En el diseño experimental dos grupos de peces fueron desafiados contra la bacteria P. salmonis, uno en presencia de piojos de mar (coinfección) y otro sin parásitos (infección simple), ambos...
En el diseño experimental dos grupos de peces fueron desafiados contra la bacteria P. salmonis, uno en presencia de piojos de mar (coinfección) y otro sin parásitos (infección simple), ambos grupos vacunados con productos comercializados en Chile (Mundo Acuícola).
Un trabajo publicado recientemente en la revista Scientific Reports entrega evidencias de que la coinfección de piojos de mar, como Caligus rogercresseyi, puede suprimir el efecto protector de la vacunación en contra de la bacteria Piscirickettsia salmonis, reduciendo la sobrevivencia y el crecimiento de los peces, y aumentando la carga bacteriana y los signos clínicos de la enfermedad.
La Piscirickettsia salmonis es la principal causa de muerte en los salmones y truchas de cultivo en Chile, por ello se han desarrollado y aplicado diversos tipos de vacunas, con resultados variables, que pueden estar relacionados a diferentes factores tales como los procedimientos de vacunación, el estatus inmune de los peces y algunos estresores ambientales. Sin embargo, no se ha considerado aún el impacto que la coinfección de los piojos de mar tiene sobre la eficacia de las vacunas.
Ante esta inquietud, investigadores de las universidades Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), Waterloo y Alberta (Canadá), con la colaboración de una empresa salmonicultora, evaluaron la interacción del efecto perjudicial del piojo de mar, uno de los principales problemas sanitarios de la acuicultura de salmones a nivel global, y el efecto protector de las vacunas contra la bacteria P. salmonis en salmón del Atlántico.
El Dr. José Gallardo, académico de la PUCV e investigador principal de este trabajo, explica que “existe una necesidad urgente de desarrollar alternativas efectivas para la prevención y control de patógenos de peces a nivel global. El paso que estamos dando con este estudio apunta a comprender de mejor forma lo que ocurre con la interacción de una estrategia como es la vacunación, ampliamente usada en la acuicultura de salmones, con un fenómeno poco estudiado como es la coinfección de piojos de mar con bacterias patógenas de peces”.
En esta investigación, detalla el Dr. Pablo Conejeros, académico de la PUCV, “evaluamos el efecto de cáligus como patógeno primario y de P. salmonis como patógeno secundario, con el objetivo de acercarnos de la mejor manera posible a una posible situación de campo”.
En el diseño experimental dos grupos de peces fueron desafiados contra la bacteria P. salmonis, uno en presencia de piojos de mar (coinfección) y otro sin parásitos (infección simple), ambos grupos vacunados con productos comercializados en Chile. El estudio se realizó en dos poblaciones de salmón del Atlántico con origen genético distinto, controlando además otros factores que pudieran influir en los resultados, como el sexo de los peces u otras variables ambientales. Finalmente, se incluyeron grupos control de ambas poblaciones y tratamientos de coinfección e infección simple, pero sin vacunación.
La Dra. Carolina Figueroa, investigadora postdoctoral de la PUCV, explica “la sobrevivencia de los peces vacunados en infección simple fue de un 42,7 %; mientras que la sobrevivencia de los peces coinfectados con piojos de mar fue de solo un 5,2%. El grupo de coinfección vacunado se comportó de manera similar al control de infección simple no vacunado, cuya sobrevivencia fue de 4,7%. Consecuentemente, se observó que la carga de infección en el riñón y diversos signos clínicos de la enfermedad fueron significativamente más altos en coinfección con piojos de mar que en infección simple”.
“Este trabajo muestra evidencias de que la habilidad de peces vacunados para modular una infección bacteriana durante una coinfección con cáligus fue fuertemente disminuida, impidiéndole a muchos peces recuperarse de la infección por P. salmonis”, concluyó Brian Dixon, Inmunólogo de peces de la Universidad de Waterloo y coinvestigador.
La investigación fue financiada por la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica de Chile (Conicyt) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) a través de los proyectos Fondecyt Nº1140772; Fondecyt Nº3170744, Fondecyt Nº 74170029 y PCI-2015.
Investigación publicada en Scientific Reports – www.nature.com/articles/s41598-017-18180-6