Marcelo Campos expuso una visión crítica sobre la nueva Ley de Acuicultura, abogando por una institucionalidad robusta y un enfoque sostenible.
Con ocasión de un nuevo «Poniéndonos al Día» -ciclo de reuniones virtuales organizado por el Club de Innovación Acuícola-, Marcelo Campos, socio director de Asesorías en Acuicultura Ltda. y presidente del Grupo de Trabajo Acuicultura del Comité Oceanográfico Nacional, expuso su visión crítica sobre la nueva Ley de Acuicultura que se proyecta en el país. Campos, con más de 40 años de experiencia en el sector, advirtió sobre la falta de un enfoque estructural en el desarrollo de una nueva propuesta legislativa.
«Mi posición es crítica, pero eso no significa que posea la verdad absoluta», afirmó Campos durante su intervención, señalando la falta de un enfoque estructural sólido en la nueva ley. Destacó que la acuicultura, aunque ha superado a la pesca en importancia económica, sigue siendo tratada como un «hermanito pobre» dentro del Ministerio de Economía.
El experto acuícola hizo hincapié en la complejidad del organigrama estatal, resaltando que la acuicultura no cuenta con el respaldo institucional necesario para fomentar su crecimiento. «Tenemos 24 ministerios, 39 subsidiarias y 168 servicios públicos, pero no hay un ministerio dedicado específicamente a acuicultura, pesca y ordenamiento territorial», subrayó.
Campos también criticó la falta de cimientos sólidos en la nueva legislación, comparándola con la construcción de un edificio sin bases. «Se está empezando desde los pisos superiores, cuando lo fundamental son los cimientos, y esos lamentablemente no están», agregó.
Además, el experto destacó la importancia de integrar conceptos como la «acuanomía», una visión global para el manejo sostenible de los recursos acuícolas. «Así como tenemos agronomía, necesitamos acuanomía para asegurar un enfoque más científico y técnico en la producción acuícola», sostuvo.
Por último, Campos expresó su preocupación por la falta de diferenciación entre la industria salmonera y salmonicultora, lo que genera confusión tanto en el sector como en la sociedad. «En Chile no tenemos industria salmonera, tenemos industria salmonicultora, y es fundamental que todos tengamos clara esta diferencia», concluyó.
Importancia de la acuicultura
Durante su ponencia, Marcelo Campos destacó el profundo impacto económico y social que la acuicultura ha tenido en las regiones del sur de Chile. «Si esta industria no hubiera existido, el sur de Chile no tendría una actividad significativa que generara desarrollo», aseguró, subrayando la creación de empleo directo e indirecto gracias a este sector.
Campos también enfatizó el papel de la acuicultura en fortalecer la soberanía nacional, especialmente en áreas remotas donde otras actividades económicas son escasas. «Estamos haciendo soberanía en lugares donde no hay ninguna otra actividad», afirmó.
Además, el experto señaló la importancia de la industria en la conservación de especies y en la sostenibilidad de los ecosistemas acuáticos, explicando que la acuicultura ha ayudado a mitigar la sobreexplotación de los recursos marinos.
Finalmente, Campos reflexionó sobre la necesidad de modernizar la institucionalidad del sector, proponiendo la creación de un Ministerio de Acuicultura, Pesca y Ordenamiento del Maritorio. «Si queremos resolver los conflictos interinstitucionales, necesitamos una institucionalidad fuerte y autoridades que realmente nos representen», dijo.