A bordo de un buque de investigación canadiense, dos biólogos marinos nacionales participaron en una expedición que halló extensos bosques de algas en la isla Southampton, lugar que ha evidenciado...
A bordo de un buque de investigación canadiense, dos biólogos marinos nacionales participaron en una expedición que halló extensos bosques de algas en la isla Southampton, lugar que ha evidenciado los efectos del cambio climático. Los datos recopilados son únicos en el mundo (Mundo Acuícola-Centro IDEAL).
Southampton es una inexplorada isla que se ubica en el archipiélago de Canadá y abarca una de las agregaciones de mamíferos marinos árticos más grandes del país. Tiene poco más de 41 mil kilómetros cuadrados y su gran biodiversidad llamó la atención de un equipo de científicos. Allí, en América del Norte, dos biólogos marinos y buzos chilenos, por primera vez, extrajeron diversos tipos de muestras de los ecosistemas acuáticos del área.
Se trata de Paulina Bruning e Ignacio Garrido, ambos estudiantes de doctorado del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (IDEAL) de la Universidad Austral de Chile (UACh). A bordo del buque de investigación canadiense William Kennedy, los investigadores recorrieron durante un mes la región marina del Círculo Polar Ártico canadiense, específicamente el noroeste de Hudson Bay (Nunavut).
Los chilenos fueron parte de los programas “ARTIKELP”, que busca generar un mapa global sobre la distribución de bosques de algas en regiones árticas y subárticas, y “SIMEP Network”, cuyo objetivo es explicar y mejorar el entendimiento de los procesos que controlan la productividad biológica asociada a los ecosistemas costeros alrededor de la Isla Southampton.
“Gran parte de los ecosistemas marinos de Southampton no habían sido explorados porque estaban congelados la mayor parte del año. En este lugar se evidencia cómo el cambio climático ha afectado fuertemente los polos del Planeta. Aquí existe un estrecho llamado ´Frozen Strait´, que desde los últimos años el hielo marino comenzó a ceder el paso para las embarcaciones menores y, por lo tanto, ha dejado al descubierto zonas que no habían sido investigadas antes. Todos los datos que recopilamos son únicos y nuevos”, explica Garrido, quien en el marco de su tesis doctoral realiza un estudio sobre el proceso de formación y la distribución de algas a la deriva.
Durante la expedición y con la ayuda de un sonar, los científicos encontraron extensos bosques de macroalgas pardas ubicados entre los 8 y 35 m de profundidad y una gran producción de fitoplancton en aguas superficiales. El equipo de buzos, conformado también por Gabrielle Martineau y Karen Filbe-Dexter, realizó un total de 82 inmersiones en la zona.
“Alrededor de 2/3 de la costa canadiense está ubicada en regiones árticas. Considerando el hecho de que estas áreas representan algunas de las más productivas, hay una necesidad importante de mejorar nuestro entendimiento sobre los procesos de los ecosistemas marinos en las sensibles zonas costeras del Ártico”, explica Christopher Mundy, investigador a cargo del proyecto y coordinador científico del buque.
Imagen: Archivo Centro IDEAL.