La construcción de esta embarcación supera el 70% de avance y se alista para su lanzamiento al mar para el 22 de diciembre.
“El Buque Rompehielos Almirante Viel viene a representar el proyecto más importante que ha tenido ASMAR Talcahuano desde su creación en la época de los 60”. Con esta frase el Gerente de Construcción Naval, Alejandro König, define la relevancia del denominado Proyecto Antártica I, que consiste en la fabricación de un buque que, tal como explica König, “cumple varios roles: un rol científico que es el más importante y, además, cuenta con capacidades logísticas para poder abastecer las bases en la Antártica junto con rescate, salvataje y vigilancia del territorio marítimo”.
La construcción de esta embarcación supera el 70% de avance y se alista para su lanzamiento al mar para el 22 de diciembre. Tras este hito, se espera que se finiquiten una serie de trabajos a flote en el sector de habitabilidad, detalles como alineamiento de líneas de ejes, timones y maquinaria en general. Además, se esperan nuevas entradas a dique para la instalación del sistema acústico, pero lo principal son un cúmulo de testeos de puerto desde abril del próximo año hasta 2024. En este año, se realizarán las pruebas de mar para terminar el buque con los últimos retoques de pintura, habitabilidad y corrección de observaciones.
Especificaciones y proceso de construcción
El buque, que es el resultado de un codiseño entre Vard Marine, la Dirección de Programas, Investigación y Desarrollo de la Armada y ASMAR, implicó una etapa de diseño básico de 22 meses de trabajo, período en que se generó una alta transferencia tecnológica y de conocimiento colaborativo entre las partes.
Así mismo, fue necesario capacitar a 300 funcionarios del Astillero en forma nacional y 34 funcionarios en el extranjero. Capacitaciones enfocadas a nuevas tecnologías propias del proyecto, incluido normas y regulaciones aplicables a nuevos procesos de soldadura junto con modernas tecnologías y maquinaria adquirida por el Astillero para la materialización del proyecto. Todo ello por una inversión total de US$21.5 millones.
El Proyecto Antártica I ha demandado aproximadamente 3.300.000 horas/hombre en empresas y pymes que prestan servicios de estructuras metálicas, sistemas de cañerías, pinturas y acomodaciones. Además de proveedores locales y del país en general, desde elementos tan básicos como ferretería e insumos hasta contratos con empresas locales como el Sistema Integrado de Comunicaciones ICS junto con todos los tableros eléctricos y partidores del Buque, que son desarrollo e Ingeniería de integración 100% nacional.
El proyecto genera empleo en promedio a 600 personas en forma directa, donde aproximadamente el 20% de estos son mano de obra eventual y empresas externas asociadas, que de forma adyacente generan empleo en forma multiplicadora ya sea con servicios básicos de alimentación, vivienda y transporte.
El Buque Rompehielos, que es construido en la principal Planta Industrial de Talcahuano, tendrá una clasificación Ice Class PC5, que le permitirá quebrar una capa de hielo de un metro de espesor, de un año de antigüedad, cubierto con hasta 20 centímetros de nieve y a una velocidad de tres nudos. Las dimensiones del buque comprenden una eslora o longitud de 111 metros, una manga o ancho de 21 metros, un calado de 7,2 metros y será capaz de operar a una temperatura de -30°C. Tendrá un alcance de 14.000 millas náuticas, autonomía para operar 60 días y su velocidad máxima será de 15 nudos.
Dispondrá de una dotación de 86 tripulantes y podrá transportar a 34 científicos. Tendrá la capacidad para transportar 19 contenedores de 20 pies, 400 m3 de combustible y 400 m3 de carga pallets.
Contará con cubierta de vuelo y hangar. Los científicos dispondrán de ecosondas, sonares, perfilador de fondo, perfilador de corrientes y posicionador acústico de alta precisión para desarrollar estudios de oceanografía física, química, geológica y geofísica. El buque tendrá laboratorios microbiológicos, macrobiológicos y químicos, como también elementos para la recolección, almacenamiento y conservación de muestras del mar y del fondo submarino en cámaras frigoríficas. Además, el buque podrá ejecutar misiones de búsqueda y rescate en caso de siniestros marítimos, aéreos o terrestres en la Antártica, empleando para ello helicópteros embarcados, botes de rescate y una enfermería con capacidad quirúrgica.