"Si se diseñan cuidadosamente, las granjas de mariscos y algas podrían ser parte de una estrategia efectiva para acelerar la restauración costera, junto con los esfuerzos tradicionales para reconstruir los arrecifes de ostras y rocas", señalan desde el Centro.
De acuerdo a proyecciones de las Naciones Unidas, en 2050 la población mundial habrá superado los 10.000 millones de personas, lo que provocará un incremento del 70% en la producción alimentaria y exigirá la incorporación de prácticas más eficientes y sostenibles para abastecer la demanda mundial.
AquaPacífico es un Centro de Innovación Acuícola para la zona norte surgido de la alianza de dos instituciones que llevan más de 30 años desarrollando este ámbito científico-productivo: la Universidad Católica del Norte (UCN) y Fundación Chile (FCh).Con el apoyo de Corfo, se concretó esta unión de capacidades, para funcionar como una plataforma que impulse la acuicultura tanto regional como nacional.
Así, en ocasión del Día Mundial de los Océanos, desde AquaPacífico respondieron a la pregunta: ¿Puede la Acuicultura ser una salvación para los océanos y a la vez apoyar la seguridad alimentaria de la creciente población mundial?
Un ejemplo de buenas prácticas es lo que Noruega ha venido haciendo por años en sus costas, gracias a la implementación de una ambiciosa estrategia de los océanos, que considera desde la diversificación de especies, tecnología verde, soluciones digitales hasta la diplomacia internacional, incluyendo la lucha contra la pesca ilegal, la contaminación plástica y el cambio climático.
La clave para conseguir un equilibrio necesario entre producción y protección de nuestros océanos, según Bjorn Erik Stabell, director en España del Consejo de Productos del Mar de Noruega, es el trabajo colaborativo de todos los países y la innovación constante de las tecnologías de manejo.
“Noruega es una nación orientada al mar y a todo lo que nos ofrece, que ha sabido combinar la ciencia, las tecnologías sostenibles, la pesca tradicional y la acuicultura para desarrollar una de las industrias pesquera más exitosas y, a la vez, respetuosa con la conservación de los recursos naturales”, asegura.
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Un estudio publicado en 2019 en la revista científica PLOS ONE, titulado “global spatial analysis reveals where marine aquaculture can benefit nature and people”, da cuenta de la posibilidad de restaurar los océanos con la acuicultura si se consideran las prácticas adecuadas en los lugares correctos.
Dicho análisis desarrollado en colaboración por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), la Universidad de Adelaida y The Nature Conservancy (TNC), identifica las regiones en las cuales la acuicultura de mariscos y algas marinas produce resultados positivos para la naturaleza y la población.
El estudio se basa en otras investigaciones anteriores del TNC, donde identificaron los beneficios de la acuicultura, como la reducción de la contaminación por nutrientes y el suministro de hábitat para las poblaciones de peces, al tiempo que sintetiza el conocimiento científico actual de la cría de mariscos y algas marinas.
Los resultados muestran que la acuicultura restaurativa es una oportunidad que pueden aprovechar muchas comunidades costeras del mundo, ya que el cultivo de algas o mariscos genera un impacto ecológico y social positivo. El estudio precisa que algunas regiones pueden obtener resultados más sólidos.
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La acuicultura no sólo es la forma de producción de alimentos de más rápido crecimiento, sino una de las más eficientes para producir proteína animal, especialmente de bivalvos y algas marinas, formas de cultivo que casi no requieren alimento, agua dulce o tierra, y generan un mínimo de gases de efecto invernadero.
Además, las granjas mejoran la calidad del agua, eliminan el exceso de nutrientes de los entornos inmediatos y generan condiciones para un ecosistema más saludable para la vida marina.
Si se diseñan cuidadosamente, las granjas de mariscos y algas podrían ser parte de una estrategia efectiva para acelerar la restauración costera, junto con los esfuerzos tradicionales para reconstruir los arrecifes de ostras y rocas.
Bajo esta mirada, la acuicultura se presenta entonces como una importante opción para apoyar en la restauración de los océanos, si se considera la ciencia, la innovación y el trabajo colaborativo entre países, tal como lo demuestra el ejemplo noruego cuya industria permite alinear las necesidades económicas y sociales con la necesaria preservación de los recursos naturales. Asimismo, podría facilitar el abastecimiento de productos del mar y dar respuesta a la necesidad de alimentos, dado que ha demostrado ser una de las claves para incrementar esta producción a nivel mundial.