“El año 2021,añade. se registraron 41 accidentes registrados y reportados en faenas de buceo", señaló Marcelo Soto Castillo.
«La gran mayoría, por no decir todos estos fallecidos y lesionados son parte de nuestra organización, son buzos de la pesca artesanal que han debido migrar laboralmente para cumplir labores en los centros de cultivo de salmones», señaló Marcelo Soto Castillo, presidente de CONFEPACH.
La Confederación Nacional de Federaciones de Pescadores Artesanales de Chile (CONFEPACH) organización que representa a pescadores de prácticamente todo el país,y que preside el dirigente Marcelo Soto Castillo, en su permanente postura crítica, pero objetiva, que busca mejorar las condiciones de trabajo y calidad de vida en el mar, presentó «su molestia y preocupación por lo que ha sido una constante noticiosa en los últimos años, y que se refiere a la gran cantidad de accidentes con resultado fatal en muchos casos, durante las faenas de buceo en los centros de producción y cultivo de la acuicultura industrial».
«La migración de buzos mariscadores a la industria acuícola se produce ante la disminución del stock de recursos bentónicos, o ante el desarrollo de otros procesos naturales como el cambio climático, lo que hace poco rentable la actividad para nuestra gente”.
“Como es de público conocimiento el buceo es una actividad de alto riesgo, el ser humano inmerso en un ambiente ajeno y complejo se vuelve vulnerable a múltiples factores de riesgo tanto físicos como fisiológicos (frio, corrientes, turbidez, el mismo estado físico y psicológico del buceador). A esto debemos sumar situaciones totalmente evitables y que son responsabilidad de los contratantes como de los subcontratados, calidad de los materiales, carencia de buzos de respaldo, extensas horas de trabajo, en fin poca preocupación por los trabajadores del mar que arriesgan sus vidas cada día donde el apuro y el dinero se sobreponen a las condiciones laborales de estas personas” señala el dirigente..
“El año 2021,añade. se registraron 41 accidentes registrados y reportados en faenas de buceo, pudiendo ser esta cifra una subestimación de lo que realmente ocurre, la gran mayoría de estos eventos, están asociados a la industria salmonera. Este año 2022, en los primeros días que han transcurridos, ya registramos lamentablemente el primer fallecido y su familia queda en la absoluta vulnerabilidad económica y social».
«Como trabajadores del mar, y siendo los buceadores de salmoneras, asociados nuestros o padres e hijos de nuestros pescadores, es que exigimos a las autoridades pertinentes legislar con premura para proteger la vida de las personas que se sumergen en los centros salmoneros, fiscalizar, sancionar y fomentar un trato humano a estos trabajadores es un deber ético y moral de quienes ejercen cargos públicos atingentes al trabajo en el mar», cerraron desde CONFEPACH.