El objetivo es realizar un barrido del fondo marino con el fin de encontrar algún registro y/o anomalía que contribuya a determinar la ubicación de elementos de mayor dimensión del...
El objetivo es realizar un barrido del fondo marino con el fin de encontrar algún registro y/o anomalía que contribuya a determinar la ubicación de elementos de mayor dimensión del siniestrado C-130 (Mundo Acuícola-Armada.cl).
El miércoles 19 de febrero zarpó desde Valparaíso el Buque Oceanográfico AGS – 61 “Cabo de Hornos” de la Armada de Chile, el cual arribó el lunes 24 a la bahía de Punta Arenas.
La Unidad naval fue desplegada para llevar a cabo tareas de rebusca en el fondo marino en el área del Mar de Drake, donde en el mes de diciembre, el C-130 Hércules de la Fuerza Aérea de Chile sufrió un grave accidente.
El programa de trabajo de las operaciones ha sido coordinado entre la Tercera Zona Naval con la IV Brigada Aérea y Fiscalía Regional, teniendo como objetivo realizar un barrido del fondo marino con el fin de encontrar algún registro y/o anomalía que contribuya a determinar la ubicación de elementos de mayor dimensión del siniestrado C-130 y que hayan quedado depositado en el suelo marino.
Esta tecnología se basa en un grupo de haces que viajan al mismo tiempo a las profundidades del mar donde rebotan y, posteriormente, regresan conteniendo tanto la distancia existente como las características geomorfológicas del fondo marino en un área circular denominada “foot print” o “huella acústica”. Todo esto puede ser representado gráficamente y trabajado con sistemas de información geográficos para posteriores análisis e interpretaciones hidrográficas y geomorfológicas del fondo marino.
Aunque esta tecnología ha sido diseñada para el estudio del fondo marino, se pondrá nuevamente al servicio del esfuerzo realizado por la Armada de Chile en busca de partes u objetos del C-130 que después del accidente podrían haber quedado depositados en el fondo marino, complementando el trabajo realizado por esta misma nave en el mes de diciembre de 2019.
Esta tarea de rebusca del fondo marino se suma a la permanente búsqueda de objetos en superficie, que desde la caída del C-130 hasta ahora, se ha estado llevando a cabo tanto por las Unidades de la Armada de Chile, como también por naves mercantes, de pasajeros y operadores antárticos que navegan en tránsito en demanda del continente blanco o que cruzan transoceánicamente el Paso Drake.
Las instrucciones en caso de posibles avistamientos, obtención de objetos y entrega a las autoridades competentes por parte de alguno de estos buques son, permanentemente, difundidas, monitoreadas y coordinadas por el Servicio de Búsqueda y Salvamento Marítimo (MRCC) de Punta Arenas, dando cumplimiento al apoyo de la Armada de Chile para contribuir al esfuerzo de búsqueda llevado a cabo por la Fuerza Aérea de Chile.