesión. Sin embargo, su propietario posee vasta experiencia en cultivos de ostión de la zona de Tongoy, Región de Coquimbo. “Allá participé, junto a Subpesca y el gobierno de Japón en el diseño de las técnicas de cultivo del ostión del norte, cuando no había nada”, relata a Mundo Acuícola.
García destaca las excelentes condiciones de las aguas de bahía Hueihue y el lugar estratégico donde ésta se ubica. “Que esté protegido del norte es lo mejor para esta zona, ya que el 90% de los vientos, durante el año, provienen del norte. Solo tenemos viento sur en primavera-verano, pero esporádicamente”, indica este pescador artesanal de la Región de Coquimbo, que se trasladó a Chiloé, en la década de los 80, para participar en un proyecto de repoblamiento de ostra chilena y de erizo. “Después de estar tres años en la zona, me radiqué acá y ha sido una buena experiencia”, agrega Justo García.
Anualmente, Cultivos Cholche produce 200 toneladas de chorito Mytilus chilensis, 100 toneladas de cholga Aulacomya atra, 50 toneladas de choro zapato Choromytilus chorus, además de 500 mil ejemplares de ostra chilena Tiostrea chilensis y 700 mil unidades de ostra japonesa Crassostrea gigas. Respecto del cultivo de ostión del norte Argopecten purpuratus, se producen unos 20 mil ejemplares al año.
Superando dificultades
Acerca de los principales obstáculos que ha logrado sortear, en los casi 30 años de su empresa, García explica que éstos guardan relación con las olas de gran tamaño que han azotado el litoral nacional, después de los terremotos del año 2010 (Chile) y 2011 (Japón). “Después del 27 de febrero de 2010 se hundieron algunos
Punteros y líneas. Al año siguiente, tras el terremoto de Japón, la ola también llegó acá”, relata don Justo, agregando que otro evento significativo fue la marea roja del 2016. “Estuvimos seis meses sin actividad. Fueron muy duros, ya que había que cubrir sueldos, pero salimos adelante. También hemos tenido algunos problemas con los precios que pagan las plantas de choritos, quienes realizan hasta un 30% de descuento por concepto de fauna acompañante que, por lo general, no son reales”, añade García.
A pesar de estos momentos bajos, el representante Cultivos Cholche sostiene que ha logrado excelentes resultados, principalmente con la ostra japonesa. “Si bien los choritos dejan un margen, pero por volumen, la mejor experiencia es con la ostra japonesa. Vendemos principalmente a restoranes y supermercados de Santiago, además de público local que está consumiendo bastante, con una demanda que crece cada año”, puntualiza el emprendedor.
Tal ha sido el éxito de su experiencia con su empresa, que Justo García ha dado a conocer los detalles de su sistema de cultivo en distintas ciudades del país. De hecho, los días posteriores a la visita de Mundo Acuícola a sus instalaciones, este pescador artesanal, convertido en acuicultor, partía a la región del Biobío para exponer las técnicas empleadas por Cultivos Cholche, a pescadores de esa zona. Además, ha recibido visitas de universidades con el objeto de mostrar su infraestructura y tecnología desarrollada durante estos años.
A juicio de García, la diferencia de lo que realiza con el resto de los cultivos, de pequeña escala, de la zona, es su característica de policultivo. “El cultivar varias especies es nuestro fuerte, ya que podemos fortalecer o disminuir la siembra de alguna especie, dependiendo del mercado”, acota. El empresario agrega que hoy está comenzando a apostar por el valor agregado de sus productos, por lo que ya ha envasado ostras y cholgas en presentación destinada al mercado gourmet. Es así como mientras se realiza la visita a su cultivo, García muestra con orgullo sus frascos de conserva con cholgas y ostras ahumadas, una novedad para el mercado interno, debido a su formato.
Sistema de cultivo
Al recorrer las líneas de cultivo en bahía Hueihue, es posible observar los distintos sistemas que don Justo ha podido implementar a lo largo de estos años. Uno de ellos es el cultivo en valva, donde una vez que nace, la ostra se adosa a una concha de cholga y comienza su crecimiento. Según García, cada cuelga puede albergar unas 200 unidades de ostra y cada línea puede tener entre 80 mil a 100 mil ostras -cada línea tiene unas 500 cuelgas-.
Otra innovación implementada en Cultivos Cholche es el aprovechar sus instalaciones para intentar el cultivo de algas, específicamente del pelillo. “Tuvimos primeras pruebas piloto que fueron exitosas y eso nos llevó a hacer esto un poco más masivo. Así fue como la primera vez sembramos 10 kilos de semilla y, después de 45 días, cosechamos 95 kilos de alga. Por eso vamos a poner 400 cuelgas por línea, igual que los choritos y es otra alternativa, en caso de algún imprevisto con otra especie”, asevera García, agregando que la gracia del pelillo es su rápido crecimiento -dos meses, por lo que se pueden hacer 5 a 6 siembras durante el año-.
En cuanto a los ostiones, el propietario de Cultivos Cholche ha puesto a prueba toda su experiencia en el norte de Chile, logrando un producto de extraordinaria calidad. El sistema empleado es similar a lo que se utiliza en la Región de Coquimbo, con las tradicionales linternas ubicadas a lo largo de una línea superficial -sistema longline-. García finaliza el recorrido precisando que, aunque las especies que cultiva en bahía Hueihue se demoran más en crecer, tiene menos problemas con el fouling que en otros lugares del norte de Chiloé. Y, lo más importante, sus productos gozan de un sabor único que ya es marca registrada para esta microempresa del sur de Chile.
Pedro Barra L.
Edición 119
Revista Mundo Acuícola