Los primeros estudios se iniciaron en el Río Icalma, para continuar con el Río Biobío en la zona de cabecera y posteriormente en el Río Andalién.
Con el objetivo de ampliar el conocimiento base para la sostenibilidad del diseño de obras relacionadas con la ingeniería hidráulica y los factores estacionales que afectan la movilidad de los peces, la Dra. Catterina Sobenes, Directora del Centro de Investigación en Biodiversidad y Ambientes Sustentables (CIBAS) y académica del Departamento de Ingeniería civil de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC) lidera esta iniciativa.
Para ello, se realizó una primera exploración en ríos de cabecera de la cuenca de la Región del Biobío, donde además participó el profesor Christian Díaz, académico del Departamento de Ingeniería Industrial de la Facultad de Ingeniería UCSC, y Alder Carrillo del personal técnico de la misma casa de estudios. “Este estudio es parte de una línea de investigación de CIBAS, relacionada con la ecología y conservación de organismos marinos costeros y acuáticos”, explicó la Dra. Sobenes.
En la campaña, se identificaron zonas ribereñas con presencia de Trucha Arcoíris (Oncorhynchus mykiss) y altas velocidades de corriente, hábitat favorable para esta especie, en la que compite con especies nativas amenazadas. En particular, se encuentran en categoría de peligro la Peladilla (Aplochiton zebra) y Carmelita de Concepción (Percilia irwini).
Esta actividad se estima replicar al menos dos veces por época del año para identificar condiciones de hábitat que favorezcan la presencia de las especies nativas.
La Trucha Arcoíris es una especie invasora que provoca cambios en los ecosistemas al empobrecer la trama trófica. “Esto debido a su alta depredación sobre consumidores primarios, lo que afecta en la disponibilidad de alimentos para los peces nativos, y éstos a su vez constituyen presas de las truchas, afectando a las poblaciones y su conservación”, complementó.
Respecto a la relevancia del estudio, la Dra. Sobenes realza la importancia para mitigar impactos. “Son datos que se deben colectar y son necesarios para diseñar medidas de mitigación para la conservación de la fauna nativa ribereña de Chile, en este caso íctica, frente a las distintas intervenciones antrópicas”, comentó la académica.
Sobre los factores que afectan la movilidad de los peces, dependiendo de la especie, se consideran variables como la temperatura del agua, la estación del año y la época reproductiva, cambios en la disponibilidad de alimento en el ecosistema e incluso, otros procesos antrópicos como la contaminación.
Hasta el momento los primeros estudios se iniciaron en el Río Icalma, para continuar con el Río Biobío en la zona de cabecera y posteriormente en el Río Andalién.