Visita de experto internacional abre puerta a que productores locales puedan certificarse en el estándar internacional (Mundo Acuícola). Una productiva jornada de trabajo fue la que ofreció Marcos Moya, gerente...
Visita de experto internacional abre puerta a que productores locales puedan certificarse en el estándar internacional (Mundo Acuícola).
Una productiva jornada de trabajo fue la que ofreció Marcos Moya, gerente comercial de la certificación Aquaculture Stewardship Council (ASC), a los profesionales del Centro de Extensionismo Tecnológico para una Mitilicultura Sustentable (Cetmis) y Fundación Chinquihue. Moya trabaja, principalmente, para los mercados norteamericano y español y actualmente lo hace también como representante para Latinoamérica.
El propio Moya explicó que “esta visita responde a un interés del Cetmis-Fundación Chinquihue de motivar a los pequeños productores de mejillones de certificar con ASC para poder acceder a mercados un poco más exclusivos, donde podrían tener una mejor valoración del trabajo que están haciendo”.
Entre sus actividades se cuenta una reunión con el gerente general de la Fundación Chinquihue, Claudio Pérez Barros, una inducción en la certificación ASC para el equipo de profesionales Cetmis-Fundación Chinquihue, oportunidad en que detalló aspectos relevantes relacionados a los procesos propios para poder obtener dicha certificación en el ámbito de la mitilicultura, además de aclarar las principales interrogantes respecto de ésta.
Su jornada finalizó con una visita a dos centros de cultivo de mejillón en los sectores de San Agustín, comuna de Calbuco, y Huelmo, comuna de Puerto Montt, oportunidad en que pudo ver en terreno la forma en que los pequeños mitilicultores de la zona producen este recurso natural.
Entre los logros alcanzados tras este acercamiento destaca el interés de ambas partes por colaborar en la búsqueda de que la mitilicultura mejore sus estándares para acceder a un mercado global cada vez más exigente. “Esa colaboración”, dice Moya, “se puede presentar en la firma de un acuerdo de cooperación, un memorando de entendimiento o simplemente trabajar juntos para apoyar a los productores. ASC está muy entusiasmada y muy positiva de este esfuerzo de avanzada que tiene el Cetmis-Fundación Chinquihue”.
Una ventaja en esta materia sería el acercamiento que tiene el equipo profesional que se desempeña para Cetmis-Fundación Chinquihue con la industria mitilicultora, relación que el propio Moya destaca como ejemplar. “No lo hemos visto en ninguna otra parte del mundo. Creemos que eso va a permitir que los productores adopten la misma posición que tiene Cetmis-Fundación Chinquihue de querer demostrarle al mundo que la producción de mejillones en Chile se hace responsablemente. Todos los retos que existen son de organización, de demostración que requieren trabajo intenso, pero que no son imposibles de lograr”, adujo el profesional.
Cetmis-Fundación Chinquihue
Pérez Barros valoró esta instancia y la disposición que Moya tiene para trabajar en este ámbito con los mitilicultores locales, toda vez que este tipo de certificaciones han ido integrándose como una exigencia de los mercados globales.
“La Fundación Chinquihue trabaja con los productores a través del Cetmis, con la gente que extrae el recurso del mar y esta certificación en particular, que es la ASC, toma una connotación especial porque es la única que se hace cargo del tema medioambiental y de responsabilidad social de los pequeños productores. En ese sentido, aborda dos aspectos sumamente relevantes para la industria, que tienen que ver con la sustentabilidad del medioambiente y otro que tiene que ver con la relación productiva en el entorno en el que el productor está viviendo”, explicó Pérez Barros.
Pérez Barros destacó también el hecho de que ASC esté trabajando en la aplicación de una certificación grupal, la que antes no existía, lo que permitirá disminuir los costos para acceder a este estándar. Así se abre una nueva opción para aquellos pequeños productores imposibilitados de certificarse individualmente debido a temas de recursos.
Por su parte Luis Oliva, gerente del Cetmis, valoró esta instancia e indicó que el centro que dirige está trabajando en una línea en la que resulta innegable que este tipo de certificaciones es clave para el futuro de la industria, si se considera que una parte importante de la producción se comercializa en mercados internacionales.
“Hoy la mitilicultura en nuestra región es parte de una cadena de comercialización y, en ese sentido, este producto no tiene como destino final una planta de procesamiento, sino que hay un consumidor final. Gran parte de lo que produce esta industria se va al extranjero, a países de Europa, Asia y Norteamérica, principalmente, y estos mercados de destino han ido exigiendo que esta actividad se haga de forma sustentable. En ese sentido, los productores van a tener que ir incorporando la idea de que trabajan con un producto altamente sustentable para ser aceptados en los mercados internacionales”, indicó Oliva.
El Cetmis es un programa apoyado por Corfo y ejecutado por la Fundación Chinquihue, cuyo objetivo es entregar asistencia técnica a micro, pequeñas y medianas empresas de la mitilicultura nacional, facilitando su aproximación a la tecnología más avanzada para mejorar sus resultados productivos y su posición competitiva de manera sustentable.