En enero se realizó un nuevo crucero del proyecto “Distribución, abundancia y características biológicas de peces de aguas profundas en las Subáreas Estadísticas 48.1 y 48.2 (Región Antártica)”. (Mundo Acuícola)....
En enero se realizó un nuevo crucero del proyecto “Distribución, abundancia y características biológicas de peces de aguas profundas en las Subáreas Estadísticas 48.1 y 48.2 (Región Antártica)”. (Mundo Acuícola).
Chile se autodefine como un país tri-continental, con parte de su jurisdicción en el continente sudamericano, Oceanía y en la región Antártica. A esta última, pese a tener una extensa área de alto interés científico y turístico, y con aguas aledañas de gran potencial pesquero, se le ha prestado menor atención.
Con el objetivo de contribuir a los esfuerzos realizados por otros países por conocer este territorio y su mar, la Escuela de Ciencias del Mar de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, con el apoyo de la empresa pesquera Deris S.A., desarrollaron el proyecto “Distribución, abundancia y características biológicas de peces de aguas profundas en las Subáreas Estadísticas 48.1 y 48.2 (Región Antártica)”, el que además cuenta con la aprobación de la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antártico (CCRVMA), organismo internacional que administra las aguas antárticas.
Durante este crucero se trabajó en torno a las islas Elefante y Orcadas del Sur, donde se hicieron 44 lances de pesca de arrastre, capturándose 30 tipos de peces – en su mayoría correspondientes a hielo o dracos (Champsocephalus gunnari) y nototenia (Notothenia rossii) –, ambos explotados intensamente en la décadas de los 70’s y principios de los 80’s, lo que llevó a la CCRVMA a prohibir su captura. En este contexto, Patricio Arana, investigador principal del proyecto, indicó que “una de las motivaciones de esta investigación es establecer si estos peces se han recuperado desde el cierre de la pesquería”.
En la iniciativa, también se incluyó la prospección acústica de cardúmenes, tanto de peces como de krill (Euphausia superba), y la obtención de muestras para la realización de estudios biológicos de las especies capturadas. Además, se recogieron más de mil muestras de tejidos de diversos tipos de peces nototenoides, teleósteos, rayas y parásitos, que se usarán en investigaciones filogenéticas moleculares y de genética poblacional para obtener datos de ADN.
“Como Universidad nos sentimos complacidos de extender nuestras actividades de investigación hasta esa lejana región”, informó el profesor Arana, quien agregó que “estas faenas no serían posible sin el respaldo privado debido al alto costo que representa operar tan lejos del continente. Todo el material recopilado constituye una instantánea de la diversidad de la ictiofauna distribuida en tornos a las islas exploradas y, al mismo tiempo, un aporte concreto de nuestro país a los requerimientos de conocer y administrar los recursos marinos antárticos y sus complejas interacciones. Estos trabajos solo abren líneas de investigación que se deben continuar en los años venideros”.
El equipo científico estuvo integrado por el Dr. Christopher D. Jones, Antarctic Ecosystem Research Division, NOAA, USA; Dr. Alex Dornburg, Research Curator of Ichthyology, North Carolina Museum of Natural Sciences, USA; Nicolás Alegría, Instituto de Investigación Pesquera (Inpesca), Chile; Elyse Parker, Department of Ecology and Evolutionary Biology, Yale University, USA; Roberto Sarralde, Instituto Español de Oceanografía, España; Francisco Gallardo, técnico oceanográfico, Escuela de Ciencias del Mar, Chile; y, Lorena Ramírez, observador científico nacional.