Ya se han realizado más de la mitad de las campañas ambientales exigidas por la autoridad para medir parámetros físicos y químicos, en el marco del Plan de Monitoreo Integral...
Ya se han realizado más de la mitad de las campañas ambientales exigidas por la autoridad para medir parámetros físicos y químicos, en el marco del Plan de Monitoreo Integral para conocer potenciales impactos en el medio marino.
Blumar reportó los resultados de las nuevas campañas oceanográficas, realizadas durante el mes de octubre, en el marco del Plan de Monitoreo Integral mandatado por la autoridad. Esta medida busca conocer el comportamiento del medio ambiente tras el hundimiento del centro Caicura, luego de un inusual temporal.
A la fecha, se han realizado 8 de las 11 campañas de monitoreo consideradas en el plan oficial, 4 de las cuales ya fueron entregadas en un primer informe. Cabe señalar que cada campaña considera el monitoreo y análisis de más de 21 variables físicas y químicas, tanto de la columna de agua como del fondo marino y del entorno costero.
Estas campañas involucran cientos de muestras que son analizadas por laboratorios acreditados y analizadas por científicos y académicos externos a la compañía. A la fecha, estos resultados evidencian que no hay variaciones significativas en los principales parámetros ambientales analizados y comparados con las estaciones de control.
Es importante recordar que este plan mide parámetros en ocho estaciones de monitoreo y cuatro estaciones de control, incluyendo la boya oceanográfica que opera en el Seno de Reloncaví hace más de tres años. Esto permite contar con una línea base de información científica de la zona para muchos de los parámetros medidos.
Los resultados
El informe entregado a la autoridad da cuenta que tanto el oxígeno disuelto y la saturación de oxígeno se mantienen altos en la superficie, debido al comienzo de la primavera, lo que es normal para esta fecha del año en la zona. En tanto, cerca del fondo, las concentraciones también son normales, lo que es señal de la lenta degradación de la biomasa que se encuentra dentro de las jaulas hundidas.
Asimismo, al igual que en el último reporte, la presencia de microalgas nocivas fue escasa. Esta variable también fue analizada en muestras de choritos, que tampoco dieron positivo a este tóxico.
Uno de los aspectos que ha evolucionado positivamente durante las campañas es el cambio de rugosidad de la superficie marina sobre la zona del hundimiento, el que fue detectado desde principios de agosto e informado a la autoridad. Tanto el olor como la presencia de aves en el sector han disminuido, no obstante, se mantendrá el monitoreo diario en ese sector.
Por otro lado, se ha detectado un aumento del porcentaje de carbono orgánico en el fondo marino en las estaciones de monitoreo que están cercanas a la zona del hundimiento y que han registrado valores que han fluctuado entre 5,7% y 7%, lo que da cuenta de un relativo enriquecimiento en este parámetro en relación con las estaciones de control, algo esperable considerando que la degradación de la biomasa que se mantiene encapsulada a 295 metros de profundidad en las redes y jaulas del centro.
“Por lo general, un contenido de carbono orgánico en los sedimentos inferior al 5% indica bajos niveles de enriquecimiento orgánico, mientras que los valores de entre 5-15% sugieren un grado de enriquecimiento moderado a alto. El mayor grado de materia orgánica se produce en las estaciones de monitoreo más cercanas al hundimiento. En tanto, en las estaciones de control los valores estuvieron por debajo de 5%”, explicó Iván Pérez-Santos, científico líder de este estudio por parte del Centro i~mar de la Universidad de Los Lagos.
Las campañas oceanográficas que se están desarrollando también consideran el estudio de invertebrados, aves y mamíferos y su interacción con el medio tras el hundimiento. Hasta el momento, en ninguna de las observaciones se han registrado mortalidades de estos organismos en los ambientes como el intermareal y el submareal.
“Ya se han realizado más de la mitad de las campañas oceanográficas integrales que exigió la autoridad y se han efectuado cientos de mediciones físicas y químicas que han dado cuenta que, a la fecha, no hay variaciones ambientales significativas en las principales variables. Sin embargo, hay que seguir midiendo en forma rigurosa e informando a la comunidad”, explicó Pedro Pablo Laporte, gerente del área de salmones de Blumar.
Informes diarios
Además del exhaustivo Plan de Monitoreo Integral que está en marcha, Blumar reporta diariamente -siempre que las condiciones climáticas lo permiten- a las autoridades sectoriales mediciones de salinidad, pH, oxígeno disuelto, temperatura y ácido sulfhídrico. Respecto a este último, es importante señalar que durante el último mes no se ha detectado la presencia de este último.
Asimismo, a través del robot submarino ROV Seabotix 300, la compañía inspecciona semanalmente el estado de la estructura hundida a 295 metros. Gracias a estas labores, se sabe que los módulos no se han desplazado desde su posición original y que la biomasa se encuentra encapsulada dentro de las redes y jaulas.