
Los Lagos, Potencia Alimentaria reunió por primera vez a las principales industrias de proteínas de la región para abordar logros y desafíos.
Con apenas 4 mil hectáreas, la industria salmonera chilena genera más de 6 mil millones de dólares al año. El dato, compartido durante el seminario “Los Lagos, Potencia Alimentaria”, realizado en el Hotel Bellavista de Puerto Varas, ilustra con fuerza el impacto y los desafíos de una de las principales industrias productoras de proteínas del país. El encuentro, inédito en su tipo, reunió por primera vez a los cuatro sectores clave del rubro en la Región de Los Lagos: salmón, mejillón, carne y leche.
Organizado por Tendencia & Territorio, la cita permitió relevar el rol estratégico de la Región de Los Lagos como líder en la producción y exportación de alimentos de alta calidad. Al mismo tiempo, visibilizó su contribución al desarrollo del sur de Chile y del país. Empresas, gremios, expertos y académicos compartieron experiencias, estrategias de mejora y desafíos comunes, abordando temas clave como innovación, sostenibilidad, inocuidad alimentaria e impacto territorial.
Desde una mirada intersectorial, se destacó también el potencial de estas industrias para impulsar el desarrollo social y económico de las comunidades en que operan. Además, el espacio fue aprovechado para despejar mitos en torno a temas como el impacto medioambiental de la producción, los niveles de fiscalización, las cifras reales de sustentabilidad y los aportes nutricionales de estas proteínas al consumo humano.
La industria salmonera y mitilicultora, dos pilares de la economía local, destacaron sus avances tecnológicos y también los desafíos que enfrentan, especialmente en torno a la falta de claridad regulatoria. Las exposiciones coincidieron en la necesidad de políticas públicas más estables y un marco legal que promueva la competitividad internacional.
Economía Azul
El gerente general del Instituto Tecnológico del Salmón (Intesal), Esteban Ramírez, presentó la charla “Economía Azul y Alimentación: Una oportunidad para la región y Chile”. En su exposición, abordó el potencial de este enfoque ante un escenario insostenible: mientras la ONU proyecta un aumento de 2 mil millones de personas para 2050, hoy el 95% de la proteína animal se produce en tierra, y la pesca extractiva se ha mantenido relativamente estable desde la década de 1980.
Es en este escenario donde la acuicultura emerge como una solución clave, gracias a su baja huella ambiental en indicadores como el uso de agua, la huella de carbono, el requerimiento de superficie terrestre, el aprovechamiento del animal para consumo humano y la eficiencia en la conversión alimenticia —es decir, el kg de alimento necesario para aumentar un kg de masa corporal. A ello se suma la evolución en la dieta de los salmones, que ha reducido el uso de ingredientes provenientes de la pesca, incorporando cada vez más componentes vegetales y nuevas fuentes como insectos o algas. Por su nivel de innovación y las condiciones geográficas del país, la acuicultura chilena tiene hoy la oportunidad de posicionarse como un actor clave frente a la creciente demanda alimentaria global.
El principal desafío para avanzar hacia una posición de liderazgo en producción acuícola desde el sur de Chile es el ordenamiento territorial. Esta necesidad cobra aún más relevancia si se considera que el país ocupa el décimo lugar a nivel mundial en porcentaje de mar territorial bajo alguna categoría de área protegida, con un 41% de su superficie marítima resguardada.
Orgullo salmonero
En una segunda charla, titulada “Con Orgullo desde el Sur de Chile”, y entregada a nombre de SalmonChile, Esteban Ramírez llamó a la industria a valorar con orgullo el camino recorrido desde sus inicios en la década de 1980 —marcados por prácticas rudimentarias— hasta posicionarse como el segundo mayor productor de salmón a nivel mundial en menos de dos décadas. Destacó, además, los altos estándares tecnológicos que caracterizan hoy a la acuicultura nacional.
“Hoy la salmonicultura es la última gran innovación en Chile. Estamos esperando que vengan otras grandes innovaciones para el país, como el hidrógeno verde, o el litio. Pero en este minuto es la última política industrial exitosa en el país, no hay otro sector productivo que se haya expandido tanto en tan poco tiempo”, enfatizó Ramirez. Se trata además, dijo, de una industria que se lleva a cabo 100% en el país, desde la genética a la exportación.
