En la Región del Biobío existe una carencia de varaderos que reúnan las condiciones técnicas y medioambientales para la mantención y reparación de las embarcaciones.
«En la Región del Biobío existe una carencia de varaderos que reúnan las condiciones técnicas y medioambientales para la mantención y reparación de las embarcaciones que usan los pescadores artesanales en la zona, la Región del Biobío y el país».
Así lo determinó el director de Obras Portuarias Armando Silva en el curso de un recorrido por Caleta Coliumo, y que contó con la presencia del Directorio de Ferepa Biobío, la alcaldesa de Tomé y dirigentes y pescadores de la Caleta ubicada en el borde costero de esa localidad.
El encuentro gestionado por Hugo Arancibia Zamorano, Presidente del Directorio de Ferepa Biobío, tuvo por objeto, constatar en terreno, la obsoleta y pequeña estructura donde deben ser reparadas los botes y lanchas de uso en la labor extractiva, y que por disposiciones de la autoridad marítima deben ser sometidos a mantenciones, a lo menos cada dos años. Ello es agravado por la existencia de una flota de 84 embarcaciones que existen en el área, tal como lo indicó el Presidente del Sindicato N°2 Caleta Coliumo, Juan Carlos Garrido quien puso en carpeta el sin número de proyectos presentadas por Ferepa Biobío a la autoridades responsables de buscar los recursos que permitan mejorar esta falencia, sin que se haya alcanzado ningún resultado.
El Coliumo existe un varadero sólo para dos embarcaciones. Se precisa la construcción de una explanada amplia, para lo cual se cuenta con un terreno que la Municipalidad de Tomé a través de su alcaldesa Ivon Rivas Ortiz puso a disposición de esta obra.
La autoridad comunal dijo que se ha hecho parte de las necesidades estructurales de los pescadores artesanales, haciendo gestiones incluso ante las autoridades nacionales, pero “lamentablemente no se ha alcanzado el objetivo que hoy nuevamente ponemos en el tapete y celebramos el trabajo conjunto que se esta realizando con la autoridad competente, como es Obras Portuarias, la dirigencial representada por Ferepa Biobío y los sindicatos de pescadores locales. confió en que esta vez pueda concretarse “señaló.
Por su parte Juan Carlos Garrido, Presidente del sindicato N°2 dijo que se requiere de una estructura que permita trabajar con estándares de operatividad óptima y que generare un impulso a la actividad pesquera artesanal en general.Resaltó la disposición de la Municipalidad local en orden a entregar el terreno que se precisa, que hoy visitamos y que reúne las condiciones necesarias para levantar la obra”.
Hugo Arancibia Zamorano, Presidente del Directorio de Ferepa Biobío dijo que el proyecto “varadero para Caleta Coliumo” forma parte de un conjunto de propuestas presentada a Obras Portuarias hace 5 años. No se ha logrado nada, pero confío en que en esta administración y el compromiso del Seremi de Economía, de la Dirección de Obras Portuarias al que hoy se suma la corporación edilicia permitirá avanzar en algunos de ellos.” Hoy lo veo más factible porque la necesidad no es sólo local, sino que a nivel regional y nacional. Con un buen varadero, que reúna las condiciones técnicas, con resguardo al medioambiente se empezará a cumplir con la normativa que exige las mantenciones y reparaciones de las embarcaciones que son el principal instrumento de trabajo de los pescadores artesanales. Agregó que el actual varadero de la caleta Coliumo data de hace más de 20 años y ya es imposible que sea sometida a reparaciones sino que se requiere una nueva”.
Armando Silva, Director de Obras Portuarias sostuvo que estaban frente a una situación que implica una inversión a largo plazo.” Son proyectos de gran envergadura-dijo y acotó-que deben ser sometidos a una serie de instancia como Estudio de Prefactibilidad, de diseño, de ingeniería de detalles…son varias los pasos que hay que ir cumpliendo y que son previos para concretarlo y cuya viabilidad la dará un buen y completo ante proyecto previo”.
Los varaderos son estructuras-explanadas que deben contar con electricidad, agua potable para que mejoren las condiciones de seguridad a los trabajadores en la reparación de las embarcaciones de la pesca artesanal, aún con viento. Es una inversión en seguridad y en modernización.