Se trata de un trabajo colaborativo público-privado en el marco del programa Compromiso País (Mundo Acuícola). Entre girasoles, amarantos, quinuas y cerezas, se avista a poco entrar en la casa...
Se trata de un trabajo colaborativo público-privado en el marco del programa Compromiso País (Mundo Acuícola).
Entre girasoles, amarantos, quinuas y cerezas, se avista a poco entrar en la casa de la señora Blanca Molina un invernadero que resalta de los otros… para partir tiene más historia que los demás y es que es fruto de un trabajo colaborativo público-privado en el marco del programa Compromiso País.
Hace tiempo que en las reuniones del Comité sol del Valle se hablaba de una sola cosa, el construir un invernadero donde se pudieran seguir conservando las semillas que la señora Blanca ha cuidado por años y hoy son verdaderos tesoros.
Se necesitaban pocas y simples cosas que no demandaran un gasto significativo para el Comité. De tanto pensarlo Felipe Vargas, Secretario Ingeniero, como le dice con cariño la señora Blanca y ella misma, llegaron a la conclusión que un buen diseño podría realizarse con materiales desechados. “Aprovechar de reciclar, yo conversaba con la gente, y me preguntaban ¿Cómo vamos a hacer un invernadero? Yo les decía; ingeniémonos con reciclaje, ayudemos a descontaminar, hay que pensar en los niños que vienen, ¿qué van a pensar? ¿qué nos dejaron nuestros padres? Nos dejaron basura”.
Fue así como fueron sumando más actores a una ecuación que tendría un buen número. Primero al Seremi de Agricultura, Felipe Henríquez, luego Christian Martino de Reciclaje Martino de Puerto Aysén y a Hernán Rebolledo de Salmón Chile. Entre todos a los pocos días, en diciembre del año pasado ya tenían tuberías, plásticos y contenedores para comenzar a realizar esos proyectos que tanto idearon.
Para el Seremi de Agricultura, Felipe Henríquez, este es un importante momento: “Este es el trabajo, el resultado que ha logrado llevar adelante el Comité Sol del Valle. Hace algunos meses atrás, ellos en un Gobierno en Terreno convocado por el Gobernador Pablo Galilea, nos pidieron ayuda para poder conseguir desechos de la industria salmonera. Logramos hacerlo gracias a Martino y Salmón Chile, desechos que hoy se transforman en materia prima para un invernadero. Esto es economía circular, es compromiso país, es lo que el Ministerio de Desarrollo Social nos ha invitado a trabajar, es lo que nos ha pedido el Presidente Sebastián Piñera, trabajar en conjunto para mejorar la calidad de vida de las personas. Orgulloso de lo que se está haciendo y disponible para seguir trabajando con todas las organizaciones productivas desde el Ministerio de Agricultura”.
“Nos fueron a pedir una cooperación, necesitaban tuberías para poder instalar invernaderos y caídas de agua. Nos encanta hacer esto, creemos que es uno de los caminos correctos. La reducción, la reutilización y el reciclaje para tener un planeta mucho más limpio. Para nosotros es valiosa”, dijo Christian Martino de Aysén Recicla.
“En primera instancia Felipe Henríquez, Seremi de Agricultura, lo hizo como una iniciativa, él vislumbraba que podría ser posible la cooperación entre 2 sectores productivos. Agradecer el apoyo de la gente del comité que empieza a construir esto con la realidad propia de la región y que el resultado es lo que se muestra acá, esta es una gran iniciativa como piloto exitosísimo. Vamos a tratar de mejorar algunas cosas para poder replicarlos como una iniciativa de largo plazo” comentó Hernán Rebolledo, representante regional SalmonChile.
“Nuestra idea es llegar a tener una sala de proceso de secado de semillas, para poder postular un proyecto, que se transformará el día mañana en un banco de semillas y que nos permita a nosotros difundir que las semillas, para que las nativas sigan adelante. Y el día de mañana la gente diga; vamos a ir al Valle porque tiene sus propias semillas, que todos trabajáramos juntos y digan voy a cosecharlas y luego las voy a devolver al banco de semillas”, dijo Blanca Molina.
Hoy, orgullosa y emocionada, la señora Blanca Molina celebra el término de su invernadero hecho con materiales, residuos más bien, reciclados de la industria acuícola. Una unión virtuosa de voluntad, esfuerzo y creatividad, una alianza público-privada con la sociedad civil que hoy no sólo da solución a una necesidad, sino que transforma a este grupo en un ejemplo de economía circular, sino que también demuestra exitosamente que debemos y podemos caminar hacia una agricultura sustentable y amigable con el medio ambiente.