Ordenamiento territorial
En este sentido, ahondó en la necesidad de un nuevo ordenamiento territorial. “Esta industria genera del orden de las 4.000 a 4.500 hectáreas para producir 6 mil millones de dólares. En contraste, la industria forestal usa un aproximado de 2,2 millones de hectáreas para su producción”, enfatizó.
Para ilustrar este panorama, el ejecutivo explicó que toda la superficie ocupada actualmente por la salmonicultura equivale, aproximadamente, a la suma de las islas de Apiao y Chaulinec, ubicadas en la comuna de Quinchao.
Para profundizar en esta panorámica de la industria, Ramírez también destacó ante los asistentes que la salmonicultura genera alrededor de 86.000 empleos, cumple un importante rol descentralizador al impulsar la economía y el desarrollo en las regiones donde opera, y constituye además un pilar clave para el país, aportando cerca del 1,7% del PIB nacional.
Un futuro brillante
Entre los expositores también estuvo Alfredo Tello, gerente técnico y de sostenibilidad de Salmones Camanchaca, quien entregó una visión amplia sobre la industria, la que —según aseguró— tiene un futuro “brillante”. No obstante, advirtió que existen desafíos que deben abordarse en el corto plazo para que el sector pueda desplegar todo su potencial en términos de desarrollo social y económico, tanto para el sur de Chile como para el país en su conjunto.
Un mundo con una demanda creciente por proteínas, junto con la presencia del salmón chileno en mercados con alto potencial de expansión, fueron algunas de las oportunidades que el ejecutivo destacó como clave para el futuro del sector.
“Los crecimientos que estamos teniendo hoy están muy por debajo de la demanda mundial. A diferencia de nuestro principal competidor que es Noruega, nosotros no tenemos una hoja de ruta de lo que queremos hacer. Los noruegos tienen una hoja de ruta clara de cuánto quieren producir y están discutiendo cómo llegar, teniendo clara la visión y objetivo”, enfatizó.
Además, el ejecutivo presentó cifras que evidencian cómo la salmonicultura es la industria más fiscalizada del país y, al mismo tiempo, una de las que registra los más altos niveles de cumplimiento en materia medioambiental.
“Tenemos que salir de este estancamiento, tenemos que conversar y ponernos de acuerdo. Creemos que eso parte por una regulación más eficiente y más flexible. Eso debiese desbloquear y permitir el crecimiento. El crecimiento es muy importante porque nos da la escala necesaria para adoptar tecnologías costosas, que a su vez nos llevan a mayores niveles de sustentabilidad, competitividad, eficiencia y a seguir siendo una industria que genere valor para todos”, dijo.
Choritos
Durante la cita también estuvo presente Rodrigo Carrasco, director ejecutivo de la Asociación de Mitilicultores de Chile (AmiChile), quien entregó la visión del sector mitilicultor. En su intervención, destacó que Chile es el principal exportador mundial de choritos de cultivo —mitílidos o mejillones—, con cerca de 90.000 toneladas de producto terminado exportadas en 2024. Además, subrayó que el 80% de esta producción se concentra en la isla de Chiloé.
Carrasco también destacó el reconocimiento otorgado por el observatorio Seafood Watch, de la ONG Monterey Bay Aquarium, que calificó a los choritos chilenos como “super verdes” por su alta sustentabilidad. Esta distinción se basa en su bajo impacto ambiental durante la producción e incluso en los beneficios que aportan al ecosistema. Además, subrayó que se trata de un alimento con ventajas tanto para el planeta como para la salud humana, gracias a su alto contenido de proteínas (20 gramos por porción), vitamina B12, hierro, zinc y tiamina.
Mitos
El encuentro también dio espacio a la producción ganadera y láctea. En ese contexto, Luis Opazo, del Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA Remehue, presentó la charla ¿Por qué las carnes rojas chilenas son buenas?, donde destacó el valor nutricional de este alimento, su aporte de proteínas de alto valor biológico, aminoácidos esenciales, sus efecto antiobesidad y propiedades anticancerígenas y su relevancia en una dieta saludable.
Por su parte, el investigador Nicolás Pizarro, conocido en redes como el Doctor Leche, derribó mitos sobre el consumo de leche y resaltó el enorme potencial de producción lechera basada en praderas, una ventaja competitiva para la Región de Los Lagos.